Capítulo 4: ¿Cita?

67 10 24
                                    

Free! ni sus personajes me pertenece, es una obra de Hiroko Utsumi (anime) y de Kōji Ōji (autor de la novela ligera) 

Capítulo 4: ¿Cita?

Haru había llegado hace unos diez o quince minutos al lugar de encuentro... Y aún faltaban cinco minutos más para lo acordado. Traía puesto una camiseta a rayas celeste y blanca, unos pantalones marrones y unas zapatillas negras.

Nunca había llegado temprano a ninguna reunión, es más, él era a quien siempre había que esperar, pero se sentía tan nervioso con la idea de tener que salir y hablar con una persona a la cual no estaba acostumbrada, que no pudo evitar irse un rato antes de su casa, aun sabiendo que llegaría más que puntual.

—Oh, Nanase, ya estás aquí. —Escuchó a su espalda, lo que le hizo voltear y encontrarse con su salvador, quien llevaba unos vaqueros negros ajustados, una musculosa del mismo color, y una camisa a cuadros roja y negra.—¿Llegaste hace mucho?—

—No, acabo de hacerlo. —Por algún motivo, le dio la impresión de que la anciana que estaba alimentando a unas palomas cerca suyo lo estaba mirando de forma acusadora.—Entonces... ¿Qué hacemos?—

—Podemos dar una vuelta mientras hablamos. —Al de ojos azules se le paró el corazón cuando escuchó eso. Como si no tuviera un gran problema para comunicarse ya, encima debía hacerlo con un extraño.—Y luego si quieres te invito un helado.—Sugirió el más alto mientras comenzaba a caminar, seguido por el otro.

A diferencia de lo que Haruka había pensado, no se le hizo tan difícil el mantener una conversación con el mayor, quizá porque el susodicho hablaba prácticamente por los dos.

—Así que tu sueño es ser nadador olímpico por tu padre. —Comentó el más bajo tras oír la historia de su acompañante.

—Bueno, es en parte por él y en parte por mí, supongo. —Contestó bajando la mirada un poco triste y alzando los hombros, para después volver a observar al de cabello azul. —¿Y tú? ¿Tienes algún sueño? —

—Ser libre. —

—¿Eh? ¿Libre? —Repitió algo desconcertado Rin. —¿Acaso eres prisionero o algo? —

—No, pero tampoco quiero serlo. —El de dientes de tiburón prefirió no seguir en el tema, aunque realmente sonaba muy interesante la forma de pensar del chico.

Luego de haber dado la vuelta acordada, el menor fue básicamente arrastrado hasta la heladería, aunque tampoco le molestó demasiado.

Siguieron hablando un rato más mientras caminaban por las calles sin una dirección en concreto, solo que ahora con más participación por parte del de ojos azules, eso a pesar de que eran los típicos temas de cuando comienzas a conocer a alguien: familia, amigos, gustos, etc.

—Si te gusta nadar algún día habría que hacer una pequeña competencia, eso si estás de acuerdo, claro. —Sugirió el más alto con una sonrisa de lado que le demostraba al menor el nivel de amor que tenía por las carreras.

—Yo solo nado estilo libre, no me gusta hacerlo por tiempo. —Esa respuesta hizo al mayor callarse, parecía no haberle gustado esa propuesta al otro.

Sin que se dieran cuenta y de tanto caminar sin rumbo, dieron con una pequeña feria de artesanías en un parque, al que por idea de Matsuoka, ingresaron.

Encontraron varias cosas interesantes, aunque ninguna lo suficiente como para querer comprarla, o eso pensaba el más bajo, hasta que en uno de los puestos encontró un collar de cuerda con un pequeño delfín tallado en madera y sintió algo parecido a un flechazo, aunque al ver el precio lo que sintió fue más algo así como un disparo a la billetera.

—¿Te gustó ese? —Escuchó otra vez detrás suyo, dándose cuenta de que el de cabellos rojizos estaba hace un rato observándolo. Miró hacia la joven que estaba a cargo y con su mejor sonrisa seductora, comenzó a hablarle. —Disculpa ¿hay alguna posibilidad de que me hagas un descuento si compro dos? —La chica pareció haber quedado embobada en él por un momento, para después responder.

—Cla-claro, si lleva dos el segundo sale la mitad. —Contestó mientras enrollaba un mechón de su cabello naranja en el índice.

Rin eligió el de delfín y uno igual, pero con un tiburón, pagó y la chica le dio una bolsita con los dos collares y una tarjetita.

—¿Siempre haces esas cosas para conseguir lo que quieres? —Habló después de un rato Haru con un tono más serio de lo habitual una vez se alejaron de la feria.

—Quizás te suene algo caprichoso, pero no me gusta recibir un "no" como respuesta. Pero tranquilo que no voy por la vida seduciendo chicas, no tienes que ponerte celoso. —Le guiñó un ojo y le colocó el collar.

—No estoy celoso, ni siquiera tengo motivos. —Se excusó mientras bajaba la vista hacia su nueva adquisición con un sonrojo imperceptible.—Luego te devolveré el dinero, gracias.—

—Puedes pagarme invitando tú la próxima vez que salgamos. —Propuso con una pequeña sonrisa.

—¿Quieres volver a salir conmigo? ¿Por qué? Realmente no soy tan interesante. —

—Tienes que dejar de decir eso, ya te dije que eso lo juzgaría yo y ya lo hice, me divertí mucho hoy.—Nanase sintió una extraña calidez al oír eso, era raro que alguien que no fuese de sus amigos le dijera algo así.

—Pues... Debería pensar en algo antes, siempre que salgo es porque alguien más me invita a algún lado. —La idea en realidad era que eso solo fuese un pensamiento, pero cuando se dio cuenta de que lo dijo en voz alta, se sintió algo tonto.

—No pasa nada, el hecho de volver a verte es suficiente, tómate el tiempo que quieras porque tampoco me gustaría que te canses de mi muy rápido. —Contestó con una pequeña sonrisa en el rostro.

—...Creí que ya no lo harías. —Comentó por lo bajo el de ojos azules, quien apartó la mirada hacia el otro lado.

—¿Eh? ¿De qué hablas? —Preguntó confuso el más alto.

—Lo de hacer lo que sea para conseguir un sí. —Al principio, Rin no había entendido eso, pero al hacerlo no pudo evitar reírse.

—En realidad estaba siendo honesto, pero si te hace feliz pensar que es por eso, no hay problema. —

Después de eso todo el camino transcurrió en silencio, pero en uno que era tan perfecto y cómodo que ninguno de los dos quería arruinarlo.

Cuando volvieron al parque del principio, cada uno se fue por caminos separados, no sin volver a decir que se volverían a encontrar.

Y era en ese momento en el que a Haru solo se le ocurría una idea...

La cual obviamente, era pedirle ideas a Makoto.

Continuará... 

¡Buenas tardes/ noches/ lo que sea!

Bueno, para lxs de España ya es miércoles, pero técnicamente para mi aún es martes, así que no hay retraso(?

Como aclaré el capítulo anterior, Rin nació en enero (no recuerdo el día ahora) y Haru en junio, por eso Rin es mayor.

Espero que les haya gustado, que le den click a la estrellita y que comenten, me alegra mucho saber si les gusta :3

¡Hasta la próxima! ^.^/

El Amor del Verano (Free!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora