Capitulo 15

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Capitulo 15

Los cerdos tuvieron mucho que ver en esta historia de amor.

Si no le hubiese sucedido ese accidente.

Ahora mismo, estuviese en casa de su hermana mayor.

Viéndola feliz con él hombre que amo.

Pero la historia no fue así.

Estaba entrando a la iglesia y quien le esperaba.

Era el hombre más encantador que alguna ves hubiese conocido.

**

―Tal ves deberíamos regresar al comedor.

Lilibeth miraba al suelo.

―No. Acabas de decir que te quedaras conmigo esta noche. Así que sera solo conmigo

Michael, la tomo de la barbilla y levanto el rostro de Lilibeth. 

―Eres muy hermosa.

Lilibeth cada ves que escuchaba palabras como esas, se sentía desmayar. Le regalo una sonrisa tierna a su prometido.

―Que lindo hoyuelo tienes. 

―Ya basta Michael.

―Oh ¿que pasa? Te pones muy sonrojada. 

―Basta

Lilibeth, se tapo el rostro con ambas manos, estaba avergonzada. 

― Ven cariño― Michael la tomo de los hombros y la abrazo contra sí. ― Me gusta sonrojar a mi esposa.

 El paseaba su mano por toda la espalda de Lilibeth. Trataba de hacerla sentir en confianza. Funciono por que a los minutos estaban sentados juntos. Lilibeth entre las piernas del Marques y los brazos de él alrededor. Le explicaba sobre los distintos tipos de plantas que en su invernadero abundaba. 

Hablaron por horas, rieron y se acariciaron. Por supuesto, Michael siguió haciéndola sonrojar. Hasta que Lilibeth cayo exhausta en los brazos del Marques. 

Cuando amaneció al día siguiente. La joven plata estaba en su cómoda cama. Se levanto, a las 9 de la mañana algo muy poco inusual en ella. Denis, había entrado a la hora que siempre le correspondía y hasta ella misma se había sorprendió de ver a su señora aun durmiendo. 

―Que horror, me he perdido el desayuno. Mis padres deben de estar molestos.―Decía. Mientras Denis le arreglaba el corsé. 

―En lo absoluto mi lady. Si mal no recuerdo su hermana lo hacia todo el tiempo y a ella nunca le decían nada. 

―Si pero, es por que ella siempre los tenía comiendo de su mano. Recuerda que ella es la luz, de los ojos de mamá

―Pues, creo que eso va a cambiar

Lilibeth frunció el ceño.

Las Hermanas de Plata Saga Eternidad IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora