—Usted es muy tentadora—Jadeaba— Señorita Aldrich.
Estaban en una esquina ocultos en la oscuridad.
―Usted señor Bradbury—Suspiro— Es mi hombre perfecto.
Le manoseaba las piernas besando una y otra vez su cuello.
Lilibeth ya no recordaba, porque había bajado de su habitación en medio de la madrugada. Ella se encontraba oculta tras una litera de libros, escuchando la conversación de su hermana y el Marqués.
Los vio besarse. Y para ella eso fue como si, le clavaran una estaca en el corazón.
(...)
Al entrar Lilibeth lo primero que recibió como bienvenida fue la cara de su padre y su madre, de total enfado. Por supuesto su hermana se encargó de explicarle a sus padres, del porque ella no había regresado en compañía de su hermana y el Marqués de Bradbury. Pero obvio omitió la parte donde ellos cruelmente la dejaron tirada, llena de lodo.
Lilibeth se disculpó unas miles de veces. Les dio su palabra de no volver a cometer una torpeza como la de ese paseo y sus padres algo convencidos dejaron pasar el vergonzoso relato de su hija menor. Luego hicieron otras preguntas ; ¿Cómo llegaste? ¿Por qué estas mojada?
Ella no se caracterizaba por decir mentiras, así que contó toda la verdad, dijo haber sido ayudada, por el Marqués de Tayrel y eso impresiono a sus padres tanto que al escuchar ese nombre, pasaron saliva gruesamente. Les explico que amablemente la llevo a un río ha asearse y por supuesto les notifico que lo había invitado a cenar como agradecimiento, que el gustosamente acepto.
Emma se colocó ambas manos en la cabeza y Emir carraspeo. Lilibeth temió que la castigaran.
―Niña pero si has invitado a alguien de la realeza— soltó la madre.
―Debemos hablar con la servidumbre, tienen que colocarse su más bonitos trajes. El comedor debe tener sus mejores adornos, hoy se debe servir la mejor comida...— argumentaba el padre con la madre.
Lilibeth impresionada no comprendía la magnitud de esa visita. ¿No era como Craig? Un marques importante por tener tierras y mucho personal que le trabajase. Para salir de dudas pregunto a sus padres sobre él.
―Haber niña, hay una enorme diferencia entre el Marqués de Bradbury y los Tayrel. Los Bradbury al principio de la época solo eran gente de dinero, negociantes o comerciantes. Al pasar de los años, obtuvieron el título de marqueses, porque son una de las primeras familias fundadoras de Londres. Por ende obtuvieron todas esas tierras— explico Emma a su hija.
―Pero los Tayrel son de la realeza, ya que proceden del castillo, del gran rey Arturo I. El luchador Michael Tayrel, tiene como ante pasado al primer concejero del rey más importante de la historia, Eliot Tayrel. Sus castillos están ubicados en Francia e Italia, su casa en Londres, es nada más y nada menos, que el palacio real— explico esta vez Emir a su hija.
A Lilibeth prácticamente se le salieron los ojos por tanto que los abrió, no tenía idea de que aquel hombre tan controlador fuese de la realeza.
De un momento a otro el castillo de los Aldrich se volvió una casa de locos. Las sirvientas paseaban de un lado a otro acomodando y adornando, las cocineras no dejaban de picar verduras, asar carnes o hervir comida, los jardines fueron arreglados en tiempo records. Los padres de Lilibeth se olvidaron por completo por lo enojados que estaban con la menor de las hermanas plata. Elizabeth perdida en su mundo junto al marqués de Bradbury no se enteró de la noticia que tenía como locos a medio castillo.
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Las Hermanas de Plata Saga Eternidad I
Ficción históricaSinopsis: Elizabeth Aldrich y Lilibeth Aldrich. Son dos hermanas nacidas para algún día ser, las dueñas y señoras de las tierras del Márquez; Craig Bradbury. El muy galante dueño de 5 castillos, alrededor de todo Londres. Son hijas del muy importa...