Kilómetros era lo único que los dividía
Él y Ella en el mismo lugar
Sobre una banca, cada quien por su cuenta
Él una vida soñada
Ella una vida miserable
Él con un vaso de café
Ella audífonos y libros
Se unen para contar una bella historia de...
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Mi cabeza estaba sobre las piernas de Robín, ambos estábamos en mi banca preferida y leíamos libros que nos habíamos prestado. Ahora leía sobre un joven que había entrado en una nueva escuela y se encontraba con una mujer totalmente llena de problemas, toda su vida estaba por los aires.
En algunas partes me sentía mejor conmigo misma por saber que había personas que tenían la vida más difícil que la mía y ahí me arrepentía de pensar de esa manera. Mi vida en cierto sentido era buena; había conocido a Dick y a veces salíamos los tres a comer o solamente a platicar.
A mi mamá le agradaba Robín
-¿Por qué ella le ha dicho que si? No entiendo, si no lo quiere- Robín me mira de reojo y luego baja el libro para observarme completamente.
-Si te digo seria como darte un spoiler y a nadie le gusta eso- hago un puchero y me pongo a pensar en lo que me ha dicho y es cierto. A ninguna persona le gustan los Spoilers por el simple hecho de que siempre queremos que algo nos sorprenda.
- Esta bien, aun sigo diciendo que esta cometiendo un error- Robín solamente suelta un "como digas" y sigue con su lectura. Este libro es uno de sus favoritos, es obvio que se molestara si digo algo que sabe que no pasará, pero me gusta molestarlo. Las dudas comienzan a invadirme y no tanto del libro sino sobre su vida, no sé mucho sobre él; solamente su nombre, su edad, algunos pequeños gustos, pero solamente eso.
No se nada de su historia así como el no sabe nada de la mía.
-¿Quisieras jugar a las preguntas?- Suelto de repente y me arrepiento por no haber pensado mejor mis palabras, me levanto de sus piernas y me siento mirándolo de frente.
-Esta bien, yo comienzo- Me sorprendo por la rapidez con la que ha aceptado pero asumo que él también tiene dudas sobre mi, Robín se queda pensando un momento y luego me mira - ¿Qué fue lo primero que pensaste sobre mi? Sé sincera- Me quedo muda.
"Pensé que era un muchacho tan estúpido" eso fue lo primero que pensé, en verdad no podía entender como podía estar esperando a alguien que en realidad ya te había dejado.
Ese pensamiento cruzó por mi mente, no iba a decirle algo así de feo, pero podía decírselo con otras palabras. -mm la verdad me sentí mal por ti, verte todos los días ahí esperando algo o alguien, tu mirada denotaba tristeza pero sabía que tenías buenos sentimientos- me reí por mí declaración, eso no se parecía en nada a lo que mente me había gritado.
- Okey, tu turno- Comencé a pensar en demasiadas cosas ¿Podría preguntarle algo personal? No quería verme tan directa pero en verdad me moría por saber que era lo que había ocurrido ese día.
- ¿Eres de aquí o solo viniste de visita? Digo es un pueblo pequeño y conocemos a la mayoría de la gente- miró sus expresiones y siento que no era una buena pregunta.
-Bueno me mude por amor- Robín suspira y sé a donde lleva eso- amaba a esa chica, la seguí después de terminar la escuela, iríamos a la universidad juntos e íbamos a iniciar a vivir juntos- silencia y me mira, yo no digo ninguna palabra- o eso pensaba, ella llevaba dos meses aquí y cuando le propuse toda esa idea me termino, en aquella banca- señala la dichosa banca y me siento de nuevo mal por él.
-Lo lamento no debí preguntar- Él se encoge de hombros y luego me mira de nuevo.
- No soy de aquí, iba a irme después de lo que pasó pero algo me detuvo- Tomo mi mano y me sonrió- Algo me dijo que debía de quedarme y aquí estoy- me sonrojo.
- Bien, tu turno- Tome su mano con más fuerza, sus palabras habían entrado en mi corazón porque yo era la razón por la cual se había quedado aquí.
-¿Puedo preguntar sobre lo que pasó con tu familia?- Me tenso un poco, pero sé que se lo debo, Robín me ha contado sobre su vida lo que pasó ese día tan deseado para mi; por fin sabía sobre lo que había pasado.
- Si ¿Qué es lo que quieres saber?- Miro hacia otro lado esperando su pregunta, al cabo de dos minutos en silencio volteo a mirarlo, sus ojos denotan tristeza, me pregunto si el podrá ver lo mismo en los míos.
-¿Qué fue lo que paso?- Las imágenes comienzan a aparecer en mi mente, estaba preparada para contarlo tal como me lo había relatado la policía solo que esta vez no quería llorar.
-Mi hermano tenía un juego importante en otra ciudad y mi padre había decidido que se irían una noche antes para poder recorrer el lugar antes del partido, ellos amaban pasar tiempo juntos así que decidimos mi madre y yo que llegaríamos más tarde en el otro auto- Pause y mire esos tiernos ojos azules que ahora se veían curiosos y melancólicos- tuvieron un accidente con otro auto, ni siquiera alcanzaron a llegar a la ciudad porque un maldito ebrio decidió manejar ese día, jamás pude despedirme de ellos- Hago un puchero y empiezo a jugar con un manos para evitar llorar.
- Mis padres murieron cuando era pequeño, tampoco pude despedirme de ellos pero un buen hombre me adopto poco tiempo después y me enseño que no permanecemos rotos por siempre- Me toma de las manos y me sonríe, yo le devuelvo el gesto- Me gusta cuando sonríes- Eso definitivamente me hizo sonrojar y Robín comenzó a reírse de mi con ternura.
- Debo irme, mi madre debe de estar esperándome- asiente lentamente y se levanta conmigo para acompañarme al auto, tomo el libro que me presto y busco la página en la que estaba para colocar el separador.
-Tal vez- Lo volteo a ver- Te gustaría no sé, salir a cenar mañana en la noche- Me quedo estática y lo volteo a ver- Si quieres podemos...-Lo interrumpo
- Me encantaría cenar contigo Dick- Le doy un beso en la mejilla y camino a mi auto que está enfrente, me subo y bajo la ventana para ver que Robín sigue en la misma posición- ¿Hablamos en la noche?- Me dice si con la cabeza y luego sonríe. Comienzo a conducir y lo miro una vez más por el retrovisor festejando.
