Isabella, o Bella como sus amigos le dicen, es una profesora de 22 años. Ella no cree en el amor, pero, ¿podrá resistirse a esos ojazos verdes?. Edward por su parte, ha jurado no volverse a enamorar, ya que desde que murió su esposa, el no tiene tie...
Esta noche sería una total locura, lo deduje mientras llegábamos a la pista de baile, Edward me tomó de la cintura y me pegó a él. Mientras "Paris" de The Chainsmokers sonaba por lo que la sala. Su olor era increíble, mientras movía mis caderas y disfrutaba de su aroma, luego de bailar un rato me dijo.
-¿Te interesa James Isabella?
-¿Qué? –Paré de bailar abruptamente y lo quedé viendo -¿Por qué lo preguntas?
-Solo curiosidad –dijo mientras me llevaba fuera de la pista.
-Bien, algo me dice que él no te gusta –quería molestarlo un poco.
-Él es un mujeriego Bella, y no me gusta que el este cerca de ti.
-¿Por qué? ¿Acaso estas celoso? – pregunte.
-tu no.... –pero antes que el terminara de hablar Alice apareció y me jaló hacia los baños.
-¡Bella! ¡Qué noche! ¿No? He estado viendo como Edward se pone celoso cada vez que te ve con alguien.
-No inventes Alice! Edward anda todo raro, no creo que...
-Isabella Swan ¡A ese hombre le gustas! y mucho, pero tú lo alejas. Hagamos algo, te reto.
-ooh no no no ¡me niego! –cuando Alice me decía "te reto" nada bueno salía.
-Te reto hacer que mi hermanito se vuelva loco, esta noche es nuestra, no la arruines, enséñale todo lo que tienes!
-¡Arg! ¡Bien sabes que no puedo negarme a un reto! Está bien, le enseñare a Edward que soy muy loca cuando tomo, aunque esta sea solo la segunda vez que tomo, pero no esperes nada más.
-Trato echo, hazlo enloquecer con esa cintura nena.
Y así fui a buscar la víctima. Pobre Edward. No sé por qué estaba haciendo esto, porque definitivamente yo no era así, pero me gustaba la idea de seducir a Edward, hacía mucho tiempo que no me relacionaba sentimentalmente con un chico. Mientras pensaba en eso, vi a Edward hablando con una rubia muy hermosa, sentí incomodidad al ver cómo le sonreía, ¿serian celos? No lo creo, Edward no es nada mío.
-¡Hey! Bella te perdiste –me sonrió Jacob –mira ella es Kate la esposa de Garrett.
-Mucho gusto –dijo Kate, al saber que era esposa de Garrett, un gran amigo de los Cullen me sentí más tranquila.
-Es un placer Kate, tienes que contarme como lograste amarrar al casanova de Garrett –le conteste sonriendo.
-¡Cuando quieras Bella!- me sonrió. En eso Rude de Terrence Coles & Leon "Roccstar" Youngblood, comenzó a sonar.
Me encantaba esa canción, así que jalé a Alice, Rose y ya que va, también a Kate. Y nos pusimos a bailar, mientras movía mi cuerpo al son del ritmo, se me vino a la mente el reto de Alice, así que fui, tomé otro vaso de whisky, y regresé a bailar, comencé a moverme como hace tanto no lo hacía, mis caderas meneándose, mis ojos cerrados, la música llenándome y mucho Whisky en mi sistema, esperando que Edward estuviese viendo el pequeño show que mi cuerpo estaba dando. Al terminar mi whisky, puse el vaso en alguna parte y seguí bailando, las locas de mis amigas ni se percataban de mi presencia, yo seguí bailando canción tras canción, comenzó a sonar Madness de Muse, esa canción es genial, y yo me dejé llevar por la música y cerré mis ojos otra vez. Me giré cuando sentí unas manos en mi cintura y me encontré con el rostro de Edward a unos centímetros del mío, me miraba con deseo, y se apartó un poco para observar cada parte de mi cuerpo y finalmente susurrar.
-Si tu meta esta noche es la de volverme loco, lo estás logrando Isabella, tu cuerpo es una mina de sensualidad, tu piel es el paraíso.
-Así que has estado mirándome....- murmuré algo afectada por sus palabras y que ¡Dios! Hasta para hablar era sexy.
-A eso no le pongas duda, y estas logrando que pierda el control, y yo nunca pierdo el control.
En eso pasó Alice y su mirada era de "que comience el juego"
-Y ahora bailemos...- dijo Edward, sacándome cualquier pensamiento que tuviese.
Y vaya que si se sabía mover. Comencé a moverme y a provocarlo acariciando el cuello con mis manos, él me tenía agarrada de las caderas y yo me le acerqué un poco para darle un pequeño y húmedo beso en el cuello, podría jurar que lo había escuchado gemir, me di la vuelta quedando mi espalda contra su pecho mientras seguía bailando, casi pierdo la conciencia cuando sentí sus carnoso labios en mi cuello y al parecer eso sintió el también porque, cuando me di la vuelta sus ojos se habían vuelto oscuros, llenos de deseo, sin que yo pudiese decir nada me jaló hacia las escaleras, al llegar al pasillo del segundo piso, me tomó de sorpresa al tomarme de la cintura acercándome a él, nuestros labios casi rozándose. Me miraba como pidiendo permiso, y digamos a verdad, para ser mi primer beso sentía que mi corazón se me iba a salir, solo pude asentir y eso fue suficiente para que Edward acortara la distancia y pusiera sus labios sobre los míos.
