Grupo problema.

2. Tensión.

Todo era culpa de Bakawa y sus malditas fans de mierda.

Hasta donde sabía, el idiota se había ausentado durante dos míseros minutos. Tiempo suficiente para que el entrenador le enviase a buscar al vago capitán, fue cuando lo vio.

Kusokawa estaba cómodamente hablando con una muchachita de segundo cuya falda iba muy en contra de las normativas y cuya fama era tan buena como comer sopa con tenedor.

Sí... Quizá sólo era resentimiento y celos.

Aún así, planeaba hacer lo acostumbrado y golpear amorosamente a su mejor amigo para seguir la rutina de todos los días (fin de semana incluido) sin embargo, un cómico movimiento del castaño le crispó y todo se fue a la maldita mierda de donde vino.

Sí... Oikawa todavía lo recuerda en sus pesadillas, es por ello que acepta la culpa compartida aunque lo demás está en una laguna negra que se formó a causa de un mal golpe.

«Sabes que te has sobrepasado cuando Kentaro te da la dirección de una clase para control de ira»

Aún así, había hecho lo correcto y es que el idiota pervertido infiel de Oikawa se lo merecía (y al final acabó disculpándose con el desmemoriado y confundido chico).

Y eso les llevó a ambos a estar estúpidamente castigados.

Aceptaba su karma, soportaría bien portado el compartir una molesta tarde con Shiratorizawa, a fin de cuentas no guardaba resentimientos contra Tobio o su nuevo amigo.

Siendo sinceros, Iwaizumi sentía curiosidad sobre el cuervo pelirrojo.

Dirigió su mirada, sin embargo, hacia el castaño a su derecha y con un suspiró colocó su mano en el muslo del chico.

Tooru ni se inmutó, pero se relajó evidentemente e incluso le sonrió con superioridad al dúo rival.

Hinata y Tobio discutían algo en voz baja y el mayor de los dos, léase irónicamente como el más bajo, se sonrojó nervioso mientras negaba.

«Que grupo tan rarito»

—Y bien... —dudó un poco, sintiendo la molestia en su interior mientras observaba a Ushiwaka—. Ahora estamos todos, ¿podemos pedir algo?

—¡Acabas de llegar, Iwa-chan! —se quejó Tooru—. ¡Ni siquiera me has saludado!

—Hola. ¿Podemos pedir la comida?

Tendou sonrió burlón mientras un silencioso as le hacía señas a una mesera, quien se acercó a ellos con un leve sonrojo en las mejillas.

Satori dejó de sonreír cuando notó que ella observaba fijamente a su compañero de equipo.

—¿S-Sí? —dudó desviando la mirada y encontrándose con el apuesto armador de Seijoh—. Eh... Y-Yo... ¿E-En qué puedo servirles?

«¿Servir?»

Hinata sonrió malicioso, Kageyama suspiró colocando casualmente su brazo detrás del pelirrojo y negó resignado.

Aquí venía.

Pero no llegó.

—¡Quiero un helado de chocolate! —exigió Satori con una tensa sonrisa, Ushijima le miró con desaprobación—, pero ese será el postre... Me gustaría un tazón de arroz con cerdo.

«Aunque no soy fan y en serio quiero un helado»

Ushiwaka sonrió complacido, Oikawa evitó expresar su desconcierto mientras los menores ordenaban cualquier tontería.