Carta a una extraña

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Querida y eterna extraña que vive al frente de mi casa, siempre te veo entrar y salir de casa y trato de observar tu sonrisa, el color exacto de tus ojos e imagino como te vieras riendo ya que sólo te miro de lejos. Pero de todas formas no necesito saber esas cosas para querer buscarte y mirarte ya que sólo me basta con saber como abres y cierras la puerta, la forma en que caminas o como creo yo que ves la vida. Querida extraña no sabes cuanto adoro los momentos en que sin querer tu mirada choca con la mía, a veces pienso que aunque quisiera conocerte algún día temo que se destruiría lo que siento. Y es en ese momento, de pronto apareces en medio de lo que te estoy escribiendo, me miras, te miro y me sonríes, te sonrío y despierto.

100 Poemas Para Marte (Construyendo La Nave)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora