Kilómetros era lo único que los dividía
Él y Ella en el mismo lugar
Sobre una banca, cada quien por su cuenta
Él una vida soñada
Ella una vida miserable
Él con un vaso de café
Ella audífonos y libros
Se unen para contar una bella historia de...
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Él sigue ahí sentado, parece un perro esperando a su dueño.
Han pasado exactamente 15 días desde el suceso, las teorías surgen por toda la web diciendo que sigue esperando a que el amor vuelva a él, es por eso que sigue apareciendo a las 5 de la tarde a esperar tal vez una señal sobre que debe de hacer con su vida.
Al igual que yo debería de preocuparme por la mía. Estos días han sido difíciles, cada cierto tiempo mi tía Igna viene a visitarnos, a ver como estamos y sobre todo a reprocharme el hecho de que no estudio una carrera en la universidad.
Flash Back:
Sacaba las compras de las bolsas, mientras mi tía me ayudaba a bajarlas del auto. Habíamos ido a comprar comida mientras mi madre estaba en la sesión grupal que le tocaba a las 7 de la noche. Igna se acerco a mi y me tomo del hombro con suavidad.
- ¿No piensas ir a la Universidad?- Nuestras miradas chocan y me hacen sentirme mal por detener mi vida
- Mi madre me necesita más tía- le respondo mientras rompo el contacto visual y sigo guardando la comida en su lugar
-Tu madre me tiene a mi Rachel, yo la voy a cuidar en lo que tú estudiar una licenciatura o una ingeniería y tal vez cuando regreses las cosas ya sean diferentes- Me detengo pensando en su propuesta.
Parece una buena idea, pero luego recuerdo el rostro de mi madre cuando se enteró que Conner no volvería a casa jamás o cuando traté de que superará toda la tragedia que le había pasado a la familia Roth, pero solo conseguí romper mas su corazón.
No dejaría que volviera a pasar jamás.
- Mi respuesta es no, jamás podrás darle los tratos que yo le doy a mi madre y te agradecería que dejarás de insistir- mis palabras son duras, pero ella no entiende que mi deber es estar con mi madre en todo momento.
Salgo al jardín y observo como la noche cae en la ciudad.
Fin del Flash Back
Mi tía tiene buenas intensiones, pero no sabe cuando debe de guardar silencio. Observo mi reloj para ver que exactamente son las cinco de la tarde, desplazo mi vista del libro hacia la banca que se encuentra a unos kilómetros de mi y ahí lo veo.
Lo observo llevar su boca directamente a la taza que trae en sus manos, su chaqueta blanca esta perfectamente limpia y combina con sus pantalones negros ajustados, su mirada esta plasmada por ese camino que ella tomo ¿Seguirá pensando en ella?
Sigo pensando que parece un perro perdido y en espera de que su dueño regrese, pero ¿Y si no regresa? Al parecer la mujer pelirroja le ha dejado en claro que no siente lo mismo ¿Porqué seguir esperando?
Vuelvo mi vista al libro, no recuerdo nada de las últimas tres páginas así que con un poco de enfado vuelvo a retroceder hasta ubicarme en alguna parte de la historia que si recuerde. La protagonista de mi libro es una joven que conoce a un chico apuesto, se vuelve amigos y ella comienza a enamorarse de él, pero él solamente la usa para volver con su ex ¿Quién es tan malo como para hacer algo así?
Bajo el libro para volver a observarlo, su mirada denota tantas emociones. Veo un poco de dolor, angustia y tal vez un poco de felicidad en esa sonrisa que tiene en el rostro. Siento mi rostro sonrojarse un poco al ver que si es un poco guapo. Me escondo el rostro detrás del libro y simulo leer un poco más para evitar que la gente de mi alrededor piense que solamente lo estoy acosando, cosa que no es así solamente estoy intrigada como todos, quiero saber la historia con lujo de detalles.
Me armo de valor y me levanto para ir directamente con él, preguntarle directamente ¿Quién eres? y luego salir corriendo sin mirar atrás. Respiro hondo y camino un par de pasos, pero la alarma de mi celular suena y me indica que ya son las siete de la tarde y que la sesión de mi madre está por terminar. Ignoro la alarma y lo volteo a ver, sin embargo él ya no se encuentra en la banca y yo suspiro en resignación.
Creo que será en otro momento
Guardo mi libro en mi mochila y tomo las llaves del auto, recapitulo todas las emociones que sentí y luego simplemente conduzco a recoger a mi madre.
Un día a la vez Rachel, un día...
* * *
Hago lo mismo de siempre: Correr, preparar desayuno, limpiar la casa y llevar a madre a su sesión de las 8. Va un mes desde que veo al chico del café en la banca, ninguna de las veces que lo intenté pude llegar hasta donde se encontraba. Y de verdad lo intenté demasiadas veces.
Llego exactamente a las 5 de la tarde, pero ahora en vez de ir a mi banca voy directamente a la otro. Mi mirada lo busca, pero él no se encuentra en el lugar ¿Se habrá rendido? Hoy estaba tan emocionada por conocerlo, saber quien era en verdad, si estaba dispuesto a quedarse a conocernos o solamente estaba ahí por masoquista.
Me senté en su banca, sentía el olor a tierra húmeda y café americano cargado. Tal parece que solo vino un poco más temprano. La gente comenzaba a observarme con tristeza, así que solo me levante y camine a mi banca prefería tal parece que no era mi tiempo de dejar la cotidianidad.
Tan solo esperaba que volviera a recordarme que la vida no es tan mala después de todo
Tomo mi libro y vuelvo a releerlo todo completamente, la banca sigue vacía y el tiempo avanza demasiado lento ¿Porqué no llegas? Me siento envuelta en la realidad ¿Eres real a caso? tal vez solo fuiste creado por mi imaginación.
Me levanto de la banca molesta y paso todo el rato que me queda resolviendo sopa de letras en mi auto, con el sillón reclinado.
Todo esto fue mi imaginación
* * *
Pasaron 3 semanas más para darme cuenta de que yo misma había estado delirando con un hombre tan perfecto para ser real, todo era imaginación que mi mente hacia para llenar ese vacío que llevaba en mi corazón.
