REY

CAPITULO 3.- ROSA NEGRA

SALIO CORTO EL CAPITULO EL PROXIMO LO HARE LARGO

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Yuuki miraba caer la nieve a través de la ventana, mientras Kaname digería la orden del consejo vampírico "un mes, Kaname, tienes un mes para casarte", no iba a caer tan fácil ante el consejo él era el rey, haría las cosas a su manera, era el maestro titiritero todos obedecían a su llamado, si sólo su caballero estuviera ahí.

- Kaname oni-sama cuando se llevara a cabo el ritual de casamiento – pregunto Yuuki quien vestía de una exquisita seda rosa

- Todo a su tiempo, princesa, no apresure las cosas – dijo el borgoña

- Oni-san sabes donde esta Zero, dicen que ha desaparecido, espero y este con vida – dijo la castaña mientras se sentaba en el regazo del mayor

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Consejo de Cazadores

En el consejo de cazadores todo era un caos, desde la desaparición de Zero se creía que la alianza terminaría, pero por qué, pensó Yagari.

Tooga Yagari estaba caminando por los amplios y desordenados pasillos de la asociación de cazadores, cuando fue interceptado por Kaito, quien ya recuperado de sus heridas, había investigado por qué tanta saña hacia la familia Kiryuu, Yagari sabía lo esencial, mas no la historia completa, todo lo relacionado a las familias de cazadores era archivado y en su momento eliminado de los registros de la asamblea.

Ambos hombres se detuvieron al ver al presidente del consejo, lo saludaron y siguieron su camino, sin percatarse de la presencia de Cross en el lugar.

El presidente era un ser andrógino y asexual no se podía definir su sexo, pues físicamente parecía mujer pero su voz daba a dudar de dicha feminidad

- Espero y valga la pena que haya salido de mis aposentos, para esta reunión extraordinaria Cross- dijo el ser de ojos verdes

- Necesito que elimines los expedientes K-5 – pidió con trémula voz Kaien

- Esos expedientes, no son esos los archivos de la familia real Kiryuu, cuyo único hijo está bajo tu tutela – hablo impasible el de cabellos con matices purpura y gris - no veo razón para eliminar archivos que contienen los orígenes de los cazadores – miro a los ojos al rubio paja

- Zero, es el enemigo ahora se ha aliado con vampiros que no están dentro del pacto de paz, ahora que es uno de ellos, no estamos seguros, muchos jóvenes cazadores corren peligro, incluso Kaito fue víctima del enemigo, no dijo quien infligió el daño, pero si dijo que era un vampiro pura sangre, si otros clanes se enteran de esto caeremos en otra guerra – hablo con labia el vampiro sin colmillos

- Aunque así fuere esos documentos son años de nuestra historia, formación básica para nuevos cazadores – hablo el presidente y abriendo la puerta salió de aquella oficina.

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Kaito llevo a Yagari al viejo salón de archivos muertos donde dos cajas eran dedicadas al archivo K-5, un archivo más viejo que el mismo tiempo

- Yagari – sensei, tenemos que llevarnos estas cajas, sé que ocultan cosas en la asociación, hace un tiempo empecé a sospechar, siempre mandaban a Zero a misiones fuera del país en donde no había manera de comunicarse con el sino sólo a través de cartas y siempre estaba Kuran para " ayudarle" no se le hace extraño, también la facilidad en la que cambiaron a Zero de edificio – Kaito empezó hablarle de sus sospechas cuando escucharon que se abrían las puertas

- El presidente mando guardar bajo llave K-5 – dijo una voz femenina

- Vi salir al señor Cross de la oficina e iba enfadado, crees que a eso se deba que quiera resguardar estos documentos – hablo otra fémina

- No lo sé, pero es mejor guardar los documentos – de pronto un estallido hizo volar la bodega, provocando un incendio en el lugar Kaito y Yagari sacaron a las jóvenes mientras ágilmente guardaban los documentos en una maleta de viaje de Kaito, antes de salir del lugar vieron claramente al responsable de aquel atroz acto y como esa persona prendía fuego a las ya vacías cajas con la etiqueta K-5

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Antigua Mansión Kuran

Zero iba a todo galope entre las ruinas de la vieja mansión, el aire le daba al rostro y por fin en casi cuatro meses volvió a sonreír sinceramente, pero su paseo se vio interrumpido cuando sintió agitarse su corazón y unas venas negras se marcaban en su nívea piel, Lili al dejar de sentir el agarre de su amo se detuvo, Zero cayo de bruces entre la hierba mientras su cuerpo convulsionaba, las venas negras sobresalían de su piel, el dolor era intenso, cerro con fuerza sus ojos y puños apretó los dientes para evitar salir un quejido de dolor, sus hermosos amatistas se tiñeron de rojo carmesí la ponzoña estaba trabajando en él, quemando sus sistema y recreando su constitución genética, no muy lejos de ahí Rido miraba divertido la escena, sabía que Zero sufría, pues el mismo tenia las mismas marcas esas venas negras esa sangre contaminada hacia estragos en ellos, pero el dolor que experimentaba Rido era menor al dolor que sentía Zero en ese momento.

El albino quería gritar su dolor pero no le daría gusto al maldito de Rido, podría haber poseído su cuerpo pero jamás su mente y mucho menos su corazón, la marca de la rosa en su bajo vientre quemaba, el oji lila podía sentir el cambio en su interior preparándose para concebir la simiente de su lazo, como pudo logro tomar una daga y corto sobre la suave y limpia piel de su muñeca y con esfuerzo corto piel, liquido negro en vez de rojo salía de él, cada vez se sentía cansado, cuando iba cerrando los ojos vio a una mujer albina quien le tendía una rosa blanca, pura e inmaculada, el joven extendió su mano para tomar la flor y esta se tiño de un color negro "tú eres la rosa negra, no lo olvides, niño mío" la voz de la mujer fue muriendo en la distancia.

Rido tomo en brazos a Zero, su cuerpo aun cubierto de esas venas negras, sonrio al ver la blanca tez de Zero libre de la ponzoña, monto a Lili y al llegar a su habitación esta estaba cubierta de rosas blancas, acostó a Zero en medio de ellas y salió del lugar, al cerrar la puerta el joven tomo una rosa y al quererla oler la cruel espina lastimo su piel dejando escapar gotas de sangre maldita, pues la rosa se tornó negra, los amatistas derramaron lágrimas, lágrimas de sangre, Zero no salió ni probo bocado en dos semanas, sucumbió en un sueño en un pequeño letargo, solo sentía la suavidad de una mano acariciando sus cabellos, susurro algo pero no salió voz alguna.

El hombre que dejo la habitación tenía la piel agrietada ojos rojos y marcas en su cuerpo, sus marrones cabellos desordenados y una frívola sonrisa que erizaba la piel, el Rey, el verdadero Rey, estaba por despertar.

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