Karenin
Casi arrastrándonos, con las manos atadas y llorando nos traen a mi y a Elkan hasta la cabaña otra vez, al llegar al pequeño cuarto oscuro, nos tiran como perros y ahí nos quedamos ambos sin decir nada. Y lloro... Estuvimos relativamente cerca de escapar y ahora todo se está tan lejano, tan oscuro, tan apagado, tan triste.
No sé si dormí, no sé si estuve despierta pero puedo ver un poco de claridad por lo que supongo ya es de día, Elkan, está en una esquina, al parecer el pudo dormir. Mientras lo observo, la puerta se abre y entran cuatro personas, todas con máscaras y por el cuerpo de uno de ellos, hay una mujer que va vistiendo todo de negro, se queda viéndome fijamente a los ojos e igual yo a ella, sigilosamente se me acerca, y me pega en la cara, me quedo perpleja por su acto, se levanta y sale y tras ella, los hombres.
Elkan que despertó por los ruidos, sigue igual de impresionado que yo, y me pregunta que qué fue lo que sucedió mientras que como puede se acerca a mi y se sienta a mi lado, yo solo puedo negar con la cabeza y empezar a llorar otra vez, sin gritos ni sollozos, solo lágrimas.
No tarda mucho tiempo cuando ella vuelve a entrar junto con dos hombres altos, muy altos que hasta parecen ogros, también vestidos de negros y solo se le logran ver los ojos y las manos blancas.
-Ya que los otros imbéciles no pudieron cuidar a dos mugroso y estúpidos adolescentes, estos dos y otro más si lo harán y ellos no escatimarán en golpearlos si es necesario- nos dice ella con una voz distorsionada.- Así que tengan mucho cuidado con lo que tratan de hacer.
Ella sale y uno de los ogros sale con ella mientras que el otro se queda un poco más y nos mira fijo a ambos, tiene unos ojos azules que aunque son hermosos también son aterradores, su mirada es fría y aterradora, observa el lugar y luego se agacha frente a nosotros, trata de tocarme pero Elk como puede lo empuja y yo le escupo en los ojos. Se echa para atrás y se limpia la cara; se acerca a nosotros como si fuese a pegarnos pero no lo hace, solo se queda viéndonos, viéndome a los ojos y yo le sostengo la mirada. Admito que tengo miedo, y creo que se nota que tiemblo. Solo hace eso hasta que se levanta y sale él también dejándonos solos.
-Eso fue aterrador, Kar.- Me dice Elkan mientras yo solo miro fijo hacia la puerta pensando de los bellos y aterradores ojos de ese hombre.
-No puede ser peor que estar aquí, eso es seguro.
¿Será que estar secuestrada está volviendo loca a Kar que piensa que uno de sus nuevos secuestradores tiene lindos ojos y voz también? O.O ¡ALERTA! ¡ALERTA!
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Elian
Teen Fiction-Se supone que denuncies a tu agresor, no que lo defiendas. -Pero nos ayudó, nos ayudó a escapar. -Creo que tu locura esta vez ha sobrepasado sus límites.