IKRÄTHA: Cuentos de Soledad -Trygdall-

Capítulo IV.

Aquella "Obra de Ingeniería" como le dice a la bicicleta que diseñó y construyó Nicolás en su época de universitario, ya está muy desgastada, por lo que es muy frecuente oír a sus alumnas de la tarde, decirle que la recicle, más él para evadir el tema suele contestar:

- Tienen mucha razón, soy un hombre rico... pero sólo de corazón y "quizá todo hombre de ciencia lo sea" es por eso que no creo ser un buen partido jeje... Tratando de animarse a sí mismo.

Las clases que imparte por la tarde han terminado y es hora de volver al hogar. Su casa yace sobre la explanada de la colina junto a la venida este, pero a decir verdad, el pequeño tramo zigzagueante cuesta un poco de esfuerzo subirlo, por lo que Nicolás tiene por costumbre detenerse unos minutos en la cima, para recuperar el aliento y apreciar la primera vista nocturna de la pequeña ciudad costera.

Sin embargo hoy hay algo diferente en el ambiente, unos susurros que se repiten desde el interior del parque detrás de él, mismo que lo incitan a investigar.

- Parece ser un una fogata, alguien no sabe que está prohibido acampar allí. Espero no sea uno de mis estudiantes -piensa-

Entonces, motivado por su preocupación deja su bicicleta al lado de la carretera y se adentra en el pequeño parque infantil que hay allí; sin embargo justo cuando esta por distinguir las figuras sentadas alrededor del fuego, con sutileza una delicada mano se posa sobre su hombro derecho, invitándole a darse la vuelta y escuchar el llamado...

La Musa:

Si te han tachado de loco, de tonto y de necio
por jamás haberte dado el lujo
de renunciar cuando crees estar en lo correcto.

Si a tus alas la gente ha puesto un pequeño precio,
al ser malinterpretado y humillado
a pesar de que todo lo que hiciste, fue por ellos.

Si estás harto de cargar con aquellos sufrimientos.
de los cuales no eres causante ni dueño
y que siempre te conducen a inestables puertos.

Las Voces:

Entonces ven y únete nos,
nosotros somos El Gremio
De Los Tejedores De Sueños.
Los que nuestra estrella buscamos
aún en el más obscuro cielo.

Pero antes presta mucha atención
porque un terrible hechizo
pesa sobre todos nuestros miembros.

Si bien fuimos los faros del camino,
temo que mientras vivimos
nuestros logros no fueron reconocidos.

Por eso si aquí buscas fama, estás perdido,
sólo atendemos a lo que justo creímos
y maldecimos a los que robarnos han querido.

Toma tu decisión,
y sé otro de los genios
que se comunican en sueños.
De los que sus pensamientos
navegan más allá del firmamento.

La Musa:

Peregrino, guarda silencio en la Luna de invierno
porque en la colina hay un brillante fuego,
que con su calor está llamando a nuestros ancestros.

De miles de artistas están reunidos sus espectros,
susurrando imágenes, sonidos y conceptos
para inspirar a los que buscan el gran entendimiento.

Ahora que es tiempo,
pronuncia tu nombre verdadero
y por la luz de tu alma toma el juramento
que te atará al arte del conocimiento
más allá del tiempo.

Las Voces:

Entonces, si has hecho esto,
se bienvenido al Gremio
De Los Tejedores De Sueños.
A los que luchando enseñamos
a nunca esperar retribución de por medio.

Todo científico ha oído alguna vez, La Leyenda...

Aquel viejo cuento donde la iglesia en la era de la inquisición, acusaba a muchos alquimistas, de tener pactos diabólicos con seres del averno, quienes revelaban los secretos del universo a cambio de las almas de los insensatos.

Y fue precisamente ese pensamiento, el que lo empujó a salir corriendo de aquel lugar y tomar su bicicleta, para acabar refugiándose en su casa acompañado de una taza de té muy cañiente. No obstante, no pudo dormir en toda la noche, pues no lograba acallar las palabras que había escuchado.

...Nark guara hei...

(...Camina con nosotros...)