Relatos extraños.

Vida Vacía.

Cristina había perdido, había perdido lo único que amaba. Había perdido a su familia en un aparatoso accidente automovilístico.

Había observado los cuerpos deformados y ensangrentados de sus padres, y algunas extremidades que pertenecían a su hermano menor.

La única sobreviviente era ella, o al menos eso pensaban los paramédicos.

Porque ella no estaba viva. Cristina, no era más que un cuerpo inerte y con la mente situada en otro mundo, tal vez un mundo donde aún viva con su familia, quién sabe.

La vida se le había teñido de gris, ya no tenía motivos para seguir, Cristina, estaba vacía.