Capítulo 1.

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Pov. Stiles.

—No volvería a sufrir, no quería verme en aquel estado nuevamente. Por eso, hoy mismo eliminaría cualquier rastro de mi pasado y futuro.

—Stiles, si no te apresuras llegarás tarde. -mi padre se recarga sobre la puerta de mi habitación. Se veía tan joven y risueño. Tan diferente al hombre serio, estricto y difícil de tratar que conocí. —Primero desayuna, luego corre. -asentí y le sonreí a mi padre él se retiró luego de eso.

Todo era realmente muy diferente. Hasta yo lo era, ese chico que una vez se hundió y refugio entre sus libros, no tenía este aspecto, mucho menos idiota así me sentía. No volvería a ser un iluso, alguien tan inocente esta vez. Todo cambiaría. Y lo primero sería borrar mi pasado, todo esto que durante tanto tiempo había sido parte de mi vida, de mi tonto enamoramiento. Solo fue un juego, una mentira que me creí por tanto tiempo. Lo borraría para siempre ya nunca volvería a él.

—Ya nunca caería por alguien como tú.

—¡Stiles! A desayunar. -deje mis lentes y me mire por última vez en el espejo diciéndole adiós a esa persona que fui. Y dándole la bienvenida a este nuevo chico, alguien completamente atento a su mundo, lejos de aquellas fantasías e ilusiones que durante tanto tiempo lo absorbieron. 

Baje con la mayor tranquilidad a la planta baja. Mi padre miraba su móvil, alce una ceja en forma pícara. Él solo me ignoro y se retiró de la habitación, lo escuché hablar con alguien. Eso era muy nuevo pero, por lo que había oído desde que desperté de mi "accidente" el sale con una mujer. Me sentía muy feliz por él, además, desde que regresé no he visto ninguna botella de licor por el suelo o algún rincón de la casa. Todo era el paraíso, con una sonrisa deguste de mi desayuno. Sinceramente me sentía genial, estaba tan feliz por estar aquí.

—¿Tendrás prácticas hoy? -pregunta mi padre a lo que pienso y afirmo. —Bien, recuerda que es lunes y tendré jornada completa. Llegaré en la mañana. -muerdo mi tostada a lo que él sonríe. Acaricia mi cabello y toma el maletín junto a la silla. —Que tengas un buen día hijo.

—Tú igual papá. -esto se sentía tan raro, el nunca fue tan cariñoso.

Lo que recordaba era tan diferente. Mi madre había muerto durante el parto y por ello mi padre se había vuelto un hombre muy sombrío, frío y por sobre todo un gran bebedor. El me odiaba por quitarle al amor de su vida. La mayor parte de mi vida la había pasado con mi tía Marie, pero al enfermar y fallecer cuando yo tenia 5 años, mi padre volvió a hacerse cargo de mi. Recuerdo que casi no podíamos vernos, fue la principal causa de que me mudara apenas cumplí los 18 con él en ese tiempo. Quería olvidarme de mis días escondiéndome o simplemente escapando de las borracheras de mi padre y dejar de ser una carga para los Dunbar. Pero ahora lo veía tan feliz, tan brillante y parecía disfrutar ir a su trabajo cada día. Por cierto es Pediatra uno de los mejores de California. Se notaba que le gustaba su trabajo y más si al parecer salía con la enfermera más bonita de todo el hospital, que lo acompañaba además donde sea que él vaya. Mientras él sea feliz, yo también lo sería.

El fuerte sonido de mi móvil me devuelve a la realidad. Observo y es mi gran amigo Liam. Estaba llegando por mi.

—Es mejor comenzar el día. -finalice, tomando mis llaves, mi morral y corriendo para la entrada con mis ánimos al máximo.

(...)

—¡No por allí, no!

—¡Esperen!

¡Obsesión! (Sterek) [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora