Capítulo 13

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—Hola—. Dije entrando al salón. Todos se encontraban en él y apenas crucé la puerta voltearon a verme.

—Elizabeth—. Dijo Alice parándose y caminando hacia mí para después abrazarme—. Estábamos preocupados.

—¿Por qué?—. Frunzo el ceño en señal de confusión.

—No estabas—. Dijo Esme desde el sofá.

—Le dije a Alice que iría al bosque. Quería disfrutar la ultima noche aquí.

—Esta a punto de amanecer—. El comentario de Edward hizo que volteara a ver hacia afuera. Me vuelvo hacia ellos y guardo silencio un momento antes de hablar.

—Perdón, supongo que distraje.

—Lo siento Liza, lo olvidé—. Alice, quien hace unos minutos parecía estar muy segura de no saber dónde estaba, se mostró totalmente distinta con respecto a ello. El sentimiento de sospecha apareció en mi interior y creció al ver su expresión.

—Está bien, dejaré una nota la próxima vez—. Sonrío con algo de ironía ante las palabras que acababa de pronunciar. Todos en la habitación eran inmortales, como yo y eso significaba solo una cosa. Nada podía sucederme.

—Bien, deberías hacerlo—. Habló la rubia por primera vez desde que comenzó la conversación. Asiento y sigo rumbo hacia mi habitación—. Oye.

—¿Si?—. Volteo lentamente, le temía a la pregunta que se venía y ella lo había notado.

—¿Por qué traes lentes de contacto?.

Guardo silencio.

—Los traigo por...por precaución. Ya sabes, por si me llegase a cruzar a alguien.

—¿En el bosque?—. Su sarcástica confusión había sido notoria.

—Con el perro, Rose—. Dijo Emmet en el mismo tono burlesco de siempre.
Ruedo los ojos aún con una sonrisa en el rostro y subo las escaleras.

Estúpido Edward, podría pensar tranquila si no leyeras mentes.
Así que, si estas escuchándome, te detesto.

—¡Gracias Elizabeth!—. Gritó este desde la sala.

—¡Por nada!—. Contesté de la misma forma.

***

Me encontraba en mi cuarto. Miraba el techo estando sobre la cama, sentía felicidad y mañana era el día de partida. Y no debí decirle a Jacob que también me gusta ¿Qué pasará si le cree ilusiones?

Se que Edward necesita nuestra ayuda, pero me diento tan viva que el mayor anhelo que tengo en este momento es quedarnos.

Tres golpes en la puerta se hacen presentes en la habitación y llevo la vista hacia allí.

—¿Elizabeth?—. Era Alice.

—Alice, está abierto—. Dije en murmuro. Sabía que ella escucharía.

—Hola—. Habló una vez dentro. Caminó hacia mi cama y luego se sentó en ella, junto a mí.

—Hola—. Contesté.

—Sé lo que se siente...

—¿Qué?—. Pregunté mirándola a los ojos.

—El mudarse de la ciudad donde sucedió el cambio. Te sientes enojada y a la vez sientes nostalgia, pero siempre hay un comienzo nuevo en otra parte, de verdad.

—No, no es eso. No me enoja tener que irme de aquí. Tampoco me da nostalgia...Bien, tal vez sí. Un poco, pero no es eso.

—¿Entonces?—. Dijo frunciendo el ceño—. Explícame.

—No lo se, es extraño, es...tengo un presentimiento y la idea de que no les caeré bien—. Ella ríe un poco ante mis palabras.

—Te amaran, no te preocupes por eso. Y a ti te encantará el lugar.

Hago una mueca.

—Pero no es solo eso, ¿verdad?—. Bajo la mirada y reflexiono sobre contarle lo que me pasa. Niego.

—No, no es nada. Solo que...siempre que dices que algo va a encantarme, me preocupas más.

—Esta vez no—. Salió de la habitación para luego cerrar la puerta con un golpe—. ¡Lo juro!—. Gritó desde fuera.

Arquee las cejas.

—Loca—. Dije en susurro. Supongo que tendré que comenzar a hacer las maletas.

***

Observo las maletas recientemente cerradas y doy un vistazo a mi al rededor. Voy a extrañar este lugar.

Al día siguiente, mi ropa ya estaba empacada y lo único que faltaba era ir a cazar por ultima vez.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras, lo único que faltaba por hacer era ir a cazar una última vez.

—Hola—. Dije al entrar a la sala y sentándome en un sofá seguido que agarraba una revista y la hojeaba.

Allí se encontraban Esme y Carlisle. Por lo que se oye, Emmet está en la cocina.

—¿Qué hace en la cocina?—. Pregunté señalando hacia el anterior nombrado lugar dirigiéndome a el padre y la madre de familia.

—Según él, empaca los videojuegos, pero ambas sabemos que en realidad los está jugando.

Asiento.

—¿Y los demás?

—Alice y Jasper salieron a cazar, Edward está en su cuarto y Rosalie sigue empacando. No creo que su equipaje quepa en el baúl.

—Tal vez deberías contratar un camión de mudanzas—. Sonrío ante mis palabras. Ambos imitaron mi acción.

—Solo falta que vayas a cazar tú—. Dijo cuando mis hermanos entraron a la casa.

—Si, enseguida vuelvo—. Salgo de la casa y observo su exterior antes de adentrarme al bosque.

—¡Emmet guarda ya esos videojuegos!—. Ruedo los ojos negando. Me detuve un segundo para voltear a ver el lugar donde estuve viviendo estos meses.

Sonrío. Tuve suerte de haberlos conocido. Son mi familia ahora y los voy a acompañar donde sea.

Comencé a correr hacia el bosque, disfrutando de la naturaleza del lugar. No me cansaré jamás de los árboles, el suelo, las hojas, y el sol que se filtraba a través de ellas...Era mágico.

***

Suspiré antes de tomar el picaporte, girarlo e ingresar a la casa.

—Liza—. Llamó Rosalie la cuál se encontraba bajando las escaleras.

—Dime—. Dije levantando la mano.

—¡Apresúrate!—. Habló subiendo la voz. Doy un salto en el lugar al mismo tiempo que cierro los ojos—. ¡Muévete niña!—. Volvió a gritarme.

—Podrías...podrías dejar de gritarme—. Digo observándola con molestia. El viaje la altera como si nos fuésemos enseguida.

—Si, lo siento—... Asentí con obviedad—. ¡Apresúrate!.

—¡Si, bien!—. Hablé en el mismo tono que ella. Subo las escaleras y una vez frente a la puerta de mi cuarto, me detengo para sonreír y volver a hablar—. ¡Reina del drama!

Recorro mi cuarto. Observo cada libro, cada recuerdo que compré este tiempo en Forks y por última vez, vuelvo a asomarme por la ventana y observar a través de ella. Suspiro. Tomo mi equipaje, y salgo del lugar.

Al sacar mi maleta de la casa, noto que algunos ya estaban en el auto.

—¡Elizabeth!—. El tono desesperado se oyó lejano en el bosque y cada vez se acercaba un poco más.

—Jacob—. Susurro.

Sabía perfectamente de quién se trataba, pero no estaba lista para enfrentar una despedida.

Una Nueva Cullen [RESUBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora