7: besos de esos.

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Actualización de ayer y hoy.

Pov Jimin

—aquí es donde se enciende el agua- habló Yoongi mientras me ensañaba los grifos de la bañera. —se supone que este es el del agua fría, y este es el del agua caliente- explicó —, pero si no quieres pelarte como un pollo, o congelarte, debes abrir ambas al mismo tiempo y así tendrás agua a temperatura.

Terminó de decir mirandome con resignación mientras yo me encontraba apoyado de la meseta del lavamanos doble.

Asentí a sus palabras y sólo sonreí algo incómodo. Era vergonzoso que ahora tuvieramos que bañarnos porque antes, mientras estuvimos en la calle un camión que pasó junto a nosotros nos arrojó el agua de un charco al pasarle por encima después de que le había dicho a hyung todas esas cosas.

Era... incómodo que después de aquello hayamos dejado las cosas inconclusas, y ahora estemos tratando de pensar que no pasó, o que no hablamos acerca de eso.

Pero, yo no estaba dispuesto a que se quedaran sólo así; por necio que suene yo quería saber, qué era lo que él iba a hacer si ese camión no hubiera pasado, yo quería saber, si yo le gustaba de verdad a Yoongi hyung, o si él solo estaba buscando un millón de excusas para no estar conmigo porque soy "ilegal" o porque su interés no es el suficiente como para arriesgarse a tener una relación conmigo por cualquier otro motivo.

Antes de todo esto, siquiera pensar en llegar a tener a Yoongi como lo tengo ahora, me parecía algo muy lejano. Porque tenia claro que por ser compañeros de trabajo, y porque yo era solo un niño, sin mencionar que él tenía novia, lo hacia parecer imposible; por eso, sólo el hecho de que me haya "noticiado" había abierto aquella brecha, que muchos llaman esperanzas y otros ilusiones.

—hyung...- lo detuve tomando de su brazo en el momento en el que se disponía a salir del baño después de preparar la bañera para mi.

Siempre he sabído actuar por impulso, hacer las cosas sin pensarlo tanto, pero la inseguridad ahora mismo me invadía. Por lo que hyung tuvo que hablar, puesto que me había quedado callado...

—:¿qué pasa?- preguntó buscando mi mirada con la suya mientras se acomodada mejor sobre sus píes quedando frente a mi.

Lo pensé por un momento más y luego por fin hablé —¿qué hubiese hecho si... aquel camión no hubiera pasado?- hyung pareció no entender, ya que, se quedo mirandome con cierta confusión —¿cuando le dije que... lo olvidemos todo, que... sólo nos dejaramos llevar, e hiciera lo que quisiera?

—pues lo hubiera hecho- respondió con simpleza.

—¿qué?

—lo que quería... lo hubiera hecho.

Le mire con el ceño fruncido —¿y qué era lo que quería hacer?

Él rió levemente, y caminó más hasta estar justo frente a mi, bastante cerca de mi cuerpo. Me tensé y eche un poco más sobre aquella meseta.

—muchas cosas- respondió poniendo sus manos a cada lado de mi cintura y apretando levemente de ellas.

Mordi mis labios —¿de verdad?- pregunté en tono inocente.

—¿lo dudas?

Apenas pude reaccionar y poner mis manos sobre sus hombros cuando de repente, él me levanto y subio sobre la meseta del lavamanos sin previo aviso.

Lo sentí jadear sobre mis labios por el esfuerzo, y aprovechando que tenía mis brazos sobre sus hombros, enrede los mismos en su cuello y lo pegue más a mi. Con nuestras frentes pegadas y nuestras narices rozandose, sólo espere probar por fin aquellos labios que llevaba saboreando por tanto tiempo en mi mente.

Yoongi cortó con la poca distancia que nos separaba, haciendome sentir por primera vez la suavidad de sus labios dejando un casto y pequeño beso sobre los mios.

Sonreí de forma leve a la vez que largue un pequeño suspiro de alivio y lo senti nuevamenete sobre ellos, él se alejo de mi, pero no demasiado para volver repetir aquello una y otra vez. Dejando asi besos, que comenzaron siendo pequeños y sonoros y terminaron convirtiéndose en mucho más.

Sus labios se movian con situleza sobre los mios, se sentían suaves, tersos, simplemente deliciosos, Yoongi tenía los mejores labios que había probado jamás, y besaba de una forma en la que nadie más lo había hecho antes.

Los chasquidos no tardaron en llenar la habitación de baño, mientras yo me aferraba a su cuerpo, y él a mis muslos, apretandolos y acercándome más él, haciendome sentir asi su miembro rozar con mi entrepierna.

Sus labios se movian con profesionalismo sobre los mios, tratando de buscar el punto de encaje perfecto, mientras saboreaban los ajenos. Lo que comenzó siendo como un beso seco se fue humedeciendo a medida que su lengua de se pasaba por mis labios, y trataba de entrar a mi boca para rozarse con la mia.

Nunca antes me había sentido de tal forma al besar, y era que aquel hombre mayor me besaba como nadie lo había hecho. Sentir sus sutiles mordidas, su lengua, su boca, sus manos sobre mi cuerpo, todo era como la puta gloria.

Aquel beso... fue del tipo de los que nunca le cuentas a los demas, de esos que te gustan recordar a solas en las noches, y en silencio.

Esos que sólo duran minutos pero tardan años en olvidarse, de esos que te hacen darte cuenta de que «jamás» querrás besar otros labios.

Y él me besó así, lento pero pasional, como si tratara de sasear la sed de su alma a costa de mi boca.

Eran de besos esos lentos, que te llevan rápido a la cama, pero en vez de ello nos llevó rápido a la ducha.

Y quisiera decir que aquello terminó siendo mucho más que un baño colectivo, pero no lo fue.

Después de terminar de bañarnos y almorzar en casa de su familia, tuvimos que volver a Seul, pues mañana era lunes, él tenía trabajo y yo también, además de la escuela, y de que mi permiso sería solo para un pasadía y nada mas.

Sí, esa era mi triste realidad, lastimosamente yo no era un hombre, aun era un niño que debía respetar horarios, y por tal razon tuve que despedirme a regañadientes de hyung cuando me dejo en la puerta de mi casa a las once de la noche.

—ya... ya debes... debes entrar- pronunció hyung con dificultad entre besos, de verdad no me quería alejar de sus labios. Me habia vuelto un adicto sin remedio a ellos.

—umm, sólo un poco más- le pedi como por quinta vez y él rió levemente para luego complacerme.

—tu madre me va a matar- habló sobre mi boca y reí.

—esta bien- me queje alejándome de sus labios tras un último beso para por fin dirigirme a mi casa y sorprenderme en el momento en el que senti aquella sonora nalgada sobre mi trasero.

Sin tiempo a quejarme sólo me gire sobre mi hombro y lo vi acomodarse en su moto para acto seguido encenderla y antes de irse decir —:te veo mañana en el trabajo, Jiminie.

Sonreí a la vez que mordía mis labios al verlo alejarse, definitivamente aquel había sido un buen día, y pensar que los que vinieron despues de ese, fueron cada vez mejores.

Photographer ⇾ Yoonmin [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora