El Chico del Tren

"¿Que demonios?"

Mire el reloj sobre la pared, deseando con todas mis fuerzas  que los últimos minutos se pasen con la velocidad de un rayo. Descanse mi cara en mi mano y mire a la profesora, aburrida. Luego volví mi mirada al reloj.

Tic Tac, Tic Tac.

Me estaba volviendo loca.

Ya habían pasado dos semanas. Dos malditas semanas desde que había ido al Polígono del terror y había descubrido que mi mejor amiga tenía una doble vida secreta. Genial. Tampoco nos olvidemos que el sexy Kyle se había convertido en una desgracia imprevista con sus actitudes de idiota y patan.

No, gracias.

Después de la larga noche, me junte con Chloe al día siguiente. No me contó casi nada, dijo que "no podía hacerlo", pero fui buena amiga y lo deje ahí, por ahora.

Volviendo al presente, la clase de biología se estaba tornando densa e interminable. La profesora era totalmente incompetente y háblala extraño. Parecía el Dracula de Hotel Transilvania.

Ughh, odio biología, hace que quiera cortarme las venas con una regla de plástico.

Para mí buena suerte (algo que no sucede muy a menudo) el timbre sonó finalizando el día.

Todos salen desesperados, y yo no soy la excepción. Estuve esperando este glorioso momento todo el maldito día. 

Salgo de la escuela, y me encamino al estacionamiento para esperar a que mi hermano me venga a buscar. Siempre espero a Chloe para que no vayamos juntas, pero hoy no tengo el humor para aguantarla.

Me meto las manos en los bolsillos, y camino distraída, hasta que noto algo fuera de lugar.
Era un Audi X6 de color negro brillante, que estaba estacionado justo y exactamente en frente mío. Aunque sea un auto muy hermoso, me dio mala espina, y yo tengo un buen sexto sentido para estas cosas.

Cuando comencé a rodear el coche, un chico morocho, despeinado y con lentes de sol bajo del auto y cerró la puerta de un portazo llamando la atención. Este comenzó a mirar todo el lugar, buscando algo, hasta que mi mirada fugaz se conecto con la suya e hizo que su cara esbozara una sonrisa.

Oh-uh.

El chico se separó del caro vehículo y se dirigió hacia mi, dejándome confundida. Hasta mire para atrás para asegurarme de que no estuviera saludando a otra persona, pero no, el estaba mirándome a mí.

Cuando se encuentra a un metro de mi, se saca los lentes y me sonríe.

Santa mierda.

—Hola, Grace.—dice dejándome sorprendida y aterrada a la vez.

¿Que mierda hace Max en la puerta de mi instituto?

—¿Q-que..—comienzo a decir, pero no logró contestarle.

—Vamos, te llevo.—dice y me agarra de la muñeca, mientras me arrastra a su perfecto auto. Miré a mí alrededor y vi un par de chicas mirándonos y cuchicheando mientras reían ligeramente. Ugh.

—¿¡Que haces aquí!?—dije soltándome de su agarre mientras mi cara comenzaba a ponerse color carmesí.—¿Que quieres?—pregunté nerviosa sintiendo como mi corazón iba a mil por segundo.

—Te lo explicaré en el auto.—dice señalándolo. Puedo ver a Abba usando su celular por la ventana. Demonios.—Pero, te pido que por favor te acuerdes de que somos primos por parte de mi papa, y que me enteré hace unos meses. Abba me mataría se sabe que le mentí, y no bromeo.—me susurra haciendo que ponga blanca como un papel.—Ahora sube al auto, Grace Sanderson.

Max abre la puerta trasera y me hace una reverencia para que suba. Siento que si no lo hago, me va a obligar, así que subo sin chistar, claro no sin antes fijarme que mi hermano no estuviera cerca para verme, eso sí que sería peligroso.