10. Alas.

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-¿Qué coño es eso Max? -dije entrando por la puerta, arrastrada por él.

En la entrada, se encontraban Joe y Max cerrando la enorme puerta, visiblemente de madera, pero con un gesto de Joe se convirtió en un material inquebrantable, marfil. Trás la puerta, había una serie de mecanismos de seguridad que impedían la apertura de la puerta. Una especie de numerosos y enormes pestillos.

-Demonios -contestó este.

-¿Son ellos? ¿Los de la manada esa? -dije poniéndome nerviosa.

-No -dijo viniendo hacia mi- esos son los Alix, su estilo es más de atacar a escondidas y pillar desprevenido, a si que hubieran venido por las sombras del bosque. Creemos que estos son ls Tragu, son espías, y les trae sin cuidado que los vean. Trabajan para los Daith, vendrán a observar el territorio, no creo que haya que luchar.

-¿Daith? ¿Tragu? Demasiada información Max...

-Cada clan, ósea, cada familia tiene un nombre, nosotros somos los Alix, una de las familias más antiguas.

-Vale... oye, si los demonios no soportan el marfil... ¿como estoy aquí dentro? -Mis estómago se encogió y mi pulso se aceleró.

-No lo sabemos... Eres un misterio sin resolver. -Dijo mirándome a los ojos, mientras me acariciaba la sien.

- Max... las alas... me duele mucho -mis ojos se tornaron blancos y antes de que cayera al suelo me pudo coger Max.

Desperté en la habitación de Max con una taza de chocolate caliente en la mesilla y Max a los pies de la cama.

-Me está empezando a cansar esto de desmayarme. -dije incorporándome- oye... ¿que ha pasado con los demonios esos?¿Estáis todos bien?

-Si tranquila, solo vinieron a espiar... y respecto a lo de desmayarte, no puedes evitarlo... aunque creo que ya no te pasará más. -dijo con una sonrisa en la cara.

-¿Por qué sonríes así? ¿Qué pasa?

-Míralo por ti misma -Máx giró la cabeza hacia el baño.

Me levanté y fuí ahí. Me mire en el espejo y en mi espalda había dos enormes alas de plumas negras.
Vi a Max viniendo hacia mi.

-¿Qué hay de bueno en esto Max? Soy un demonio.

-Tú de demonio sólo tienes el carácter. -dijo entre carcajadas.

Lo miré con una mirada asesina.

-Muy gracioso...

-Bueno, y los demonios son mucho más feos Alison -volvió a decir entre carcajadas- mira date la vuelta.

Le hice caso y allí estaba, mi brote de esperanza, una pluma blanca se hallaba escondida entre una de mis alas.

-¿Y esto que significa? -No sabía si reír o llorar- ¿Qué soy un bicho raro?

-Vuelvo a repetir que eres un misterio sin resolver, pero eres el misterio de mi vida, y prometo que te resolveré.

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-Bueno ¿Y ahora que? -dije.

Max, Joe, Josh, Lala y yo nos encontrábamos en el habitual sitio de reuniones, la maravillosa cocina, siempre con olor a estofado y hierbas mágicas raras.

-Me refiero a... como vuelvo a mi vida normal, como hago que esto -dije agitando levemente las alas- desaparezca.

- Alison cielo... eso no desaparece -dijo Joe pegándole un trago a su cerveza.

-¿Qué? Pero Max me dijo que todo volvería a la normalidad... -dije con los ojos llorosos.

-Verás... -intento explicar Max- cuando te acostumbres a esto, será normal para ti Alison.

-Pero... -intenté contener las lágrimas, y no pude- ¿Qué hago con mi vida? Tengo 16 años, toda una vida por delante, y muchos botellones que celebrar, y no podre hacer nada de eso con esto en la espalda.

-El menor de tus problemas ahora mismo son esas alas -concluyó Joe.

Estaba atónita, las palabras no se formaban correctamente en mi boca, de mi interior sólo podían salir lágrimas.

-Yo me ocuparé del entrenamiento -dijo para rematar Lala para romper el hielo.

-De eso nada, del entrenamiento me ocupo yo -saltó Max.

-¿Cómo? ¿Qué entrenamiento? ¿De qué habláis? -Dije levantando la cabeza.

-Llegará un día en el que tengas que luchar, no será hoy ni mañana, pero tienes que estar preparada. Y no es por deprimirte pero una vez que entras en este mundo no puedes salir. -finalizó la hermana de Joe.

Salí corriendo de allí hacia la habitación de Max y de fondo escuché.

-Tu especialidad es cagarla hermanita -la voz era de Joe- me encantas.

Iba corriendo por uno de los enormes pasillos de la casa y ya no me costaba tanto llegar a las habitaciones, me sentia mas veloz y ágil que antes, una de mis negras alas chocó contra un cuadro que había colgado en la pared, me hice un poco de daño y el cuadro se quedó valanceandose. A mi espalda se escuchaban pasos, mire hacia atrás y no había nadie ¿me estaría volviendo loca? Al girar la cabeza me topé con Max en frente mía.

-¿Cómo has...?

-Alison, se que estas asustada, muy asustada, pero dame una oportunidad de explicarte cómo funciona nuestro mundo bien, por favor. Y cuando sepas toda la verdad, si aún quieres olvidarte de todo esto, te ayudaré, y desapareceré de tu vida para siempre.



¿Qué os a parecido? ¿Os gusta como va la historia?
Se que he estado mucho tiempo inactiva y espero poder recompesaros❤
-Ana

OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora