Capitulo IX
El Beso
Sus labios eran tal y como los imaginé, suaves y deliciosos, una dulce mezcla entre menta dulce y licor, simplemente inolvidables. Cuando sentimos que nos faltaba el aire nos separamos, y nos quedamos viendo, escuchamos como alguien se acercaba y con suma rapidez Edward me jaló llevándome con él a lo que parecía una habitación, algo que pude confirmar al mirar a mi alrededor.
-¡No me digas que me metiste en la habitación de Jasper!- murmuré avergonzada.
-No, es la de los huéspedes- quise decir algo pero no me dio tiempo porque él me calló volviendo a chocar sus labios contra los míos.
De repente todas las razones por las cuales yo no creía en el amor se me vinieron a la mente, y corte el beso. Él me miró confundido.
-Bella....- comenzó pero lo paré antes.
-Tenemos que hablar
-¿Que pasas Isabella?- creo que ya sabe lo que diré
Me senté junto a él y me repetí que lo que diría a continuación era lo mejor, para mí, para él, para Liz, para todos.
-Escúchame Edward, sé que me he dejado llevar contigo, pero yo no puedo seguir con lo que sea que esto sea. Yo no estoy lista para estar con alguien y no sé si algún día lo estaré. Lo siento. Y entiendo perfectamente si tú no querrás volver a hablarme después de esto. De verdad lo siento Edward.
-¿Pero por qué Bella?- dijo él mientras me veía con sufrimiento y frustración, esto no debió haber pasado.
-¡Porque no quiero enamorarme! ¡No puedo! ¡Y tú y tu maldita sonrisa me hace enloquecer y no quiero enamorarme! ¡Maldición!
No me quedé para ver su cara llena de sorpresa por las palabras que yo había dicho, salí de allí lo más rápido que pude y busqué mi auto, ya en mi casa le mandaría un texto a Alice, ya que no quería tener que enfrentar a Edward.
Los días pasaron y yo nunca me paraba a hablar con los padres y madres que venían a recoger a los chiquitines, algunas veces me topaba con Edward, las primeras veces hizo el intento de hablarme pero luego ni siquiera volteaba a verme, y aunque eso me tenía que tranquilizar en realidad me dolía su indiferencia.
Hoy teníamos una actividad escolar, los alumnos tenían que traer a sus papás, fue una idea que las familias pasaran más tiempo con sus niños, ya que por trabajo casi no lo hacían.-¡Hola profesora!- exclamó Lizz al verme.
-Hola preciosa, ¿Cómo estás?
-Bien, estoy esperando a mi papá, pero se está tardando mucho- puso una carita triste- pero usted podría llamarlo y decirle que se apresure, ¿verdad que sí?
-Ohh- ¡Dios, en que lio me metí!- no sé, estoy segura que ya llegará...- comencé a decir, pero al ver sus ojitos aguados y como su labio comenzaba a templar dije- está bien, le llamaré.
Su linda sonrisa fue el único incentivo para llamar a Edward, si, el único incentivo.
Unos, dos, tres, al cuarto tono mi respiración se cortó al escuchar esa voz, la única que lograba erizar mi piel y volverme loca.-¿Hola? ¿Bella? ¿Lizz está bien?
-Hola- logré susurrar y saliendo de mi trance – es solo que Lizz está algo ansiosa y queríamos saber si ya ibas a llegar, ósea Lizz quiere saber, ya sabes.
-Dile que no se preocupe, estaré allí en 10. Y ¿Bella?
-¿Si?
-No suenas como si yo te fuese indiferente, y quiero que sepas que sea lo que sea que te hizo no querer enamorarte yo haré que lo olvides. Te veo en la escuela Isabella.
Y lo único que pude pensar fue ¡oh Dios mío!
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Holis....
Aqui esta otro cap.
espero les guste. besos
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¿Que tal si te enamoras?
RomanceIsabella, o Bella como sus amigos le dicen, es una profesora de 22 años. Ella no cree en el amor, pero, ¿podrá resistirse a esos ojazos verdes?. Edward por su parte, ha jurado no volverse a enamorar, ya que desde que murió su esposa, el no tiene tie...