(THE FLASH) Ya no seré una niña 1#

3.-¡Entradas especiales!

Narra Emma

Un molesto rayo de sol entra por la ventana y me da justo en la cara despertándome. Miro el despertador y veo que son las 07:15. Debería sonar dentro de 15 minutos, para a las 09:30 estar en la comisaría para empezar a conocer el departamento. Lo apago y me levanto de la cama con gran pesar. Voy al baño, y tras asearme me dirijo a la cocina a hacerme unas tortitas para desayunar.
Una vez que tengo la masa, me dispongo a hacerlas cuando veo a Giselle entrar en la cocina y sentarse en un taburete frente a mí, en la isla de la cocina.

-Los momentos en los que te veo cocinando son en los que mas te quiero Emms-sonríe y se lame los labios mientras ya empiezo a hacerlas-¿Hay sirope o chocolate?

Coloco tres tortitas en un plato y tres en otro dejando ambos en la isla y acercándome a la nevera.

-¿Cuántas veces ha faltado chocolate en esta casa cuando hacia yo la compra?

Saco una cajita con chocolate con leche y frutos rojos y otra con chocolate negro. Le paso el chocolate negro y yo me quedo con el otro.

-Por eso te adoro-se levanta y se acerca a mi lanzando besos al aire y riéndose. Yo doy la vuelta a la isla para que no empiece a besuquearme por toda la cara, y sigo huyendo de ella hasta que por fin se sienta de nuevo y se come sus tortitas. Yo hago lo mismo pero de pie.

-Si quieres agradecerme que cocine para ti... tengo una idea mejor que los besos-sonrío y saco un sobre con el remitente de S.T.A.R.Labs.

-Bffff...-rueda los ojos y suspira-¿Ya estás otra vez con ese corredor de átomos?

-¡Acelerador de partículas!-levanta las manos y se las lleva a la cabeza-¡Tampoco es tan difícil!

-Ya sabes que no entiendo tus rollos científicos. ¿Para qué demonios quieres que vaya?

-Porque me han enviado personalmente dos entradas para verlo. ¡Y el mismísimo Harrison Wells me ha invitado a ver las instalaciones y a conocer al equipo de S.T.A.R.Labs después del encendido del acelerador de partículas! ¡Es una oportunidad única en la vida!-digo casi gritando de la emoción, igual que hice cuando ví la carta en la que Harrison Wells me invitaba a conocerlo a él y a su equipo en las instalaciones S.T.A.R.

-Tienes que buscarte a alguien con quien hacer tus cosas científicas,  o al menos que las entienda.

-Vengaaaaa. Si vienes conmigo te prometo que te lo explicaré todo, ¡y a lo mejor puedes sacar ideas para tus libros!

-Está bien...

-¡Gracias!-sonrío y le beso en la mejilla, y tengo que estar muy emocionada para hacer eso-tienes que estar lista a las 20:00.

Miro el reloj y veo que ya va siendo hora de que me prepare. Así que salgo rápidamente de la cocina, y tras lavarme los dientes y la cara y hacerme una coleta alta, miro el termómetro de la ventana, y al ver que hay 32°C me pongo un pantalón corto vaquero, una camiseta negra de tirantes, un chaleco igualmente vaquero y mis converse negras. Al pasar por el salón cojo mi mochila negra de cuero, y meto en ella mi móvil, mi mp4, y el sobre con las entradas de esta noche (no pienso separarme de ellas). Cuando me dirijo hacia la puerta para salir, veo a Giselle en el sofá escribiendo en su portátil.

-Nos vemos Gis, suerte con el nuevo "best seller"-hace gestos de comillas al decir esto último.

-Ja ja ja, muy graciosa. Suerte Emms. Y procura que no te disparen en tu primer día.

-¿Tu también estas muy graciosilla hoy no?-cojo las llaves y las meto en la mochila-te he enseñado bien.

Salgo de la casa riéndome, y me dirijo al garaje para coger mi bici.
Ya con la bici, me paro un momento en la entrada de la casa para mirarla, y recordar como hace solo dos años que estamos aquí.
Tras la muerte de mis padres, nos fuimos a vivir con nuestra tía Rose a Starling City. O mas bien, Giselle se fue a vivir con su tía, ya que nadie podía saber que yo seguía viva. Todo el mundo pensó que tras la trágica muerte de sus padres y después la de Emma, Giselle se había ido con Rose para intentar olvidarse de todo. Pero en realidad, Giselle se fue con su tía para que nadie se enterase de que solo habían fingido mi muerte. Para el mundo exterior, la niña que vivía con Rose y con Giselle era una prima lejana. O al menos lo fue hasta que me saque el grado de bio-ingeniería, y Giselle publicó sus dos primeros libros, cuando nos fuimos a vivir las dos solas a la casa que nuestros padres nos habían dejado en el testamento junto con una gran cantidad de dinero para vivir... Hace dos años que vivimos solas en Central City. Y hace siete que la vida de una niña cuyo nombre no le gusta escuchar, se esfumó para darle lugar a la que ahora todos conocen como Emma Nicols...