El amor, un arte misterioso

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Era el momento de la verdad, ambas, tomadas de las manos, estaban paradas frente a la casa de Jade, listas para hablar con su padre, sería una misión difícil pero no imposible, Tori no podía evitar temblar, después de todo ese hombre enserio daba miedo, pero no se debía sentir intimidada...o bueno quizás sí pero que no se note.

Respiraron hondo y sin más, caminaron hacia la entrada dispuestas a entrar.

Al ya estar dentro buscaron con la mirada al hombre pero no se hallaba presente.

—Si no está aquí está en el estudio, vamos—dijo Jade.

— ¡Espera! Contemos hasta diez y entremos—pidió Tori aún con los nervios.

— ¿Quieres dejar de ser una bebé? Ni que nos fuera a matar.

—A ti no pero a mí quién sabe.

Jade rodó los ojos, sin esperar más excusas jaló a Tori quien no tuvo más opción que ser fuerte, fueron al estudio aún tomadas de las manos, y en efecto allí estaba el padre de Jade sentado en su escritorio leyendo un interesante y oscuro libro.

—Ya vine padre.

—Muy bien, ve a tu habitación, no quiero ruido—dijo el hombre con su típica voz endurecida.

Tori estaba muriéndose de los nervios mientras Jade se encontraba impasible.

—Padre, hay algo que tengo que decirte.

—Espera a la hora de la cena—ordenó el mayor.

—No padre, debe ser ahora, es muy importante.

En un suspiro, el hombre cerró el libro dejándolo con total elegancia en el escritorio, se levantó y miró a su hija cruzando los brazos, endureció la mirada al percatarse de la presencia de Tori quien sentía las piernas débiles con tan afilada mirada.

El mayor llevó su mirada directo a las manos entrelazadas de ambas, arqueó una ceja esperando pacientemente a que la azabache hablara.

Jade soltó un suspiro, sin más habló.

—Padre, sé que no te gusta la amistad que tengo con Tori porque es una chica habladora, ruidosa y con fea vestimenta...y sinceramente no te lo discuto.

Tori miró a Jade ofendida ¿enserio pensaban eso de ella?

—Pero quiero que sepas...que entre ella y yo hay algo más que amistad, en pocas palabras, Tori y yo estamos saliendo padre.

Ambas miraron al hombre esperando respuesta, el mayor cerró sus ojos un momento procesando la información que le acababa de dar su hija, segundos después abrió de nuevo los ojos.

—Jade, espera afuera de estudio, procura cerrar la puerta—ordenó el mayor.

—De acuerdo padre.

—Wowowowo ¡¿Qué?! ¡Espera! ¿Me dejarás sola con él? —preguntó la castaña aterrada.

—Descuida, saldrás viva de esta...creo—dijo la azabache con una sonrisa altanera para luego salir del estudio, y tal como lo ordenó su padre, cerró las puertas.

Ambos quedaron totalmente solos junto con el silencio del estudio, el ambiente estaba demasiado tenso, Tori quería salir corriendo, quizás se preguntaría toda su vida ¿por qué se enamoró de Jade? Y peor aún con el suegrito que tendrá.

Con aspecto autoritario, el hombre se fue acercando a Tori, la castaña quería retroceder pero sus piernas no reaccionaban, bueno, ha visto muchas películas de ninjas, si se da el caso aplicaría alguna llave.

Talento & RomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora