Prólogo

169 18 3
                                    

La historia de Eldarya, como muchos saben, es algo desordenada, como un chisme, sólo se conoce por las habladurías de los que la han escuchado, pero jamás fue escrita en papel, para algunos tiene un significado especial, al igual que su mundo cada ciudadano tiene una historia por escribir, un libro en blanco que será llenado con el paso del tiempo, otros piensan que es una irresponsabilidad, que se ha dejado de lado por atender otros asuntos, unos cuantos son más relajados y no le prestan mucha atención, pero lo cierto es que la guerra entre humanos y faerys fue una tragedia para ambos bandos.


Muerte, es lo que muchos recuerdan de ese día, pero con esfuerzo, han logrado levantarse y seguir adelante, aunque sigan habiendo obstáculos.


Hace algunos años, el oráculo, con mucha pena al ver lo que pasaba con su gente, con algo de paranoia y ciertamente, muy débil, tomo la decisión de crear un sucesor, alguien con su esencia que tomara su puesto en caso de que alguna catástrofe sucediera, lo crearía con sus propias manos, con aspecto mortal, así podría caminar entre ellos, pero con un interior poderoso, que lo haría superior a todos.


Sin embargo, no podía arriesgarse, si su creación era corrompida, todo su plan se vendría abajo, y otra desgracia caería sobre el pueblo eldaryano, así que eligió un hombre de buen corazón que ayudara a protegerle, de nombre Ashkore, como un poderoso dragón, sirvió lealmente, sin pedir nada a cambio.


Pocos días faltaban para el nacimiento de la criatura, cuando el oráculo fue atacado, una bruja antigua de nombre Hécate, como la Diosa de la mitología griega, de gran poder y oscura alma, entró al cuartel, sobrepasando cualquier barrera o guerrero que se le opusiera sin gran esfuerzo, Ashkore intentó detenerla por igual, pero nadie era capaz de dañarla, su objetivo era extraer el poder de la creación del oráculo.


Una gran batalla se dio cuando se acercó con maliciosas intenciones, logró obtener algo de la esencia, pero el oráculo, en su desesperación, trató de destruir lo que restaba, una gran explosión resonó en la sala del cristal, un destello de esencia golpeó directamente al joven Ashkore, dejándolo en el suelo mareado, una multitud se dirigió al lugar al escuchar el sonido, Hécate, furiosa y con poca energía, escapó sin dejar rastro, el oráculo había desaparecido.


Unos gritos hicieron que el joven volviera a la realidad, la gente lo miraba asustada, excepto por aquellos que lo observaban con odio, se preguntó que pasaba, giro la vista para notar que el cristal se había roto, esto provocaría otra tragedia, y como el único en el lugar, fue señalado como culpable.


Sin poder creerlo, fue encarcelado, repudiado por todos, cuando sus intenciones habían sido las más puras, con el tiempo, su corazón se llenó de rencor, jamás le dieron la oportunidad de explicarse, y al igual que ellos habían hecho con él, les daría castigo a la guardia sin diferenciar inocentes de culpables, estudió cada rincón y entrenó hasta que su cuerpo no podía más, un día al azar, escapó de su celda sin mirar atrás, prometiendo volver.


En cuanto al otro destello de esencia, de forma milagrosa, se había perdido entre muchos mundos, pudiendo golpear a cualquiera, llegó por casualidad al cuerpo de una niña humana que jugaba en un columpio, ella cayó desmayada, su familia angustiada corrió a su ayuda.


Ese día muchas vidas cambiaron, y el futuro no deparaba nada bueno, la profecía de los tres marcados acababa de comenzar, y el oráculo no era capaz de dictarla, el destino se encargaría de unir las piezas. 

La marca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora