Capítulo 34.

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Dedicado a:

@adriian14

@jcgutierrez454

@Zaynie_Horan

@Srta_LarryShipper

-Zayn-

Lo que ha de empezar

Tiene que terminar...

¿Realidad?

Mis ojos fueron capaces de abrirse, aunque el pesar en ellos me hizo cerrarlos de nuevo. Estaba en una habitación demasiado asquerosa, con un olor putrefacto, las paredes de color gris con manchas negras y rojas; no quería saber lo que eran; la puerta tenia barrotes, eso significaba que era una celda. Otra vez encerrado.

Ellos decían que el día prometido había llegado.

No despegue mi rostro contra el suelo y mi visión se alejo y se enfoco en la nada. Mi adolorida mano se cerró formando un puño que se estrello contra el suelo en forma de protesta. Mis dientes se apretaban entre sí en señal de furia. Mi cuerpo estaba tenso, intente pararme pero la respuesta de mis extremidades me causo un dolor en el pecho haciendo que chocara contra el suelo. ¿Cuánto tiempo llevaba así?

Unos pasos se escucharon por el pasillo y un cuerpo se posiciono en frente de los barrotes, levante la vista y veía que me observaba con profunda gracia. El padre de Niall, o mejor dicho mi padre... aquel ser que se divertía con el dolor y sufrimiento, ¿por qué vivir con pequeños dolores cuando la muerte es solo un dolor instantáneo?

—Levántate Zayn.— dijo con una voz grave y ronca. —¡Levántate! ¿O es que ya no quieres ver que le paso a Niall?

Sentía una punzada en mi corazón cuando dijo su nombre y me obligue a levantarme, tardando varios minutos ya que mi cuerpo no respondía correctamente y si lo hacía, este causaba dolor. Cuando yacía parado frente aquel hombre, tenía ganas de estrangularlo, pero noté como detrás de el habían dos guardias, sabía que si hacia un movimiento en vano me arrepentiría.

—Tus muñecas.— dijo el hombre.

—¿Que quieres de nosotros?— pregunte en un murmullo mientras encadenaba mis muñecas.

—Tu alma.

Un profundo deseo

Es lo que busco con anhelo

Y deshacer este despecho.

Caminamos en profundo silencio, el iba delante mío, yo caminaba a sus espaldas y los guardias detrás mío, si llegaba a caminar más lento o mas rápido ellos solo picaban mi nuca con su revólver metiendo miedo en mis adentros. Veía el lugar, era más cerrado y pequeño que el anterior, todo estaba más descuidado e inestable, las celdas eran mucho más pequeñas y de menor cantidad, veía que dentro de ellas había más niños, todos con caras de hambre o dolor, petrificados como si fueran estatuas; eso me estrujaba el corazón. Pero era fácil notar aberturas o grietas de gran tamaño y me daba el presentimiento de que sería fácil derrumbarlo.

Subimos dos pisos y esto me daba la impresión de ser una prisión, algo horripilante y miraba de reojo en cada habitación si no había rastro de una cabellera rubia de raíces castañas.

Seguimos avanzando hasta que el hombre alto de cabello grisáceo y ojos azules zafiro giró a la derecha a una habitación totalmente oscura. Los dos guardias detrás mío, me agarraron de ambos brazos e intente zafarme de ellos rápidamente pero me fue imposible.

Gemía de dolor ante el brusco trato y solo era capaz de mover mis dedos y mis tobillos. Fue colocado en una silla y encadenado a esta. Era de cuero, muy cómoda a decir verdad, pero eso no sacaba el nerviosismo de mi mente, ¿que iban a hacer conmigo?

Las Cadenas Del Deseo. [Ziall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora