Cielo Azul (PAUSADA)

"Estas ahí?"

Después de dejar a tía Amy en el aeropuerto y despedirme de ella tres veces ya que por alguna razón cree que aun soy un niño que tiene que cuidar, y luego también de que una señora al verme gritara que el asesino de Texas regreso y esquivará las tediosas miradas de las personas alrededor por fin regrese a la pintoresca casa rosa.

No sabia que ponerme para conocer a la primera chica en meses, estaba nervioso y me probé tres playeras que en realidad son lo mismo ya que solo cambia el color, termine por ponerme la negra que se ajusta a mi cuerpo al igual que todas, con unos jeans negros y botas negras. 

Camine hacia la camioneta vieja que ahora conduzco y me dispuse a llegar a la biblioteca. Tarde 10 minutos en llegar y revise el reloj, eran las 7:30 de la mañana supuse que la chica no tardaría en llegar y revise un poco el lugar, lo tenían muy bien ordenado y limpio. Entré en la pequeña oficina de tía Amy, preparé un café y me senté a esperar un poco nervioso.

Quien lo diría ¡de salvar al país a bibliotecario!, reí un poco ante la ironía de la vida.

Escuche el sonido de la puerta principal cerrándose y supuse que la chica había llegado, me acomodé en la pequeña silla y mis nervios se hicieron presentes, intente moverme hacia adelante recostándome en el escritorio, luego me re acomodé en la silla con una pierna cruzada, luego me levante y me recosté en el marco de la puerta, realmente no sabía como ponerme o comportarme, solté un largo suspiro y me encogí en hombros volviéndome a sentar.

Pasó media hora y fruncí el ceño, supuse que ella no vendría a la oficina y una parte de mi se sintió aliviado y otra un poco curioso de conocerla. 

Caminé por el pasillo sigilosamente hasta llegar a las estanterías de libros, luego de unos segundos escuche un largo suspiro y me removí en mi lugar, me dispuse a buscar el dueño de ese pequeño ruido que hizo eco borrando el silencio penetrante, cruce una estantería más y entonce me escabullí a forma de esconderme en los libros hasta que quede en las sombras.

Frente a mi a dos metros de distancia podía ver una chica sentada en el piso con la mirada baja concentrada en un libro que tenía en sus manos pude ver el titulo de "el principito" por encima de sus piernas. Tenía el cabello castaño brillante que de forma natural cae hasta sus hombros, su piel era blanca y tersa, por un segundo imagine poder sentirla.

Elevó la mirada un poco y me dejó ver ese azul tan profundo y atrayente, abrí los ojos como platos y mi boca se dejo caer, giré mi cuerpo para tratar de esconderme más para que no pudiera verme. Cerré mis ojos recordando la primera vez que la vi en la fuente, mi corazón se acelero y trague un nudo que se quería formar en mi garganta. Me giré de nuevo para verla, en aquel momento desee tanto el volver a ver esos ojos y sonreí por la victoria lograda...

— ¿Vas a quedarte allí todo el día?— pregunto aun con su mirada en bajo haciéndome saltar en el sitio ocasionando la caída de dos libros que para mi desgracia estaban mal acomodados. — Puedo escuchar tu respiración.

Me golpeé mentalmente por la torpeza.— ammm si, definitivamente estoy bien aquí!— hable serio tratando de sonar convincente, mis manos sudaban no quería que me viera y se asustará por el adefesio que soy.

—"Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos"— habló de nuevo pero esta vez levanto la vista y pude contemplar tal maravilla. 

Aclaré mi garganta — ¿el principito?— contesté un poco confuso rascándome la nuca.

— ¡Es mi libro favorito!.— soltó — Sabes podrías ser un asesino serial que asecha a su presa, o un poeta romántico incomprendido pero no lo sabre si no me dejas conocerte— dijo con una sonrisa en su rostro.— tu tía me llamo por la mañana dijo que tu vendrías a sustituirla y que no te gustaba que las personas te vieran, lo cual no es un problema para mi.— concluyó y entonces bajo la mirada colocando sus manos encima del libro.