CAPITULO 5.- PASIÓN DESVERGONZADA

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LAMENTO NO HABER ACTUALIZADO ANTES, ESTOS DIAS ESTARE ACTIVA CON LA HISTORIA

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Anteriormente....

- Vamos pequeño, ya he visto tu cuerpo, me atrevería a decir que lo conozco mejor que tú, este asqueroso chupasangre según tú, es tu dueño, tu señor y me debes devoción – el castaño heterocromatico decía mientras subía a la cama.

Zero cubrió su nívea piel con la fina sabana de seda negra, decir que el temblor en su cuerpo era por miedo seria mentir, temblaba muy a su pesar por la excitación que le producía el mayor, obviamente no lo admitiría abiertamente, seria perder su orgullo, cuando todo el peso de Rido hundió la cama, el oji lila respiraba pesadamente, no se entregaría fácilmente.

- ¿Qué crees que haces? – pregunto el menor al ver al castaño mayor deshacerse de su camisa

- Creo que he sido muy paciente contigo – dijo el purasangre lamiendo el lóbulo del menor, Zero se estremeció pero no iba a ceder

- Déjame, maldito bastardo – gruño el albino pataleando con la esperanza que el castaño se alejara – jamás me entregare a ti por voluntad propia

- Eso ya lo veremos, luego rogaras para que te tome y seré yo quien te niegue el placer de poseerte – dijo tras arrancarle la sabana de tajo, Zero cubrió su cuerpo con las manos, Rido no pudo evitar reírse – Zero he visto tu cuerpo desnudo no tienes de que avergonzarte, eres precioso, tan frágil, tan débil, tan tu – dijo lamiendo el rostro del menor, el recién convertido se estremecía al sentir la húmeda lengua recorrerle el rostro.

Rido fue bajando por el cuello del menor, el agridulce sabor del cazador lo perdía, Zero apretaba sus labios para no soltar gemidos poco masculinos, el heterocromatico rio por lo bajo pues el menor luchaba contra sus instintos naturales, ya se estaba cansando de todo este jueguito de seducción quería profanar aquel cuerpo y llenarlo de su maldita simiente, tomo al menor por el cuello y ejerció un poco de presión, relamiendo sus labios deja salir sus afilados y diabólicos colmillos

- Dime Zero – dice gruñendo – a quien perteneces – paso su larga y húmeda lengua por el lado izquierdo de su rostro

- Y..yo... no le pertenezco a nad...ie... maldit..ooo – gemía el menor, el mayor presiono mas fuerte el delgado cuello del cazador/vampiro

- Esa no es la respuesta correcta, inténtalo de nuevo, sé que puedes... a quien le perteneces – un sonido casi demoniaco salió de la garganta del pura sangre, Zero empezó a perder la visión y gruesas lagrimas salían de sus amatistas ojos

- Yo....yo soy Tu...tu...yo, soy tuyo...por favor Rido, POR FAVOR!!! – grito el menor, el mayor se levantó de la cama y se dirigió a la puerta, Zero miro desconcertado a Rido – a... a dónde vas – pregunto

- Te dije que rogarías por ser tomado por mi... RUEGA – gruño tomándolo de los platinos cabellos y besándolo de una manera tosca y salvaje hundiendo sus colmillos en los delgados labios del chico

- JAMAS – grito zafándose del agarre en sus cabellos para saltar y así aprisionar las caderas del mayor con sus esbeltas y torneadas piernas, lo beso desesperadamente, el purasangre lo empotro contra la pared y lo siguió besando desmedidamente hasta que el molesto oxigeno le hizo falta.

Rido los dirigió a la cama donde aventó al menor y sentándose a horcajadas sobre él, lo abofeteo, el joven albino siseo por el ardor en su mejilla y sin vergüenza restregó su pelvis contra la del mayor, juntado todas sus fuerzas le empujo y con una maestría acaricio el lampiño y trabajado pecho del mayor lenta y sensualmente hasta llegar a la cinturilla del pantalón del castaño, con su lengua recorrió un camino desde el cuello hasta al ombligo del vampiro, con la lengua jugo con el botón y con los dientes bajo la pretina del pantalón, con sus frías manos tomo el grueso y venoso falo y como niño inocente saboreo el líquido pre seminal cual dulce néctar, el cuerpo del hombre más odiado por los de su clase estaba tenso, las sensaciones que le provocaba el muchacho frente a él eran indescriptibles, volviendo a cogerlo por los pelos le follo la boca hasta tocar la garganta del chico que hacia esfuerzos por tomarlo entero pues no era para nada pequeño, la arcada se hacía presente hasta que los vellos púbicos del mayor le hicieron cosquillas en la nariz, este subía y bajaba y pasaba la lengua por el gran y monstruoso pene hasta que un "pop" se escuchó en la habitación las respiraciones agitadas de ambos adultos hacían eco en el lugar, Zero lamio sus hinchados labios y sonrio, el miembro del mayor estaba firme y erecto, grueso, lloroso y ansioso por llenar el apretado y rosado culo del albino.

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