¡En la cama otra vez!

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Dana:

Al ver que estoy sola, me quería retirar de la recepción pero mi tarea como madrina no había terminado quedaban invitados y Diego estaba entretenido con sus mujeres.

Se me acerca un hombre y me invita a bailar, acepté ya que no tenía acompañante.

- ¿Bailamos Bella dama?
- Bueno, si.

Bailamos de forma respetuosa y agradable, el caballero se me presentó, era invitado por parte de la familia del novio.

- ¿Una dama tan hermosa no tiene acompañante?

- Soy la madrina.

- ¿Y el Padrino? Yo no dejaría por un instante a la madrina y aún más si es una mujer tan atractiva como tú.

- ¡Gracias!

- Terminó la música, ¿la invito a un trago?

- Si, gracias.

Diego:

¿Quién carajos es ese tipo que baila con mi mujer? Era tanta la furia que no me importó decir mi mujer... Quería golpear a ese tipo por tocar a Dana.

Me contuve al ver que culminó la musica, se dirigían al bar, trague grueso y me bebí mi trago fondo blanco.

Miraba fijamente a Dana sin importarme nada y nadie hasta que nuestros ojos se encontraron, cuando nos miramos mi deseo se alteró, me desplacé como un animal buscando a su presa. La deseaba.

- Nos vamos .... La agarré por la cintura y mire al hombre que había tocado a mi mujer.

- Sr. Giangelo, caramba, no sabia que la dama es su acompañante.

- Si, es mi acompañante y usted es...

- ¡Mucho gusto! Alesandro Duran, primo del novio.

- ¡Mucho gusto! Nos retiramos..

- Hasta luego hermosa dama..

- Gracias por el baile y el trago.

Estaba furioso, celoso quería demostrarle a ese tipo que no debe tocar a mi mujer me contuve, al saber que era primo de Enmanuel.

- ¿Qu6e es lo que te pasa Diego, ¿que pretendes?

- Caminas o quieres que te cargue.

Mi furia y deseo me controlaba.

Cuando salimos de la recepción, literalmente me obligo ir a su casa.

- ¿Que te enoja Diego?

¡Tú! ¿qué carajos quiere ese tipo contigo?

- ¿Quién carajos te crees tú? No tengo que darte ninguna explicación de mis actos.. Además tus mujeres te deben estar buscando.

Nos habíamos montado en el vehículo y sin darme cuenta entre la discusión no me había percatado que estábamos en otro lugar, Diego se baja y abre la puerta tomandome como un saco de papas.

- Diego Aron, eres un animal salvaje.. ¡Sueltame!

Llegamos a su casa, a su cuarto, me tira a la cama, me ala quedando cerca de él.

- Si, soy un animal salvaje que está furioso y con deseo de cogerte Dana.

Su mano se posa en mi cara y la otra en mi vientre, Mi respiración se acelera y mi deseo se activa.

- ¿Qué quieres de mí Diego Giangelo?

- Que seas mía, solo mía....

Introduzco mi mano en su ropa intima para provocar un gemido en ella. Cuando abrió su boca mi boca y lengua se unieron para enredarla en la suya salvajemente, ella reaccionó de la misma manera y me volvió loco.

Nos separamos para respirar diciéndo con voz ronca, Dana abre la piernas para masturbarte.

_ Así como me lo pidió, fui obediente de inmediato, volví a preguntar.

¿Diego que quieres de mi? Y al decir mis palabras, un gemido se apodero de mi.

- Mirame Dana, te voy a castigar por hacerme enojar. Ese tipo quería cogerte y el único que puede hacerlo soy yo.

- ¿Quieres que te coja, Dana?

- Ya lo haz hecho Diego, además la ropa me estorba, a ti no..

Le quité el vestido al escuchar sus palabras, mi erección crecía, la quería penetrar.

- Dana que hermosa eres, deseo comerme tu cuerpo, quiero devorarte.

Me desvesti parado sin dejar de mirar a la mujer que me enloquece sentada en la cama desnuda.

Hizo que me estremeciera cuando sentí su boca en mi pene, ella era la que me estaba comiendo.

- No pares, Dana eres una Diosa... ¡Ummm que rico!

Al ver ese cuerpo desnudo frente de mí y ese pene tan grueso y grande, mi instinto de mujer salvaje fue comerlo. Que delicia tenerlo en mi boca, al escuchar su gemido me estremeció y me sentí ganadora al ver que le gustaba. Sentí sus manos en mi cabeza para acelerar el movimiento.

- Cometelo todo Dana, haz que acabe.

Aceleré el movimiento, enloquesi al tener su poder en mi boca, escuché un gemido fuerte pronunciando mi nombre, sentí un liquido en mi boca y trague, baje la velocidad para pasar mi lengua y agradecer la satisfacción del sexo oral.

Diego me toma la cara y me besa...

- ¿Dana te gusto?

- Si, me gusto.

- Quiero lamer tu vagina Dana, quiero comerla. Abrete para mi..

- Ummm esto me pertenece, ¡que rico! Te haré gemir y estremecer dama salvaje.

Estaba drogada con su olor a sudor y deseaba tenerlo dentro de mi, abrí mis piernas, sentí la gloria cuando pasó su lengua en mí. No paraba, hacia que gritara de lujuria. Dios este hombre hace que me estremezca.

Aceleró su ritmo y me retorcía, agarraba mis piernas con sus manos para que tuviera mayor profundidad. Gemía y gemía sin control, temblaba por el orgasmo, no paraba quería acabar conmigo.

- Grite Diego.... Te quiero dentro de mi, ¡No aguanto más!

Me levantó las piernas para colocarse y penetrarme con fuerza.. Grite por lo duro y fuerte que me estremeció. Sus embestidas eran rápidas y profundas.

- Dana te voy a cojer duro....

Me volteó boca abajo y se colocó encima de mi para la penetración anal. No dejaba de gemir, los dos gritabamos de lujuria.

- Voy acabar dentro de ti Dana...

Cuando escuche a Dana decir que me quería dentro de ella, me volví como un animal salvaje, la penetre hasta el fondo, deseaba entrar y salir de ella. Dios que mujer, quería más y más hasta no poder, la volteé con fuerza para embestirla por detrás. Me decía a mi mismo, eres mía Dana.... acabe dentro de ella. Caí agotado encima de ella sin hacerle daño, hasta que nos recuperamos.

Sentí una mano que me acariciaba el cuerpo, me estremecía cuando llegó a mi cintura, hizo que me volteara.

- Mirame Dana, eres la mujer salvaje que haces que pierda el control.

- Diego hemos tenido sexo dos veces, creí que lo nuestro en la hacienda no se repetiría.

- Yo también, pero no es así, el destino se empeña contigo.

Mire a Diego y mi corazón latía fuerte al escuchar sus palabras él no dejaba de mirarme, se acercó para darme un beso que por instinto mis piernas envolvían las piernas a él. Luego de un beso dulce y largo, nos quedamos sin aliento y se colocó encima de mi para apoderarse de mí intimidad

- Un mm mm esta húmedo aquí adentro, me gusta. Te voy hacer el amor Dana.

No paramos en todo el día, hicimos el amor, tuvimos sexo en la ducha, en la cocina, en su cama.

Eres mi Hombre y Yo tu Mujer ♀️♂️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora