One-shoots. | Haikyuu!!

Declaración torpe.

> Iwaizumi × Oikawa.

"Me gustas tú."

[...]

El castaño salió del entrenamiento más agotado de lo habitual. Últimamente, no dormía lo que solía hacerlo y tampoco descansaba esos diez minutos de pausa durante el entrenamiento.

Estaba completamente estresado. Los partidos, sus fans... Eso le estresaba, claro estaba. Pero eso no era todo. Lo que más le atormentaba eran sus sentimientos. Y no unos cualquiera, ni mucho menos.

Sus sentimientos hacia su mejor amigo habían aumentado considerablemente. Siempre le había gustado en cierto modo, pero ahora podía jurar que no se sentía igual. Eso le atormentaba más que cualquier cosa, pues no quería perderle por culpa de eso.

Suspiró pesadamente y bajó la mirada. ¿Y si se lo contaba de manera indirecta? No, no debía. Se daría cuenta, pues ese chico no era tonto. Pero era en quien más confiaba en todo el mundo y no le quedaba nadie mas cómo para contarle sus estúpidos e insignificantes problemas. No, nadie merecía aguantar sus tonterías de adolescente "enamorado".

-¡Oikawa! -le llamaron y se tensó. Giró la cabeza lentamente, con los ojos cerrados con fuerza, esperando que no fuera él. -¿Te encuentras bien? -preguntó, era una voz masculina mas no era él. Sintió un gran alivio en su pecho y abrió los ojos para encontrarse con uno de sus compañeros de equipo. Dedujo que el entrenador era quien le había mandado, o incluso Iwa-chan. Esbozó una sonrisa y asintió.

-Estoy bien, Kindaichi-chan. -respondió, con la mayor naturalidad posible. Sin dejarlo protestar, metió sus manos en sus bolsillos y siguió con su camino.

Caminó más rápido de lo normal para no encontrarse con Iwaizumi, ya que él también solía ir por esta calle. Entró rápidamente a su casa, y tal cual lo hizo subió a su habitación, dejando a su madre algo descolocada. Decidió que era mejor no molestar a su hijo de momento.

Oikawa se dejó caer en su cama, soltando un suspiro de aquellos que últimamente no paraba de hacer. Trató de mantenerse con una sonrisa, pero se iba desvaneciendo poco a poco sin que pudiese evitarlo. Ese chico le estaba volviendo loco con tanta confusión. Y si... ¿Y si estaba enamorado de él? Era un absoluto y completo cliché el estar enamorado de tu mejor amigo o amiga en las películas, pero en cierto modo, era el más real.

Pero al contrario que en las películas, no veía la posibilidad de que se volviesen pareja. No por él, sino por Iwaizumi. Seguro que estaba enamorado de otra chica adorable de su clase.

Sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos y se levantó de su cama. Decidió sentarse en su escritorio y mirar por la ventana hasta que encontrase algo que hacer. Entre la gente que pasaba -que realmente no era mucha-distinguió una silueta parecida a su mejor amigo. Buscó sus gafas en el cajón y se las puso de inmediato. Estaba en lo cierto.

-¿¡I-Iwa-chan!? -exclamó, alterado. ¿Por qué no estaba ya en casa? ¿Le estaba buscando porqué hoy no estaba centrado? Todas esas preguntas pasaron por su mente. Volvió a mirarle fijamente, esta vez, con una sonrisa en sus labios. Le gustaba observarle, por muy raro que sonara. La mirada del moreno se dirigió hacia la ventana, haciendo que Oikawa agachara la cabeza por instinto.

Su pulso se aceleró por ese milisegundo en el que sus miradas se cruzaron. Notó su cara arder como nunca lo había hecho y un nerviosismo impropio de él.

¿Cómo era posible que una sola persona hiciera hacerle sentir así con una simple mirada?

Oikawa Tooru, quien siempre vacilaba sobre todas las novias que había tenido, ahora era un adolescente cliché enamorado de su mejor amigo.