Cielo Azul (PAUSADA)

"Ojos Azules"

Narra Azul

Hay 250 paso de mi casa a la biblioteca, y si voy rápido llego en 200 pasos, lo se por que los eh contado. Trabajo allí desde que llegue a este pueblo hace 5 años, mi mente desarrollo muchas habilidades por mi falta de visión. Pero hoy sera diferente, mi mejor amigo Riley viene por mi para llevarme.

Escucho el claxon sonar y salgo deprisa, conozco cada parte de mi casa, cuento cada paso de los que lleva un lugar a otro y así evito tropezar o topar con algún mueble, tengo todo en el mismo lugar nunca se mueve ni de un lado ni del otro. Mi sentido del olfato al igual que el oído se agudizaron y puedo escuchar una cucaracha volar aunque este lejos o sentir el olor del pañal de un bebé al otro lado de la calle, tal vez exagero un poco pero algo es cierto cuando no puedes ver, otras habilidades se desarrollan.

Quisiera describirles el hermoso día que se que es, porque puedo sentir la brisa fresca topar en mi rostro mientras abro la ventana del auto de Riley, escucho a los pájaros cantar, puedo sentir el olor a flores que se que algunas casas tienen y además siento los rayos del sol entrando en mi piel. En el fondo escucho a Rilye cantar "Hello from the other side" y yo lo imito "I must have called a thousand times" y luego al unisono cantamos a todo pulmón "Hello from the outside, At least I can say that I've tried".

Llegamos en tan solo unos minutos y me baje del auto que conozco perfectamente.

—Gracias Riley— exclamé sintiendo su perfume que usa hace tres años y me acerco para darle un abrazo. 

— ya sabes que cuando puedo, yo te llevo azul.—entre por la puerta principal sintiendo el más hermoso aroma "hojas de libros" y algunas viejos también, siempre me a agradado entrar en este lugar y sentirme como niña con juguetes. Aunque no pueda leerlos todos por obvias razones, la dueña a conseguido varias copias en braille para mi. Camine 10 pasos y gire a mi derecha que es donde esta mi escritorio.

La mañana transcurrió normal y tranquila, termine mi primera hora y decidí salir a comer mi delicioso sandwich que amablemente me preparó la Señora Maria que vive al lado mio.

Me senté en una fuente que hay en el patio trasero de la biblioteca, casi nadie conoce esta fuente esta escondida detrás del edificio, en realidad no se quién construiría algo como esto, tal vez era un lugar para el solo. Sentí la suave brisa inundar mi rostro y sonreí siendo un poco tonta, pero no se puede culpar a alguien por ser feliz de poder sentir las pequeñas maravillas que da la vida.

Narra Caleb

Me levante un poco tarde, había estado cansado y jamás me había sentido tan a gusto en un lugar. Eran las 9:30 de la mañana y camine hacia la cocina estirándome y bostezando, me prepare unos hotcakes y desayune tranquilo. Escuche mi celular sonar y corrí enseguida a tomarlo.

— ¡Caleb! cariño que bueno que contestas, ¿cómo amaneció el sobrino más lindo?— la Tía Amy sonaba muy dulce, sabía que iba a pedirme un favor conocía esa táctica de mamá. De forma irónica y graciosa le pregunte.—¿Qué necesitas tía?— ella soltó una risita.

— Eres un amor Caleb, veo que conoces a las Chase.— refiriéndose a ella y sus hermanas.— Olvide unos papeles importantes en mi habitación, ¿serías tan amable de traérmelos a la biblioteca?— Tia Amy era una escritora muy buena pero no había tenido la oportunidad de publicar un libro, aun seguía esperando la respuesta de una editorial, o es lo que me contó anoche. Por ahora fundo la biblioteca del pueblo que no le a ido nada mal al parecer.

Dude un poco en responder a su pedido, sigo sin querer que nadie me vea.— En la parte trasera del edificio hay un pequeño patio con una fuente, nadie lo conoce, no podrán verte caleb. Toma las llaves de la camioneta y ¿hazme el favor si?.— Parecía que leía mis pensamientos y agradecí el no tener que contarle mi temor.— bien— conteste hiendo a cambiarme.