En la cocina de una modesta casa de estilo conservador estaba una mujer de cabellos rubios que iba de un lado a otro.
Alm: Christa podrías pasarme las papas del fregador?
Ch: claro mami!
La pequeña rubia bajo del banco de la barra y corrió al fregadero subiéndose con ayuda de su pequeño banquito. Tomo el bol de las papas y con rapidez se lo llevo a su madre que estaba ocupada moviendo una cacerola.
Alm: Gracias mi niña. - recibió el traste y acaricio la cabeza de Christa con cariño.
Despues de aquel cariño, Christa corrió de nuevo a sentarse en la barra tomando de nuevo el libro que tenia y se volvió a concentrar en el. Esto no escapo del interés de su madre.
Alm: Aun sigues repasando? - le dijo divertida.
Ch: Debo poder ser capaz de leerlo perfectamente... - respondió con ceño fruncido y moviendo sus piernitas
Alm: Y eso porque? A caso no te agrada que Ymir y yo te lo leamos?
Ch: No es eso, mami! - dijo alarmada. - solamente que... - se sonrojo.
Alma sonrió con ternura y se acerco a su hija para darle un beso en la sien.
Alm: Entiendo bien que desees poder leerle este cuento a Ymir porque también es su favorito... es un buen regalo mi niña.
Ch: Pero este regalo no es algo como lo que ella me da... - bajo la mirada. - además tiene tiempo que no la veo y siento que esto no es nada...
Alm: Christa, dime, que prefiere Ymir siempre que le des. Una sonrisa o un reloj como aquella vez.
La pequeña rubia sonrió con sonrojo y abrazo a su mamá.
Ch: ella prefirió mi abrazo al reloj... porque dijo que era más cálido y lleno de afecto que un reloj que cuenta el tiempo... - respondió
Alm: animo. Este será un excelente regalo de navidad para ella, te lo aseguro.
Ch: si mami!!
Con renovadas energías se concentro de nuevo en su estudio. Las horas pasaron y el reloj al fin marco las 6 de la tarde que indicaban hora de arreglarse por lo que subió corriendo a su habitación y tomo su baño.
Un vestidito rojo de tirantes, zapatos de igual color y su hermoso cabello rubio suelto le resaltaban aquella belleza precoz no propia de una niña de 5 años de edad. Un encanto inigualable como el de su madre.
Bajo al salón y se sentó frente a la chimenea recién encendida para calentar la casa, con su libro continuo su lectura mientras esperaba ansiosa la llegada de la morena. Cuando ni bien el reloj anuncio las 8 de la noche el timbre sonó y dio por finalizada la espera agobiante de Christa. Corrió para abrir la puerta y encontró a una pareja que le sonreía con ternura, eran los señores Fritz, padres de Ymir.
Ch: Tíos!! - grito emocionada
Franz (Fz): Oh pequeña Almita! - le abrazo - haz crecido bastante!
Hannah (Hnn): Es cierto, princesa, lo haz hecho. - sonrio
Los señores Fritz eran amigos íntimos de su madre por lo que la mayor parte del tiempo ellos estaban en su casa o ellas en la de ellos.
Ch: Ah!.. - dijo mirando a los costados
Hnn: Ymir se ha quedado en tu jardín un momento...
Fz: Nos ha pedido que no le vayas a buscar y le esperes con nosotros, pequeña.
Christa estuvo a punto de replicar cuando la mano de su madre se poso en su hombro.
Alm: Christa, mi niña no vas a dejarlos pasar?
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[Yumikuri] Te Buscare
FanfictionUn reencuentro que se pacto desde hace más de quinientos años al fin se cumple. Memorias perdidas, recuerdos vagos y errados provocan que almas destinadas se alejen por culpa de la confusión. Acaso sera tarde para pedir perdón por amar a quien no se...