CAPÍTULO 32: TÚNELES

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Historia Reiss, en su cueva oscura, húmeda y caliente como el infierno mismo, yacía como una hermosa diosa infernal lista para mover ahora sus piezas de ajedrez. Acababa de dar su jugada Frieda y con un aliado como Eren le convertía ya no en una simple pieza divertida sino como un oponente de verdadero poder. Se acarició el mentón con un gesto vago de delirio ante el pasado y sonrió un tanto.

-Supongo que con esto me limitas en actuación. –ladeo la cabeza. –Borre las memorias sobre los titanes y del pasado para poder redimir a nuestro pueblo, aun así Eren se ha atrevido a romper mi trabajo deliberadamente...

Alzando su mano, hacia lo que podría describirse como una proyección de los sucesos, salvo la vida de Mikasa y Armin con una sonrisa temblorosa.

-Ya veo... no pensabas matarlos, solo dejarlos heridos para ganarte a Frieda.

En lo que representaba a Mikasa y Armin, sus cuerpo sanaban de poco a poco y ellos no eran conscientes de ello. Historia sintió su frustración y el coraje de la traición.

-Perfecto. Ellos junto al resto pueden traerme a Ymir y a Christa ante mí.

Mikasa acababa de incorporarse y antes de que pudiera despertar a su amigo un fuerte dolor de cabeza la hizo retorcerse. Historia estaba preparando su jugada y esta consistía en hacer uso de nuevos títeres. Mikasa, que no podía darse cuenta de su papel en la trama, acepto el pensamiento como propio.

-Eren les ha traicionado, se ha ido lejos de ustedes... debes traerlo de vuelta a casa. O destruirá el mundo entero. –susurro Historia a Mikasa con una voz suave y decidida. –Trae al viejo Eren a casa... Sepáralo de esa mujer y sálvalo de la condena.

Mikasa murmuraba lo que Historia decía y con sus ojos clavados en la resolución de sus acciones, despertó a Armin con cuidado. Historia sonrió y descanso su cabeza en el respaldo de su trono frio y duro que tenía un color morado-azul y no era de cualquier metal o material normal, era un propio recurso hecho de su último titán sirviente.

-Dime Frieda, ¿Cómo podrás luchar contra mí si yo tengo control sobre todo el mundo? –sus ojos azules destellaron un color morado tan hermoso. –Es mi última oportunidad de vivir... ¿ni eso merezco luego de todo lo que sacrifique por mi gente?

***

Caminaron un tramo corto con prisa y Frieda guio a Eren por uno de sus túneles secretos con los cuales se movía libremente por el continente, estaba escondido en una roca por las hojas. Entraron y cerraron el pasaje con cuidado y una red bien iluminada los recibió. Eren la toco receloso.

-¿Qué es?

-Cristales de endurecimiento. –respondió amablemente mientras encabezaba la marcha corta. –brilla como una lámpara potente y no cuesta nada más que una transformación adecuada y ya.

-No sabía de esto. Mis memorias son pocas y solamente he visto lo necesario para entender de qué va todo.

-Estamos en el mismo barco. Por ahora debemos reunirnos con personas a las cuales no pueda afectar la voluntad de la Reina.

Eren no despego la atención de los cristales y un fragmento de recuerdo acudió a él; estaba en una enorme cueva cubierta de ese extraño material mientras tres personas estaban con él. El resplandor morado-azul era tan hermoso que le mostraba un poco de la historia de todos allí; el recuerdo cambio de súbito y apareció frente a él un hombre rubio alto de barba crecida que se le parecía a su padre.

-¿Vamos con Zeke? –le cuestiono mientras cerraba los ojos ante el dolor que le produjo esos recuerdos.

-Sí. Él es importante aquí; solo somos nosotros tres los capaces de mantenernos sin ser manipulados y al tener uno de los titanes fuertes nos es de utilidad grande. Además, él es un excelente estratega y científico.

 [Yumikuri] Te BuscareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora