Capítulo 16

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En el ultimo tiempo, había comenzado a extrañar mi antigua vida. Al pasar un poco más de tiempo con Jacob y su lado mortal, había comprendido que había sido muy afortunada de tener las cosas que parecían ser cotidianas. Extrañaba salir con mis amigos y comer chocolate mientras contábamos anécdotas de cómo nos habíamos conocido. Quería que el chico conociese esa parte de mí y me frustraba el hecho de no poder lograr que eso suceda.

Esme no había hecho caso a mis palabras y se había quedado. Habíamos hablado sobre el tema tal y como lo hubiese hecho con mi madre y se mostró muy compresiva con respecto a ello.

El viaje había vuelto a ser puesto en marcha hacía más o menos hora y media.

Al llegar al territorio de los Denali, Alice estacionó frente a la casa y, sacándome a mí, todos se encontraban fuera del vehículo. Observo fijamente el bosque del lugar por unos segundos. Las señas de Emmet hacen que me apresurara en salir. Tomo mis maletas y voy hacia donde se encontraban todos.

—Elizabeth acércate—. Esme me toma del brazo para luego colocarme a su lado—. Ella esta con nosotros desde hace un tiempo.

—Hola, soy Tanya y ella es Kate. Bienvenida—. Ambas sonreían de forma amistosa.

—Hola—. Saludo para luego imitar su acción.

—Hola—. La voz exaltaba de una chica saliendo de la casa hizo que me sobresaltara—. Soy Carmen.

—Hola, soy Elizabeth—. Dije volteando a verla. Los aspectos de la personalidad que había dejado ver eran similares a los de Alice.

—Ella ya es así—. Susurró Kate para luego ser empujada por Carmen.

—Ya veo—. Hablé con diversión arqueando las cejas—. ¿Y quienes más son parte del clan?

—Nos falta Luna que salió a cazar, es nueva aquí. El resto esta dentro. Ven a conocerlos.

Caminamos hacia el interior de la casa. Era impresionante. Al verla quedé tan asombrada como la primera vez que vi la casa Cullen. Tanya había sido la que más conversación me sacó. En lo que quedó del trayecto hacia aquí, Alice me había contado qué "rol" cumplía cada uno, por lo que Imagino que ser líder implica asegurarse de que el clan va a estar seguro con la gente nueva.

—¿Y desde cuando eres inmortal?—. Preguntó la rubia con aire curioso.

-Bien, no mucho. Desde...- Comencé a relatar la historia de cómo había sido mi transformación y de cómo los Cullen me habían incluido y todo iba en orden hasta que, de repente, un fuerte mareo y un calor que quemaba cada fibra de mi ser, comienza a avanzar en todo mi cuerpo hace que frene en seco.

Al levantar la vista, logro ver como Kate gira en un golpe y su rostro se torna en uno de caza.

—¿Qué es ese aroma?—. Pregunta entre dientes con la voz entrecortada. Puedo notar como Edward se tira sobre Jasper, quien había comenzado a ir en mi dirección y hacía fuerza para librarse y llegar a mí.

En un abrir y cerrar de ojos, un fuerte agarre en mi muñeca hace que gire encontrándome con Kate. La mordida y el dolor no tardaron en llegar, era como tener miles de vidrios filosos clavándose en ella. Un grito se escapa de mis labios y lucho por apartarla, pero no encontraba la fuerza de la inmortalidad en mí.
Grito nuevamente y Alice avanza hacia nosotras en un acto de desespero entre los Denali, quienes sostenían a los que perdieron el control.

Podía sentir como la rubia succionaba mi sangre, como si me vaciaran. Si nadie lograba detenerla, iba a terminar matándome. 

Mi vista comenzó a nublarse y aún así pude distinguir como mi hermana empujó a Kate y al ver que esta no tenía intensiones de parar, la golpeó. 

Cuando menos lo espero, tengo a Carlisle a mi lado. Al notar que me encuentro en una especie de shock, me toma del brazo y me carga llevándome fuera de la casa.

Los mareos aparecían repetidamente cortos lapsos de tiempo.

—¿Estas bien?—. Toma mis hombros con ambas manos y me analiza. La expresión en el rostro del hombre era preocupante. Me observaba como si estuviese presenciando algo imposible y, aún así, se veía en su mirada una preocupación digna de un padre.

No respondí, no podía responder. Su mirada bajó hacia mi muñeca la cual sangraba bastante. ¿Cómo demonios era posible que esto estuviese pasando?

—Carlisle—. Murmuré—. Estoy mareada.

La debilidad se apodera de mi cuerpo mis rodillas se aflojan. Lo último que recuerdo antes de que todo se pusiera negro, fueron las manos del rubio sosteniéndome y evitando que cayera.

Me había desmayado.

Una Nueva Cullen [RESUBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora