Despedida.

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>Yaku x Lev

No importa si dejas de amarme porqué yo seguiré esperándote.

[...]

El albino no podía evitar sentirse preocupado y triste por los acontecimientos que iban a ocurrir en apenas dos días. Y el libero por su parte, tampoco estaba muy conforme.

Ambos sabían que este momento llegaría, pero jamás quisieron pensar en ello tan a fondo hasta que ocurriese. Y ahora, que iba a pasar, no querían. El ruso sentía como el corazón se le encogía sólo de pensarlo.

No quería separarse de quien amaba.

Pero era inevitable, y ellos eran conscientes de ello. Más Yaku que Lev, pues al menor le costaba asimilarlo más que no al libero. Eso no significaba que el castaño quisiera separarse de él, ni mucho menos. Es más, aunque le costara decirlo, le encantaba pasar los días a su lado, ya fuera pasando el rato o entrenando.

Cualquier segundo con él, valía por millones.

Y, aunque hubiese sido un corto año, había sido uno hermoso que disfrutaron todo lo que pudieron.

El chico estaba sentado en su cama, abrazado a sus piernas y cabizbajo. Toda la felicidad que le caracterizaba, ahora la veía más que estúpida. No pudo evitar pensar en todo lo que había pasado con su pequeño libero. Era doloroso, sí, pero también sentía una agradable calidez en el pecho.

–¿De verdad no puedo hacer nada...?

Murmuró, para él mismo. Era evidente que no podía, pero le frustraba de todas formas. Se aferró a sus piernas con más fuerza mientras sentía como sus ojos se cristalizaban. Deseaba poder vivir de nuevo este año junto a su pareja, sino podía estar con él al año siguiente.

Recordó la declaración de amor que les hizo avanzar al gran paso de ser una pareja formal. No pudo evitar sonreír entre todas esas lágrimas que caían por sus mejillas. Él había sido quien le dijo lo que sentía y, probablemente, sino lo hubiese hecho Yaku no hubiese dicho nada.

¿Ya no podría abrazarle más? ¿No podría darle los buenos días? ¿No podría besarle? ¿No podría entrenar con él? ¿Ni siquiera cogerle de la mano? ¿No podría ver su sonrisa nunca más?

¿No podría... Verle?

Se dejó caer, tumbándose en su cama, quedando de lado. Se quedó mirando a un punto fijo de la oscura habitación mientras abrazaba su almohada. Decidió que dejar de pensar era una evasión del problema, pero era lo único que podía hacer. Cerró sus ojos, soltando un suspiro hasta finamente caer dormido.

Sería duro, muy duro.

[...]

Llegó el fatídico día que ambos temían. El día de la graduación de los de tercer año.

El día de su despedida.

Yaku iba a ir a una universidad a otra ciudad lejana, por lo que viviría allí en lugar de algunos de su equipo. Aún así, todos estaban algo decaídos por la idea de separarse.

Separar sus caminos, y con ello, su querido equipo.

Cuando dieron los diplomas a todos, el equipo de voleibol del Nekoma se reunió para darse un adiós.

Un triste adiós.

–Chicos, no lloréis. –decía Kuroo, tratando de animar el ambiente. –Esto no es un adiós. Es un simple hasta luego.

Al escuchar las palabras de su capitán, secaron sus lágrimas y, aunque nuevas salieran, esbozaron una sonrisa. Creyendo las palabras de su capitán, se dieron un cálido abrazo de grupo.

One-shoots. | Haikyuu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora