Capítulo 4: "Costumbres y cambios"

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Aquel primer día en la Universidad se iba a convertir en el peor día de la vida de Troiann Marshall. De todo el mundo que podría haberse encontrado allí, tenía que ser el estúpido chaval motero de aquella vez, la joven empezaba a pensar que la vida la estaba toreando de una manera que no se podía explicar. 

Después de que acabase la clase, Troiann cogió sus cosas y las metió en la bolsa, decidida a abandonar la clase donde estaba aquel chico, mientras en una de sus manos tenía el móvil, con una llamada de un tal Kurt Richards sonando, no tuvo más remedio que atender a la llamada y pasar de la cara de Marcus por completo, sí porque Marcus era el chico que se había sentado al lado suyo con el único fin de molestarla aquel día, o de hacerla rabiar hasta la saciedad. 

- Sí, hola Kurt. Estoy saliendo de la Universidad ahora... Sí, luego nos vemos... Que sí, yo también. Adiós. - Colgó.

- Oye, ¿puedes hacer el favor de evitarme todo el día? Sé que ha pasado tiempo, pero tampoco creo que sea para tanto, enana, no te voy a comer.

- No te evito, simplemente creo que tengo cosas más importantes que hacer que aguantar tu presencia durante estos días. Eres infernal, Marcus.

- Uy, perdone señorita, no sabía que estabas tan solicitada.

En ese momento a ambos se les escapó una sonrisa, pero el momento fue estropeado por la incesable llamaba de Kurt, de nuevo, en el bolsillo de Troiann, esta sacó el móvil y miró a la pantalla con algo de recelo, la insistencia de Kurt para las cosas siempre la había odiado, y a medida que pasaba más el tiempo, la irritaba más y más. 

- ¿Quién te llama tanto?

- ¿A ti qué te importa?

- Lo siento, no sabía que una enana como tú sería soportada por un novio tan pesado y cansino. 

- ¡¿TE VAS A CALLAR DE UNA PU*TA VEZ?!

En ese momento Troiann dio tal grito que varias personas del pasillo se giraron para contemplar la escena que ambos estaban dando, todo un espectáculo digno de ver. Aquel grito en verdad no había sido por la presencia de Marcus, si no por la insistencia de Kurt al teléfono. Troiann al ver la cara de póker de Marcus, optó por darle la espalda y coger el teléfono a medida que caminaba lejos del jóven, dedicándole a Kurt palabras que escondían cansancio y falta de interés. 

[...]

- ¡Hola, Kurti! Siento la tardanza, sabes que la universidad es lo que tiene...

La pareja entonces se fundió en un tierno abrazo a la vez que Kurt buscaba la boca de ella, con el único propósito de besarla, la había echado de menos. Kurt era un hombre algo mayor que Troiann, el cual dedicaba su vida a la fotografía, una de sus pasiones, la otra, era Troiann. 

- No pasa nada. ¿Qué tal el día, como lo llevas?

- Por ahora bien, sabes que aún no he empezado lo peor, por lo que podemos estar tranquilos de momento... 

En ese momento Kurt emitió una sonrisa de afecto hacía Troiann, el sabía todo lo que había pasado en la Universidad en cuanto a toda la responsabilidad de conllevaba entrar en ella. Pocos segundos después, a la vez que Troiann le acariciaba la cara, su expresión cambió. 

- ¿Qué ocurre?

- Troian, yo... verás... - La cara de Kurt en ese momento cambió, clavando su azulada mirada en la rubia joven. 

- Dímelo.

- Me ha salido trabajo para hacer un reportaje en Marruecos y tengo que irme durante un mes entero...

- Pero... ¿Pero no decías que no aceptabas trabajos fuera del país?

- Lo sé, Troi. Pero mira como están las cosas y...

En ese momento la expresión de Troiann cambió, entornándose en una preocupación que no había tenido nunca en cuanto a su relación con Kurt. Suspiró.

- Está bien.. ¿Cuando...?

- En un par de días, sé que debería habértelo dicho antes, sé...

- No te preocupes, sé que tienes que hacerlo...

En un momento ambos se fundieron en un abrazo, sin saber que aquella decisión iba a acarrear un sin fín de consecuencias. 



"Cuando el fuego encuentra la gasolina"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora