Siete desapariciones en tres meses, y nadie parecía notarlo.
¿Qué le sucede a la gente? Cuánta indiferencia. Siete niños desaparecidos, y la policía no hace nada por buscar a los infantes.
Algo andaba muy mal, no podía quedarse así. Necesitaba crear pánico, necesitaba reconocimiento como todos. Necesitaba cambiar de táctica.
Octava víctima. Una niña de 8 años. Era víspera de navidad, al menos faltaría a la cena navideña, alguien lo notaría.
Pero debía asegurar su boleto a la fama, sí. Necesitaba algo original.
Pensó en obsequiarle algo a los policías y a los padres de la niña.
Terminó de hacer los regalos, y dejó uno en la puerta de la comisaría, y otro en la casa de la niña.
Eso sí que sería un buen regalo de navidad, sí, obvio que sí.
Nada como abrir un regalo, y dentro de él encontrar la cabeza degollada de tu hija, o los brazos mutilados de una niña.
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Relatos extraños.
HororHistorias sacadas del rincón más oscuro de la imaginación. Creadas por una mente enfermiza y jodidamente extraña.