Capítulo 1 - Guardias nocturnos

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Eran las siete de la mañana, el despertador de la habitación de Jay comenzó a sonar. El castaño gruño de cansancio y sacó la mano de debajo del edredón para dirigirla hacia la mesa e intentar buscar el despertador para apagarlo.

Al ver que no lo conseguía, se incorporó con los ojos entrecerrados, mirando hacia el mueble con el aparato encima. Pegó un gran bostezo y volvió a dirigir su mano hacia el reloj, ya así apagando la dichosa alarma.

Se volvió a acostar, poniendo sus manos en los ojos y suspirando con frustración, sabiendo que tendría que levantarse aunque no quisiese. Se quito la manta de encima, notando el frío en sus piernas, ya que tan solo durmió con un pantalón corto y una camiseta.

Se dirigió a su armario, andando por el suelo descalzo y agarró su traje de ninja, para comenzar a ponérselo. Una vez lo hizo, se dirigió a su baño personal. Se lavo la cara, para después comenzar a cepillarse el pelo por encima.

Salió de su cuarto, para dirigirse a cubierta, donde hacían los entrenamientos. Al llegar afueras del barco, se extraño de no ver a ninguno de sus compañeros. Se le ocurrió mirar en el centro de mando, donde efectivamente, todos estaban reunidos. Nya miró a Jay, sonrió al verle.

- Ya que estamos todos, las cámaras del museo detectaron a... - Se paró un momento, ya que incluso ni ella misma se lo creía – A Clouse – A lo que todos abrieron los ojos como platos –

- ¿A Clouse? – Preguntó el ninja de rojo extrañado - ¿No acabó en el reino maldito? – Le preguntó a sus compañeros –

- Debe ser que logró escapar, al igual que Morro – Razonó Lloyd igual de extrañado que sus compañeros –

- No robó nada, pero estaba, no sé cómo decirlo, buscando algo – Explicó la pelinegra, mientras los miraba –

- Iremos a investigar, pero esta vez, todos – Dijo ahora Kai mientras ponía una mano en el hombro de Lloyd – No queremos que se repita lo de la otra vez – Miró con una sonrisa al rubio, el cual rió por lo bajo –

- Tan solo fue un despiste, todo el mundo los tiene – Le contestó algo burlón el de verde –

- Sí, claro, un despiste – Al decir esto, le revolvió el pelo mientras reía - (El GreenFlame no venía en el contrato(?)

- También nos podríamos quedar a patrullar por la noche, por si acaso Clouse vuelve a aparecer – Sugirió Cole –

- Buena idea – Le dijo Lloyd con una sonrisa -.

[...]

Los seis llegaron a la puerta del museo de la ciudad en poco tiempo por sus dragones elementales. Se dirigieron a la puerta principal, en la cual había cinta del cuerpo de policía y dos agentes, los cuáles los miraron.

- Buenas tardes, señores – Comenzó a decir Lloyd poniéndose al frente – Nos gustaría hablar con el gerente del museo si es posible – Les dijo en un tonó tranquilo, a lo que los policía se miraron entre sí, uno asintió al otro –

- Está bien, esperad aquí – Les dijo el que asintió, a lo que el otro comenzó a adentrarse en el museo -.

Pasaron un par de minutos y el encargado del museo apareció junto con el agente.

- Buenos días, señor – Comenzó a decir Lloyd – Nos gustaría que le diese el día libre a los guardias nocturnos, nos gustaría estar nosotros de guardia por el accidente de anoche – Le pidió el ninja verde mientras extendía ambas manos a sus compañeros –

- Mmh... - Se llevó una mano al mentón el gerente - ¿Gratis? – Preguntó, a lo que el rubio asintió – Trato hecho – Le extendió la mano para sellar el pacto, a lo que Lloyd la agarró y sacudió un poco – Os espero aquí a las diez de la noche – Les dijo mientras se metía de nuevo en el edificio -.

El de ojos rojos miró a todos sus compañeros mientras se daba la vuelta.

- Será mejor que volvamos a la Bounty y descansemos para la larga noche que nos espera – Le sugirió al resto, a lo que esto asintieron -.

Volvieron a convocar a sus dragones elementales para volver al barco flotante. Al llegar, Kai, Lloyd y Nya fueron los primeros en dirigirse a sus respectivas habitaciones, para acostarse en sus camas y dormir, obviamente pusieron un despertador por si acaso.

Cole en cambio, antes de irse a dormir, quería tomar un tentempié antes. Se dirigió a la cocina, para abrir la puerta del refrigerador y de este sacar un trozo de pastel que sobró. Lo miró con ojos brillosos, mientras se le hacia la boca agua. Agarró un tenedor y se sentó en la mesa, para comenzar a cortar las capas de chocolate y llevárselas a la boca.

Jay tampoco se fue a dormir, decidió acompañar al pelinegro hasta la cocina y sentarse junto a él en el comedor, justo en frente de él. Miró como el maestro de la tierra devoraba cada trozo que partía de la tarta de chocolate que compraron el día anterior. Aun le parecía increíble que sobrase un poco, bueno, que hubiese.

Mientras le veía comer, una idea pasó por su mente. Se levantó, para sentarse en la silla a la izquierda del ninja negro, el cual vio el acto del maestro del rayo, pero no le dio importancia. Nada más se estableció, pasó un dedo por el chocolate que se quedo en plato, para después untárselo en la nariz.

Cole dejo de comer el pastel un momento por aquello y miró a Jay, el cual al ver su mirada centrada en él, se rió un poco. Sonrió maliciosamente e hizo exactamente el mismo movimiento que el ninja azul anteriormente, salvo que estaba vez, manchó su mejilla y no su nariz.

Así estuvieron un buen rato, machándose en diferentes partes de la cara y alguna que otra vez un poco el cuello, mientras se reían por las pintas que tenía el contrario.

- Vale, vale – Comenzó a decir Cole intentando parar de reír – Mejor vamos a parar ya – Pidió mientras sonreía –

- Eso significa que he ganado – Dijo victorioso Jay, a lo que el pelinegro le miró mientras levantaba una ceja – Vale, lo dejamos en un empate – Al decir esto, el maestro de la tierra volvió a reír, mientras se levantaba –

- Vamos a limpiarnos, anda – Le sugirió mientras se acercaba hasta el fregadero -.

El ninja azul agarró dos trapos y uno de ellos se lo brindó a su mejor amigo, el cual lo agarró y lo mojo un poco, para comenzar a frotarse las partes de la cara que tenía manchadas. Jay hizo lo mismo.

Una vez terminaron, Cole agarró los trozos de tela y los echo a lavar. Miró de nuevo al maestro de la electricidad, el cual aun tenía un poco de chocolate en una de sus mejillas.

- Oh, Jay, aun tienes un poco de chocolate, aquí – Le señaló el pelinegro la parte de la cara, a lo que el otro ninja pasó su mano por esa zona para intentar quitarse la mancha –

- ¿Ya está? – Le preguntó mientras le mostraba la zona, pero aun tenía los restos –

- No, déjame que – Al decir esto, llevó su mano hasta la mancha, posicionándola sobre la mejilla derecha del moreno. Al terminar de limpiar el lamparón, no retiró la mano del rostro de Jay y siguió acariciándola como si estuviera quitando aun la mancha -.

Se le quedo mirando por unos momentos y los ojos azules contrarios hacían lo mismo. Hacía ya tiempo que no compartía un momento a solas, una salida de mejores amigos como solían hacer hace mucho tiempo, antes de que se pelearan por Nya.

Al volver a la realidad, Cole rápidamente separó su mano de la mejilla pálida de Jay y le miró con un leve color rosa adornando las suyas.

- Lo siento... - Se disculpó mientras torcía los labios – M-me voy ya – Al decir esto, salió rápidamente de la habitación, intentando no mirar atrás -.

Jay se llevó su mano a la mejilla en la que había estado la de Cole por instinto, las caricias que le brindó el pelinegro le agradaron de cierto modo e incluso, le volvería gustar repetirlo.

[Notas de autora]

Primer capítulo después de haber publicado el prólogo ya hace bastante tiempo(? Y bueno, me gusto la idea que tuve gracias a la canción de Do it for Her de Steven Universe y la Au de Zoeloveconvers99. A parte, quería hacer un historia Bruises uwu

Do it for Him || Lego Ninjago ||  [Bruiseshipping]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora