REY

CAPITULO 18.- INICIO

Dante veía la lucha al lado de Vergil, ambos demonios sonreían, mostrando su verdadera naturaleza.

No era su lucha, no intervendrían, no era su venganza.

Solo serían espectadores, Vergil apretó el hombro de su hermano en señal de retirada. Un corcel blanco salió de las profundidades del averno y el hombre desapareció dejando al rey de los demonios solo.

Era verdad que los cazadores lo habían sellado.

Es cierto que ellos, lo separaron de su familia.

También era su venganza, pero, era su amada quien había sufrido en el limbo, era su hijo quien había sido usado y engañado.

No él.

Dante Sparda tenía otros planes.

Uno en el que extinguiría a esa raza de esclavos.

Yuuki luchaba contra Zero, lucia diferente, era como si los rayos de la luna bañaran su piel, el cazador siempre fue atractivo, pero ahora era poseedor de una belleza indescriptible.

- ¿Qué mierda eres?

- Yo soy... tu juez, jurado y verdugo – incluso la voz del albino era terciopelo, una leve curvatura se dejaba ver en el bajo vientre cubierto de cuero negro.

- No me hagas reír, ¿Quién eres tú para juzgarme?, solo eres un maldito hibrido de humano y vampiro, esta noche el clan de los Kuran regresara a su antigua gloria, y para eso, tengo que deshacerme de ti y de tu bastardo – Yuuki rio

- Eso jamás - Zero apunto a la vampiresa, pero esta esquivo la detonación

- Te digo algo Zero – Yuuki relamió sus labios – todo esto empezó porque mi madre no quiso ser la esposa de Rido, yo me parezco a mamá, Rido puede llegar amarme, tanto como la amo a ella, pero aquí sales sobrando, tal vez duro poco su duelo, soy joven y fuerte, puede darle hijos poderosos, no creas que no me di cuenta del gran poder que oculta mi querido tío.

- Y que te hace pensar que Rido te dará si quiera una mirada, mírate – Zero movió su mano hacia la castaña – estás loca, hambrienta de poder

- Igual que él, somos iguales, queremos lo mismo, no te parece perfecto

- Perfecto sería que dejaras de existir – la Bloody se enraizó y atrapo el cuerpo de Yuuki entre sus espinas

- Eres tan ingenuo si crees que con esto me detendrás – Yuuki rio tóxicamente – si llegaras a ganar, dime ¿Qué te asegura que Rido no te abandonara una vez esto acabe? ¿Acaso no eres su puta? Ese niño no te asegura nada, al final Zero quedaras como al principio, roto, usado, engañado, pero sobre todo vacío – la estridente risa de Yuuki hizo que el albino perdiera la cabeza

- No me preocupa lo que haga Rido después de esto, él puede querer irse, tal vez quiera librarse de mí, quizás se vaya, pero siempre regresara a mí, ¿Sabes por qué? – Yuuki lo miro confundida – porque a pesar de todo, quien domina a ese hombre soy yo, sí Yuuki, estuve roto, sí, fui engañado, pero yo poseo algo que ni tú, ni el ancestro tienen – un bello resplandor cubrió las manos de Zero, una caja de cristal apareció ante los ojos de la castaña y un par de corazones, clavados por una rosa teñida de negro robo la atención de la Kuran menor - ¿Ves esto? – Yuuki no podía dejar de mirar tal belleza – es el corazón de Rido cuando vampiro, hermoso color verdad, ahora, ¿Ves este otro? – Yuuki siguió con su vista la caja que era movida de arriba abajo - esto Yuuki, es el corazón que tu y Kaname destruyeron, debo agradecerles, porque sin su intervención jamás habría roto el sello, Yuuki tu me preguntas constantemente que soy, te diré quién soy – Yuuki sintió un escalofrió pasar por su espina dorsal – soy el rey consorte del clan de los vampiros, el príncipe de la oscuridad, Yuuki, yo soy el príncipe de los demonios, no humano, no vampiro, un demonio y algo más, algo sin nombre y sin pasado, un cascaron vacío, un alma en pena, el corazón del averno y soy el ultimo ser que veras antes de tu muerte – la mujer tembló y la ultima gota de cordura en ella reventó, su histérica y posesa risa, se escucho hasta donde estaba Kaien.