CAPITULO 9.- PRINCIPE

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En la mansión Kuran las cosas se estaban saliendo fuera de control, desde hacia semanas la reina no se había sentido bien, y eso provocaba el descontrol de sus poderes, cosa que ponía en constante peligro las vidas de los habitantes de aquella casa, en especial, afectaba la tranquilidad del rey.

En estos momentos Kaname estaba encerrado en su oficina, no quería estar cerca de Yuuki porque si lo estaba acabaría matándola, el solo hecho de estar a su lado le irritaba.

Ruka y Rima quienes estaban en los aposentos de Yuuki, veían como el sanador la trataba, sudor frio bañaba el cuerpo de la reina, sus ojos chocolate eran teñidos de un rojo carmesí, y el aire en la habitación era tenso.

- La reina estará bien – pregunto la modelo, el doctor ignoro a la mujer y siguió examinando a la vampiresa

- Necesito hablar con Kaname-sama – dijo con una expresión que confundió a las mujeres

Seiren camino a paso rápido hasta el despacho de Kaname, donde lo encontró en un estado poco acostumbrado en él.

Con algo de miedo, pues el sangre pura tenia la mirada ida y un extraño fuego que no agrado a la noble, juntando valor, le informo que el sanador quería hablar con él, este se levanto y fue hacia los aposentos de Yuuki, el doctor al verlo se inclino ante su rey y pidió hablar a solas con los monarcas del clan Kuran

- Mi señor, en buena hora, la reina está en cinta – el doctor le dio la peor noticia que pudo a Kaname, Yuuki ya tenia lo que quería, solo le quedaba acabar con Zero, no dejaría ningún cabo suelto, tenía que asegurar la continuidad de su sangre

Kaname salió como alma endemoniada, ninguno de sus planes había dado resultado, aun no entendía como su hermana había acabado preñada, lo peor de todo es que el consejo de vampiros ya sabría de esto y lo presionarían aún más.

El castaño entro a su biblioteca privada y desato todo su poder, los nobles y humanos que habitaban en el castillo fueron victimas del descontrol de Kaname, Takuma entro a duras penas a tratar de tranquilizar a su líder, pero fue en vano cuando a eso se le unió la furia de Yuuki.

Esa noche la mansión Kuran fue hecha pedazos y los pocos sobrevivientes se fueron a otras casas nobles.

El rumor del embarazo de la reina, llego a oídos de los cazadores, el ex presidente de la asociación informo a Yagari en cuanto le avisaron, el andrógino hombre, sabia del paradero de Zero, pero no sabia que cuando volviera no lo haría solo.

Zero estaba haciendo sus maletas, extrañaría el cálido lugar, pero era hora de regresar después de casi cuatro años fuera, sentía incertidumbre, no sabia como reaccionaria al tener a Cross frente a frente, no desde que le mintió y uso desde siempre.

Rido estaba esperando por él en la puerta, se sentía raro volver, a decir verdad, su relación con Zero había empezado mal, unidos por venganza y cuando todo acabara que, acabaría también su lazo, él siempre fue indiferente a las cosas del corazón, pero desde que estaba al lado de Zero, algo había cambiado.

Zero sentía la penetrante mirada de Rido sobre él, no le incomodaba, ya no, en un principio le molestaba, ahora era algo natural en él, mentiría sino dijera que cuando vino con él, lo hizo por mera venganza y dolor, pero ahora había algo cálido, cada que el mayor lo tocaba, reconocía que amaba a Rido, pero que era él para el sangre pura, que sucedería cuando alcanzaran sus objetivos, no lo sabía y no quería pensar en ello, no todavía.

- Es hora de irnos, solo faltan ustedes – la suave voz de la chica saco a ambos de sus pensamientos

- Si madre, casi acabo – Rido tomo las maletas que ya estaban hechas y se adelanto

- Te espero abajo – el castaño tuvo la necesidad de besar al albino, pero se contuvo, Zero tomo de la manga a Rido y este le miro sorprendido

- Rido... yo – no sabía cómo decirle – cuando esto acabe, nada.... Olvídalo – se sonrojo y ese acto hizo sonreír al mayor

- Escucha, solo lo diré una vez, me he salido de mi papel de antagonista, pero Zero, cuando esto termine, tú serás mi reina – no era una declaración de amor, pero para Zero era más que suficiente

- Promesas...promesas- el albino cerro su maletín y fue al lado de Rido – tu serás mi rey

Dante veía todo con ojos críticos, hasta Kaguya apretó su mano

- Vendrán problemas, de eso estamos conscientes todos, si realmente son almas gemelas, lo superaran, ni la muerte pudo conmigo, ni la traición contigo, esto no es nada para nuestro hijo, Dante, él es el príncipe

- Lo que temo, es que no nos perdone

- Dante, pasara lo que tenga que pasar, Zero es fuerte, se sobrepondrá

Dante subió lo que faltaba al coche y tomaron rumbo a la academia Cross.

Kaito se encargo de correr el rumor que un sangre pura exiliado vendría a tomar su lugar como líder del aquelarre real.

Dos semanas habían pasado desde que Kaname y Yuuki habían perdido el juicio y destruido la mansión, solo sus fieles amigos se quedaron a su lado.

Yuuki estaba feliz en la casa de campo de Cross, la tranquilidad del lugar era lo que necesitaba para llevar a termino su embarazo, su matriz no era apta para llevar vida, pero estaba decidida a traer a ese bebé al mundo

- Pequeño príncipe, solo somos tu y yo, pero juntos acabaremos con Kaname, después encontraremos a Rido y sufrirá el mismo destino que tu padre y al final Zero será mío, mío y solo mío – la risa histérica de Yuuki erizo la piel de Shiki

- ¿Tuyo para que Yuuki? – pregunto Ruka

- Mio para amar, sabes él era el único que se preocupaba por, el único que me amaba, pero también me quito a Kaname, así que también mío para matar, torturar – Ruka trago saliva – crees que estoy loca verdad

- No mi reina

- Mi hijo tendrá al mejor padre, sabes, este niño no es de Kaname, pero tu guardaras el secreto – con un rápido movimiento puso una daga en el cuello de la otra vampiresa – si esto se sabe, morirás – Shiki se escondió en las sombras cuando la reina paso por su lado

En una de las casas de seguridad de los cazadores un vehículo entraba imponente

- Hemos llegado – dijo Zero

- No hay vuelta atrás – Rido tomo la mano de Zero, acerco su rostro al albino y lo beso. – aquí nos separamos

- Prométeme que volverás – Rido asintió y el joven peli plateado lo beso con un sentimiento que lleno ese vacío que tenían en el alma – te amo

- No te arrepientas luego

- Jamás

- Es hora de irnos Rido – Dante lo esperaba protegido por la oscuridad del bosque

- Cuídense – la niña se despidió, Yagari se adentro a la casa seguido de los albinos. – estarán bien Zero, regresarán

- Lo sé, madre, pero eso no lo hace menos doloroso.

- Lo amas

- Mas de lo que llegue a imaginar

- ¿Cuándo esto termine?

- Juntos hasta la eternidad, él es el rey de mi corazón.

Kaguya sonrio, si eran almas gemelas, eran correspondidos, solo tenían que superar las adversidades futuras.

"Pronto Dante, pronto"

REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora