"Despedidas"

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Carta de Caleb a Abel

Mi madre solía decir que la mejor forma de despedirse de alguien y dejarlo ir es con una carta. Por eso te escribo Abel.

Estos meses eh sufrido tu ausencia y tantas veces me sentí culpable por tu muerte, Me sentía culpable por yo seguir vivo y tu no. Incluso comence a sentir culpa de amar.

 Cada noche soñaba contigo y cada día era un dolor el saber que no estabas. Estaba cayendo en un abismo hermano, muchas veces deseaba morirme junto contigo, las personas le decían depresión. Me enoje con la vida, conmigo e incluso contigo y es que el dolor de no haber podido hacer nada me consumía por dentro.

Las personas dicen que todo pasa por algo, que todo tiene un ¿por qué? Odiaba que dijeran que te habías ido porque así tenía que ser. Me aferre a tu recuerdo Abel con el temor de olvidarte.

Dijeron que el tiempo lo curaba todo y que la vida y el destino eran sabios con lo que hacían. Me pareció absurda cada palabra, hasta que llegué aquí y ¿qué crees hermano? conocí a un ángel en persona que me hizo entender todas y cada una de estas palabras. ¿Puedo hablarte de ella? porque tal vez quieras matarme después, aunque sabes en el fondo siento que tu también influiste para que la conociera.

Tú hermana Azul, resulto ser mi ángel, mi salvadora y la mujer que me enamoraría perdidamente. La amo hermano, la amo como nunca jamás pensé amar a nadie, ella es tan linda, tan dulce, tan especial, tan única, me contagia cada día su felicidad y su manera de ver la vida. Cada mañana que despierto y recuerdo que ella está en mi vida, tan solo quiero correr para verla sonreír. ¡Hermano ella es la indicada! y me recuerda mucho a ti sabes, siempre bromeando y jugando. Siento que una parte tuya se quedo aquí.

Ella me hizo comprender muchas cosas y ahora se Abel, que tengo que dejarte ir y que tengo que seguir con mi vida, pero siempre, siempre te voy a recordar hermano. Prometí cuidarte un día y ahora te prometo cuidar a Azul con mi vida si es necesario.

A veces aun recuerdo ese ultimo día. Y me perdonó hermano, me perdono por haberme equivocado y por no haberte salvado. Te perdonó a ti por haberme salvado y dejado solo en este mundo. Creo que las cosas comienzan a mejorar y a acomodarse.

 También entendí que el dolor seguirá pero tengo a mi ángel que me ayuda a lidiar muy bien con esto y me enseño que debo recordarte como lo que eras: el descarado, juguetón, bromista y muchas veces tonto. 

¿Te digo algo hermano? Hoy le diré a tu hermana todo lo que siento por ella. Quiero que se quede en mi vida siempre, ella es mi vida. Deséame suerte y solo ruego a Dios que no sea tan terca como tu o tendré mucho trabajo.

Pronto estaremos juntos allá arriba hermano. Esto no es una despedida, Te quiero Abel. 

Hasta pronto.

***

Soltar a una persona que se quiso mucho es difícil y por más que cueste aceptarlo, dejarlo ir también es soltarnos de todo eso que nos hace daño. Es la única forma de avanzar. No esta bueno castigarse una y otra vez por el pasado que no se pude cambiar. Algunas personas se sienten cómodas así estando en su pequeño mundo de depresión, pero Azul me enseño que solo las personas valientes se animan a más. 

No es sano aferrarse a los momentos malos, debemos aprender a soltarlos y saber que es lo que podemos cambiar y que no. 

Perdonar y perdonarse, es crecer, es volver a nacer, es dejar los errores donde pertenecen, en el pasado.

Estuve detenido en un momento, ese momento donde perdí a Abel, pero al perdonarme dejo atrás sentimientos de culpa y de tristeza, dándole paso a un nuevo sentimiento que es lo que me provoca Azul "amor"

Creo que al final de todo las personas tenían razón todo pasa por algo y después de un tiempo o de una persona que llega a tu vida, lo comprendes.

Guardé la carta en un cajón de mi armario, en unos días viajaré a la base del ejercito a visitar el lugar de Abel y despedirme como se debe. 

Son las 6:00 de la tarde y comienzo a alistarme para esta noche, tomé una ducha de 10 minutos y me coloque una camisa de botones, unos jeans azules y vans negras.

Salí de mi habitación y tía Amy esbozo una sonrisa y elevo una ceja al verme parado frente a ella.

—Que guapo sobrino—dice mientras se acerca a acomodarme la camisa y me deposito un beso en la mejilla.

—¿Esta todo listo?— pregunto tratando de esconder mis ansias

—¡Todo listo sobrino!— sonrió de nuevo y dijo: —siempre supe que mi sobrino era un romántico empedernido, ojala alguien me hiciera algo así— hablo de forma dramática. Rodee mis ojos y me dispuse a salir por la puerta —¡suerte!— grito por ultimo.


NOTA ♥

Dedico este capitulo a las duras despedidas que muchas veces nos cuesta hacer.

¿Tu tienes que perdonar o perdonarte?

Es hora de hacerlo y avanzar en nuestro camino, vida solo hay una y hay que jugársela al 100.

Este fue mas un anexo que capitulo, pero quería hacerlo. Por cierto se viene lo bueno, algo esperado por todos en el siguiente capitulo. Caleb y azul.



Cielo Azul (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora