Capítulo 4

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Por más que me sintiera cómoda en la casa, habían días en los que no podía evitar sentir que el tiempo se quedaba estancado y cinco minutos se hacían eternos. Creo que ese fue el momento en el que comencé a leer, primero los libros de los de la casa y luego de insistir a Emmet para que finalmente pise una librería, obtuve los míos.
Estando aislada de la sangre humana y con el entrenamiento que me daban los Cullen, me di cuenta que me volví mentalmente más fuerte.

Los días pasaban y al estar toda la semana en casa, encontré pasatiempos que no tenía idea que me interesaban. Comencé a tocar el piano y cuando Edward no estaba con Bella, me enseñaba algunas de las piezas que le había escuchado interpretar.
Alice me había contado todo lo sucedido estas semanas y aunque Rosalie estuviese negada ante la idea de ellos dos juntos, era entendible que la salvara si estaba enamorado.
El día que finalmente volví a la escuela teníamos que hacer una excursión, al parecer obligatoria.
Antes de salir de casa estaba algo nerviosa debido a que esta iba a ser la primera cercanía a Bella desde el insidente, pero de alguna manera no estuvo cerca de mí.

El trayecto fue divertido. Le rogué a Alice que no me abandonara por ir con Jasper, pero había cosas en ellos que los hacía inseparables.
Finalmente, caminábamos hacia los autobuses para regresar. Yo estába cerca de mis hermanos cuando logro visualizar a Edward y Bella conversando y noto que Alice se adelanta alegremente hacia ellos.
Me acerco intercambiando miradas con Jasper antes de seguirla.

-Hola ¿Vas a venir con nosotros?--. Trago saliva ante la pregunta y observo hacia un lado. No podía mirar fijamente a la castaña, me avergonzaba. Edward pareció percatarse de esto y habló.

-No. Nuestro autobús está lleno-. Ante el brusco tono que usó él, Alice miró con pena a Bella antes de seguirlo y subir.

~•~

-Se vienen días de sol-. Anunció Carlisle entrando al lugar. Incluso se está haciendo presente hoy. Ya pedí permiso en la escuela para "llevarlos de campamento".

-¿Iremos de campamento?-. Pregunté observando al rubio mientras dejaba el libro de lado.

-No te ilusiones-. La voz de Rosalie hizo que mi expresión cambiara a una confusa-. Es la excusa que usamos para no ir a la escuela los días de sol, realmente solo nos quedamos aquí.

-Pero podríamos. Sería divertido.

Ellos parecían pensarlo, pero al notar que mis palabras no los iba a convencer decidí aplicar una técnica infalible.

-Oh vamos, por fav...

-Beth, hay que ir de compras-. La voz de Alice me interrumpió. La chica bajaba las escaleras con una expresión extraña-. Estuve revisando tu armario y noté que no tienes mucha ropa.

-Alice, no creo que...-. Frené al darme cuenta de las palabras que pronunció-. ¿Revisaste mi armario?-. En mi rostro se había formado una sonrisa de incredulidad.

-Si, no se cómo no lo hice antes. Necesitas ir de compras ahora.

En el momento en el que Alice salió de la habitación, Esme y Carlisle me explicaron que la idea de compras era casi imposible de quitarle de la mente.
Las palabras que usaron exactamente fueron "no podemos evitar que Alice sea Alice".

~•~

-Bien ¿podemos regresar? Estoy cansada-. Me excusé.

-Ay claro que no, no es cierto. Nosotros no nos cansamos-. Habló murmurando y tiró de mi brazo para que siguiera caminando.

-¡Mira! Ahí encontraremos vestidos perfectos para el baile-. Dijo mirando una tienda cruzando la calle. Era pequeña pero tenia estilo.

-¿Es Bella?-. Pregunté mirando el interior. Habia dos chicas con ella, Jessica y Ángela si no me equivoco.

-Así parece. Vayamos a saludar.

-No creo que sea buena idea-. Al notar como el sol cambiaba de posición cubriendo gran parte del lugar, la tomó del brazo con algo más de fuerza de la que creí-. Alice no.

Luego de hacerla frenar, ella se toma el lugar donde había efectuado el agarre y yo me recordé que al ser una neófita, debo controlar constantemente la fuerza que utilizo.

-¿Qué ocurre?-. Preguntó confundida.

-Demasiado sol-. Ambas miramos el frente de la tienda.

-Si-. Habló decepcionada-. Sera mejor volver otro día. Regresemos.

Finalmente caminábamos hacia el auto para regresar. El sentimiento de felicidad por finalmente volver a casa se hizo presente en mí hasta que Alice volvió a su cara maniática de las compras al pasar por delante de unos zapatos hermosos debo decir.

-¿Estás pensando lo que yo?.

Asiento con una sonrisa. Ella me toma el brazo arrastrándome hacia el lugar pero frenó en seco.

-Te espero aquí. No te tardes.

-De acuerdo.

Vi a pequeña alejarse alegremente, demasiado y fue cuando supe que tardaría al menos media hora en volver.

Luego de un rato de estar esperándola y que no llegara, supuse que las personas que pasaban o los que estaban en los locales de la zona, se preguntarían qué le sucede a una chica parada en medio del lugar que no se mueve ni se cansa, así que me dispuse a caminar hacia un pequeño banco que había en la esquina. Un pequeño mareo se hace presente y volteo con el objetivo de dirigirme hacia el lugar, pero las bolsas que tenían se cayeron al chocar con alguien que al parecer tenía un perro mal oliente.

-Lo siento-. Se disculpó mientras me ayudaba a recoger las bolsas.
El levantar la vista, me encuentro con un chico moreno, bastante atractivo.

-No importa-. Me pongo de pie quitándome el pelo de la cara.
El viento comenzó a hacerse presente haciendo del momento, uno de esos similares a los de las películas.

-Soy Jacob Black-. Habló extendiendo la mano. La observo unos segundos y se la estrecho. El me mira a los ojos logrando que imitara su acción.

-Elizabeth Cullen-. Jacob suelta mi mano apenas escucha mis palabras y su expresión había cambiado a una de disgusto.

-¿Eres una Cullen?-. Su voz expresaba desdén.

-Elizabeth ¿Qué demonios estás haciendo con el perro?-. Habló Alice apareciendo por detrás mio logrando sobresaltarme.

-¿Con quién?-. Dije frunciendo el ceño.

-Escúchame cara pálida, no me provoques-. Dijo el chico entre dientes. La confusión crecía cada vez más pero ninguno de los dos parecía interesado en darme respuestas

¿Sabía sobre nosotros?

-¿Ella es nueva verdad? Nunca antes la había visto.

-¿Ustedes se conocen? ¿Jacob?.

-¿Ya sabes su nombre?-. Dijo mi hermana en forma de reproche.

-Si, me lo choque por accidente y nos presentamos-. Explique tratando de mantener la calma.

-Si fuese una Cullen o esos chupa sangre normales sabría sobre nosotros. ¿Qué le hicieron?

-Nosotros no le hicimos nada, jamás le haríamos daño. ¿Sabes qué?, mejor ya vámonos. Y por ti bien, perro, te recomiendo que no vuelvas a acercarte a mi hermana.

Luego de todo ese espectáculo, Alice me arrastró hasta el auto diciendo cosas que no entendía debido a su rápida manera de hablar. Lo único que podía comprender era que estaba molesta.

Una Nueva Cullen [RESUBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora