1.-Nervios del primer día

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~Narra Emma~

Me despierto hecha un manojo de nervios. Me cepillo el pelo unas veinte veces, antes de recoger mi larga mata de pelo castaño en una coleta alta. Me pongo unos vaqueros, una camiseta de manga corta, mis converse negras, mi gorra de los Yankies que siempre llevo, y mis guantes negros sin dedos. Bajo las escaleras de mi casa y cojo la bici intentando no caerme de lo nerviosa que estoy.
Voy a hacer lo que nadie ha hecho nunca... aunque técnicamente eso ya lo he hecho. Me llamo Emma Nicols, y hoy voy a empezar unas prácticas en el Departamento de Policía de Central City. Quizá esto no te resulte tan impresionante, al fin y al cabo todos los detectives han estado en prácticas en algún momento.
Pues bien, lo que hace especial mi caso es que tengo 15 años.  Si has oido bien, tengo 15 años, no estas oyendo los delirios de una niña aburrida. Y esto no es todo. Cuando era pequeña,  y quiero decir todavía más pequeña... Todos los profesores me decían que tenía una especie de mente maravillosa para las ciencias. Y quiero decir solo para las ciencias, porque también se acordaban de recordarme cada día que soy pésima en geografía y en lengua. ¿Qué encanto de profesores verdad?
Pues bien,  decidí hacerles caso, algo increíble, ya que soy tan testaruda y cabezota que solo hago algo si es idea mía o si estoy de acuerdo, si no, ni lo intentes, es una partida que ya has perdido antes de empezarla.
Pero en fin, que seguí su consejo y me adentre en el mundo de las ciencias. Pero me metí de lleno, ya que a los 13 años ya me había sacado un grado en bio-ingeniería, y poco después empece a estudiar física experimental. Y ahora os preguntaréis, ¿pero si estudió ciencias, que hace yendo a unas prácticas en la policía?
Eso es personal, y no me refiero personal como la razón por la que a una chica le gusta el colgante que su novio le regaló. No. Me refiero al tipo de personal de mi pasado, y a algo que lo cambió completamente. Yo era una niña de 8 años, que como todas, no paraba de discutir con su hermana a pesar de que luego haría lo que fuera por ella. No parabamos de discutir pero cuando algo nos interesaba a las dos eramos inseparables. Nuestros padres eran detectives para la policía, y... ¿cuál es tu peor pesadilla cuando tus padres son policías?
Exacto.
Seguro que ya tienes una idea. Pues eso fue justo lo que pasó. Una noche les estuvimos esperando pero no volvieron esa noche, ni la siguiente. Nos contaron que hubo un tiroteo en una vieja fábrica que fueron a investigar, y no salieron con vida de allí. Así que por eso estoy aquí. Aunque tampoco estaría aquí de no ser por mis habilidades leyendo el lenguaje corporal de las personas y en combate cuerpo a cuerpo y con armas, al fin y al cabo, ¿quién desconfiaria de una niña de 15 años en combate? Pues bien, conmigo nunca es bueno confiarse, ya que desde pequeña ya me gustaba entrenar. Aunque esa es otra historia.

Diez minutos después he llegado. El Departamento de Policía de Central City. Al entrar le doy la vuelta a mi gorra, una maníaque tengo al entrar a un sitio con la gorra puesta. Aquí empezaré con las practicas con las que seguro que nadie me tomará en serio. Pero en fin, por algo hay que empezar. 

Al entrar veo a policías en sus mesas o hablando por teléfono. Me acerco al despacho en el que pone "Capitán Sing" y llamo.

-Pase.

Al entrar me doy cuenta de que el capitán no se ha dado cuenta de que era yo. Está mirando unos papeles de los que no despega la vista, y cuando por fin me mira pone cara de sorpresa. Como si se sorprendiera que realmente fuese a venir un niña de 15 años a su departamento.

-Buenas tardes señorita Nicols.

-Llámeme Emma.

-Está bien... Emma-hace una pequeña pausa y me mira de arriba a abajo, no sabe lo que hacer conmigo.

-Escuche capitán, se que esto es algo nuevo para usted, supongo que nunca se habrá presentado nadie de 15 años para unas prácticas policiales...

-Me alegro de que lo entiendas-me interrumpe, no soporto que me interrumpan-pero dado tu historial y tus habilidades estoy seguro de que encontraremos un sitio para ti.-saca una carpeta de un cajón,  y al abrirla veo que tiene mi foto. Es mi currículum-He leído en tu currículum y me ha sorprendido.

-Si, creo que todo el mundo se sorprende al verlo...-río por lo bajo y miro mis zapatos momentáneamente antes de vover a mirar al capitán.

-De eso estoy seguro, apuesto a que nadie ha conseguido lo mismo que tú,  y si lo han hecho seguro que no con la misma eficacia-se rie y yo hago lo mismo-pero me refería a que las ciencias están muy presentes en tú currículum, así que había pensado que podría enseñarte el departamento nuestro científico forense, Allen, seguro que conseguís hablar el mismo idioma de científicos que nadie más entiende en la central-vuelve a reír y yo le repito, eso es algo que siempre me dice mi hermana, que hable en su idioma por que sino no me entiende-y una vez que se conozca el lugar y este cómoda le asignaré alguien que supervise sus prácticas. ¿Le parece bien?

-Me parece perfecto

Al ver que se levantaba yo hice lo mismo, y salí del despacho antes que él.
Al salir pude ver a varios detectives que me miraban sin saber que hacia una cría hablando con el capitán de la policía. Pero bajando las escaleras vi a un chico de unos 24 años que debía de ser el científico forense. Asi que me acerqué a presentarme.

(THE FLASH) Ya no seré una niña 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora