Eres mi Hombre y Yo tu Mujer ♀️♂️

Dejavu

Terminó la ceremonia, salieron los novios y los padrinos. Felicitamos a nuestros amigos nos abrazamos y dicen:

Foto los novios y padrinos, Entre tanta gente los novios se retiraron  al vehículo y el fotógrafo solicitó una foto de los padrinos.

Diego me tomó de la cintura y comenta:

- La madrina se viene con el padrino.

- ¿Y tu pareja?

- ¡Eres tú! Vamos a la recepción antes que lleguen los esposos.

- Se supone que no nos conocemos, le dije mientras caminaba hacia el vehículo.

- Desde que me pidieron que fuera el padrino, me dijeron que la madrina era mi pareja en la Boda, así que tengo que cumplir.

- No es necesario Diego Giangelo, no deseo que te sientas comprometido con la madrina, puedes llevar a una de tus chicas.

Diego hizo caso omiso a mi comentario,  me ignora y abrió la puerta del vehículo.

- Sube, me dice con voz molesta..

Accedí callada pensando si  lo que dije,  le molestó. Realmente a mí me molesto su comentario por su obligación con la madrina, de ser mi pareja.

Tuvimos en silencio en todo el camino.

Dana:

¿Qué voy hacer? Este hombre es el socio de Enmanuel y me acosté con él, se supone que lo vivido con Aron quedaría en la hacienda, no he podido asimilar esta sorpresa inesperada. Tenemos amigos en común y soy su empleada, no directamente pero lo soy por trabajar en unas de sus empresas.

Diego:

Por la respuesta de Dana, tomó mal mi comentario, cree que estoy obligado de que sea su pareja esta noche. Pero no es así, como me encanta cada vez que dice lo que piensa, esa mujer salvaje me enloquece.

No me esperaba que Dana fuera Ariana, es la misma persona, ¡Dios! como me voy a controlar teniendo a la mujer que me descontrola tan cerca y resulta que es la mejor amiga de Sara y trabaja para mí, bueno para Enmanuel directamente. Todo a mi favor para tenerla más cerca de mí.

Estacioné el vehículo le abrí la puerta a Dana y escuché un...

- ¡Gracias!

¡Llegaron los novios! Gritaron y aplaudieron los invitados...

La fiesta inicio como de costumbre el vals, brindis, las palabras del padrino, madrina y del esposo.

Entre tanta gente llegó la oportunidad de estar los cuatros a solas:

- Dana, Diego ya tuvieron oportunidad de conocerse, dice Sara.

- ¿Ustedes ya se conocen? comenta Enmanuel, no parecen dos desconocidos.

- Formalmente como Dana y Diego no, pero como Ariana y Aron si nos conocemos.

- ¿Queeeeee? Grita Sara.. ¡No puede ser!

- Siento un golpe en mi espalda, Hermano no lo puedo creer, ¿es en serio? ¿Nos están vacilando?

- ¡No!

- Esta conversación no termina aquí a nuestro regreso de la Luna de Miel tendremos una reunión de cuatro. Dice Sara contenta.
Viene la parte divertida de las bodas y ustedes dos van a participar.

Siento otro golpe en la espalda y me dice al oído Enmanuel:

- Estás perdido Diego Giangelo,  tenemos que reunirnos socio. Dice riendo.

Los esposos protagonizan como primera pareja el juego del liguero, luego Enmanuel comenta a los invitados.

Formalmente les presento a mi Padrino, socio y Gran Amigo, Diego Giangelo y la madrina mi gran amiga y mano derecha, Dana Lombardi.

Dana:

La gente aplauden y se escuchan suspiros de mujeres al ver a Diego, no me extraña por lo atractivo y guapo que estaba.

Siento que me empujan a la silla y las manos de Diego se posa en mi pierna subiéndome el vestido mirandome con picardía sonriendo.

Su barbilla roza en mi muslo y me estremezco. Pasa su lengua para agarrar el liguero hasta que logró lentamente sacarlo por completo.

Al culminar la tortura excitante, me paro de la silla y busco salir del grupo de gente para agarrar fresco, pido una bebida y me la tomo fondo blanco.

Necesitan un respiro no había tenido oportunidad de procesar tantas emociones, Luego escucho una voz diciendo.. El ramo para las chicas solteras.

Aproveché de ir al tocador  y cuando regreso hacia la recepción, siento que me empujan hacia un rincón colocándome de espalda y tomandome por la cintura.

Al oído me dicen con una voz sensual... ¡Dejavu!

Ese olor, ese roce, esa voz me excitó.

Siento que me agarra el vestido bajando la manga de mi hombro diciéndome:

- Te arrancaría el vestido y me cogeriay a la madrina, pero hay mucha gente.

Cuando reacciono, Se escuchaba unos pasos hacia nosotros, él me coloca la tira del vestido en su lugar y me deja allí. Se había ido Diego del lugar.

Después de sus palabras, el padrino me ignoró, se la pasaba rodeado de mujeres solteras invitadas por ambas familias del novio y la novia.

- Estaba molesta, celosa.¡ No! ¿Celosa por qué? ¡No! Diego no me pertenece.

Diego:

- No se cómo me controlé de no arrancarle el vestido a Dana, ese olor, su piel me droga, necesito a esa mujer.

Voy a distraerme con las mujeres de la fiesta para controlar mi deseo sexual. Voy a tratar de ignorarla.

Había transcurrido  la fiesta y los esposos se reunieron con los padrinos para despedirse en privado.

Buenos queridos amigos nos retiramos.

Hermano te dejo a cargo a Dana. Dice Enmanuel y Sara comenta, amiga encarrila a éste mujeriego encantador.

Nos abrazaron y nos dejaron con la palabra en la boca, me quedé observando a la pareja como eran felices. Me salió una lágrima por la emoción, olvidé que Diego se encontraba allí, cuando reaccioné ya no estaba. Sentí un vacío al estar sola.

Diego, ¿por qué me haces esto? Entre tantas mujeres que puedes tener, me atormentas y no sé que pensar ni como actuar, estaba confundida y triste entre mis pensamientos.

Diego:

Cuando los esposos solicitaron reunirse conmigo, mi mente estaba confusa, que carajos me pasa no quiero estar con otras mujeres sino con Dana.

Escuché las palabras de Enmanuel al decir: Hermano te dejo a cargo a Dana, lo que dijo me llegó directo al corazón. Cuando reaccioné, observé que mis amigos se estaban retirando felices y miré a Dana con una lágrima que bajaba por su mejilla.

- Que hermosa eres, eres mía Dana Lombardi.

Me retiré sin que se diera cuenta. Tomé mi teléfono y hable con la organizadora de bodas.

- ¡Buenas Noches! Los novios se retiraron, encarguese de los invitados, los padrinos se retiran.

- No se preocupe Sr Giangelo.

- Gracias..

Dana Ariana eres mía....¡otra vez!