«asmr» ; yoonkook

012. wooden toys

Juguetes de madera y un micrófono de mejor calidad. ¿Y? ¿Por qué parecía tan superficial?

Un video de tan solo diez minutos con un Jungkook desanimado no era precisamente lo que Yoongi estaba buscando, pero era la costumbre y el deseo de verlo era lo que lo impulsaba a seguir reproduciendo los videos.

Aún hablaba con él, de vez en cuando el menor lo llamaba y le contaba un poco el proceso de grabación de los videos, otras veces cómo le iba con sus estudios, pero nunca detalles de su vida personal.

Y ahí estaba él. Golpeando juguetitos de madera unos contra otros, sin siquiera sonreír, sin mirar a la cámara. Todo era tan mecánico... Como si tuviera que hacerlo, incluso sin quererlo.

Aquello ni siquiera le daba ASMR a Yoongi, no lo relajaba porque sabía que algo andaba mal.

Y pensaba averiguar qué estaba pasando.

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—¿En serio? ¿Solo diez minutos? —preguntó Taehyung, el amigo de Jungkook.

—En serio, no tengo ánimo de hacer más. Tampoco es como que quiera decepcionar a mis suscriptores.

—No creo que haya algo de malo en que no subas videos por un tiempo. No creo que sea posible relajar a tus suscriptores cuando tú no lo estás.

Taehyung recogió algunos cojines que estaban regados por el suelo, los acomodó y luego trajo una bebida para su amigo. Jungkook la rechazó, pero él la dejó a un lado en dado caso de que quisiera beberla.

Jungkook estaba mal y lamentablemente era algo a lo que ya estaba acostumbrado.

El ciclo era el mismo.

El chico salía con su novio, discutían, regresaba mal y luego tenía que esperar a que el novio lo volviese a contactar. ¿Por qué estaba en una relación así? No era algo tan sencillo, pero por más que lo intentaba convencer de que no era algo bueno para él, Jungkook lo ignoraba y le pedía que no se metiera en sus asuntos. Taehyung no tenía más opción que dedicarse a consolar a su amigo y esperar a que se le pasara.

—¿Y si salimos con Jimin?

—No quiero molestar a Jimin —contestó el chico, igual de desanimado—. Tae, en serio, no tengo ganas de salir. ¿Podemos dejar las cosas así?

El timbre sonó.

Jungkook refunfuñó.

Lo primero que se le vino a la cabeza era que Taehyung lo había ignorado y de todos modos había llamado a su amigo, pero la cosa cambió completamente cuando el rostro de Yoongi lo esperaba del otro lado de la puerta.

—Hola... Hmmm... ¿Se encuentra Jungkook?

—¡Hola! ¿Tú eres Yoongi? Ah, sí. Claro, ahí adentro, pasa.

Jungkook estaba en un mal estado. No estaba de humor para atender visitas, no quería ver a nadie que no fuese su novio, pero no tenía problema con Yoongi. ¿Por qué pasaba eso? ¿Por qué sentía como si con él todos los problemas tuvieran solución? ¿Por qué Yoongi lo relajaba más que todos los vídeos ASMR que pudieran existir?

—Hola... Hm... Estaba pasando por aquí y quería saber cómo estabas y eso.

—Estoy bien, gracias.

—¿Bien? —Taehyung habló y Jungkook deseó que se cayera el techo encima, no estaba seguro si quería que fuera encima de Taehyung, de él o de ambos—. Jungkook anda un poco desanimado, por eso le estaba proponiendo que saliéramos. Él, su amigo Jimin y yo, pero ahora que estás por aquí deberías unírtenos. ¿Qué dices?

Yoongi no se lo pensó dos veces. Animar al chico y estar junto a él.

—Bueno, por mí estaría bien, no tengo nada que hacer hoy.

A lo que Jungkook agregó:

—De acuerdo, vamos.