Las Cadenas Del Deseo. [Ziall]

Capítulo 27.

-Niall-

"No todos los sentimientos son reales, por más que queramos sentirlos, no lo son. Te vuelves vacio"

Deambulaba por los pasillos de aquella escuela, con los papeles en mis manos y tratando de mantener cuerdo ante las palabras de aquel hombre, que minutos atrás; me dejaron en un estado de shock.

Sus palabras en mi cabeza como un eco que nunca se acabaría, miraba los papeles sin tener importancia en lo que mi visión se concentrara. La gente parecia mala, y yo no quería sufrir, a veces la sensación del vacío de aquellos días de soledad vuelve a mi en forma de ansiedad y de desesperación, yo tenia ganas de gritar, salir corriendo, o simplemente llorar pidiendo auxilio, pero sentía que si lo hacía algo saldría mal, solo podía dejarme llevar; pero no quería eso. Ya que eso tendría un final fatal.

El miedo, es parte de uno, algo con lo que ser es llenado y que contrarresta todas las emociones alegres y de cariño. Siempre viviremos con el miedo hacia algo; algo que será robado, algo que nos hará sufrir o algo que hará que nuestros lamentos entonen palabras de dolor y agonía. Toda la vida, tenía miedo, miedo de amar y no poder ser amado. La soledad con la que uno vive todos los días, es algo a lo que te acostumbras, pero cuando te sientes amado y querido, a veces me pregunto...

¿¡Como pude estar siempre solo!?

Tenia miedo.

Tenía miedo de que el sufriera.

Eso era lo que contrarrestaba mi deseo.

Sin darme cuenta se me habían aguado los ojos de tanto temor, que mis pasos se achicaron y me detuve delante de la entrada principal, donde Zayn y el señor Davis me esperaban del otro lado. Respire unos segundos y me relaje, trate de relajar mis pensamientos y trate de fingir un rostro sin preocupaciones y miedos.

Un rostro inexpresivo.

—¿Q-que te ha dicho?— me despertó de mi sueño una dulce voz de un moreno al que mire con total inexpresion.

—S-solo me ha entregado los horarios y algunos formularios que tengo que entregar para mañana.— me tomo de los hombros y note como el señor Davis tomo camino hacia su auto en señal de tranquilidad. Detrás de él Zayn y yo seguimos sus pasos.

Al subir al auto. Me quedé pasmado y todo el viaje me la pase con la mirada pegada a la ventana, pero sentía una mirada recorrer mis entrañas para tratar de que le gritara todas mis penas y temores. La verdad, es que quería decírselo, pero no quería involucrarlo, Zayn tenia sus propios problemas y el siempre me protegía y no quería causar molestias innecesarias. El auto avanzó hasta que su voz saco el silencio fuera.

—¿Podemos ir al centro comercial?— interrumpió.

—¿Al centro comercial? ¿Que veras ahí?— replicó el señor Davis mirándole por el retrovisor.

—Me he leído los periódicos de estos días y no hay nada para mi, ni siquiera un trabajo de medio tiempo, y quería ver si en el centro comercial podía conseguir algo... ya sabe.

—Pues tengo cosas que hacer, pero, podré dejarte a ti y Niall ahí, mientras yo hago algunas citas que tenía pendientes y cuando acabe pasaré por ustedes.

Mi pulso se aceleró y mis manos se estremecieron al escuchar eso, la última vez que fui a aquel lugar la experiencia no fue muy amigable. Todavía recuerdo aquellas oraciones que me hicieron menos, yo no quería volver, mis ojos se sobresaltaron, pero de mi boca no salió ni una sola palabra.

Entonces una mano paso por mi mejilla y sentí un tierno beso en ella.

—Tranquilo... estaré ahí para protegerte.