Capítulo V

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Narrador Omnisciente

Leyla había despertado tranquila al día siguiente, sin memoria de los sucesos. Cuando poco a poco recobró el sentido salió corriendo hacia el living.

Notó la presencia de Louis, quien no había dormido por su seguridad, pero evitando todas las miradas preocupantes. Ella; protagonista de esta historia. Tomó a su bebé en brazos, arropando con suavidad y dejando un beso en la frente.

¡Qué injusticia aquella!

De ser una madre adolescente, con un camino hacia a la grandeza terminó siendo víctima de bromas... De “bromas”.

¿Quién sabe? Las historias tienen sucesos inesperados, giros que cambian la trama y conflictos que pueden avergonzar.

•Narra Leyla•

Sentí un alivio al podes abrazar a mis bebés, cuando pude observar a los presentes el aire que venía encima mí salió. Demostrando mí despreocupación.

—Lo siento. -Susurré sin fuerzas.

Louis, el más cercano a mí, tomó con fuerza mí mano y sonrió.

—Leyla, ¡estás bien! -Asentí mientras le daba un beso en la mejilla a Lucas y luego a Niall- Nos preocupamos mucho, casi matamos a Louis.

—No habría un por qué para hacer tal cosa. -Dije yo mientras seguía meciendo a Leo.

Un acto que ya salía de mí, un acto natural y materno.

—Hay unas cuantas razones. -Dijo Luke en defensa de los dichos de Niall.

Me aclaré la garganta pero no hablé. Decidí salir de la sala, era mucho lo que me esperaba y muy poco lo que obtenía.

Sentí los brazos de Louis, lo sabía, en estos últimos días era lo que más sentía. Bufé y me volteé a mirarlo a los ojos.

—¿Estamos en peligro?

—¿Qué dices? No estamos en Argentina.

Le pegué sin dejar a Leo y negué divertida.

—Te amo, Leyla. -Susurró- En serio, eres parte de mi vida.

Sonreí mirando levemente hacía arriba, él me llevaba unos pocos centímetros.

—Tú también eres parte de mi vida, y aquella parte de mi vida se llama felicidad.

Su cara se tornó sería mientras su cabeza se movía a ambos lados.

—¿Qué sucede?

—Me llamo “Louis”, no “felicidad” -Solté una pequeña risa negando- Ven, amor.

Lo miré sorprendida por su apodo y agarró a Leo, el no se había dado cuenta. Ya era un acto normal para él.

Todos estaban hablando, mi pequeño Lucas estaba en el regazo de Mike y Chiara se encontraba haciéndole caras.

—Me parece a mí... ¿O ustedes están practicando?

—¿Qué? -Dijo Chiara.

Su cara de sorprendida cuando levantó la vista era graciosa, pero había pegado un salto que asustó a Lucas.

Mike se quejó con Chiara.

—Mi amor, ven para acá. -Susurré agarrando a Lucas.

—No debiste hacer eso. -Dijo Mike en modo reproche para luego darle un beso casto a Chiara.

Lucas seguía llorando.

—Louis... -Llame su atención, pero él estaba con Leo dormido- No, nada. ¿Luke?

—¿Sí, Leyla?

—¿Puedes hacer la leche para ambos?

El asintió.

Niall lo dirigió hacia la cocina y fueron juntos.

—¿Tienes algo de que hablar? -Preguntó Chiara dejándome su asiento.

Me senté y ella se sentó en el brazo del sillón individual.

—¿Cómo qué? -Pregunté luego de minutos.

Observando sus movimientos.

—Deberías saberlo, estuvimos muy preocupados. Era algo vacacional y al parecer estás formando una familia acá. -Dijo ella quejándose- ¿No estás preocupada?

Negué.

—¿Debería?

—¿Estás esperando otro bebé? -Preguntó Michael, Luke entraba por la puerta cuando comenzó a toser.

—Estás mal. -Le comenté riendo- No chicos, estoy bastante bien.

Volteé a ver a Louis y asintió.

—Con Louis estuvimos hablando, tal vez regresemos. Solo por nuestros niños.

—Estaría lindo. -Susurró Niall.

Me quedé en silencio mientras ellos hablaban, le daba la leche al bebé.

Narrador Omnisciente.

No se puede imaginar que tanto dolor se puede ocultar, ni en tan poco tiempo ni en mucho.

Es algo que la vida no puede decidir hasta cuándo ocultarlo, que aunque ambos lo sepan ninguno de los dos lo hablaba.

La protagonista de está historia podría estar volviéndose paranoica por dentro, no podría decir cuántos días pasaron. Pero puedo decir cuántas personas se quedaron con ella y los niños; solo una.

La cuenta no se lleva por días, ni por años, se lleva por el amor. Sus sonrisas no se comparaban, tan grandes, ocultando tanto.

¡Se veían como una pareja de verdad! Sufriendo cosas que ambos podrían superar.

Louis; se sentía como el rey de la casa, cada mañana llegaba con noticias buenas y aunque podría tardar semanas él le estaba siendo fiel. Por primera vez. Él estaba loco de amor, sabía que ella lo esperaba con una taza de café aún temiendo por las amenazas que no dejaban de llegar. Eran leves, pero aún así le preocupaban tanto como sí fuera un episodio más en su vida.

Leyla; sentía que no estaba leyendo los términos y condiciones del amor de Louis. Pero se sentía especial, no importaba cuantas veces se cayera por él, al final de cuentas los dos se estaban enamorando juntos.

Los primeros días no podía pegar un ojo con Louis fuera, pero hasta Mayo esto no fue nada preocupante.

En aquel mes era cuando los problemas llegaban.

-presente-

Leyla tomó la mano de Louis, asustada. El paquete que le había llegado, era tan detestable, asqueroso y enfermizo.

Los pequeños de ya casi un año iban caminando de aquí para allá. Observando todo y agarrándose de las sillas.

Louis no podía creer nada, de vez en cuando miraba para atrás, y en serio, es increíble cómo cambia todo en un día, un mes, ¡Inclusive un año!.

Era posible ver el pasado, pero no el futuro... Las cosas imposibles son las más curiosas.

Going back to the past.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora