Cuando a Troiann la llamaron para aquella entrevista de trabajo, ella no daba ni dos euros porque la contrataran. Apenas tenía experiencia ni ganas para empezar a trabajar, porque en su interior estaba la duda eterna con la relación que tenía con su casi ya ex novio, Kurt. Realmente la relación que tenía con Kurt, estaba fría, más fría de lo que podría imaginar. Los últimos meses, por mucho que ella hubiera intentado camuflarlo, o pasar de ellos, tenían más problemas que alegrías, más lágrimas que sonrisas, y aquella no era una buena base para una relación, una relación que tenía la intención de consolidarse, o esa era la idea.
Dejando a un lado los pensamientos que tenía sobre Kurt, Troiann decidió ir a la entrevista, total que tenía que perder, la Universidad tampoco era algo que le encantase, tampoco era su fuerte ni algo que realmente le gustase. La carrera, no era tampoco nada de otro mundo, por lo que dejarlo o no, era indiferente para ella.
(...)
Una vez en el bar, preguntó por el responsable y ambos empezaron a hablar. Troiann apenas había trabajado en otros sitios, por lo que su experiencia era entre poco y nada, lo único que tenía para ofrecer, eran unas increíbles ganas de trabajar, de sorprenderse a si misma y sobretodo, de evitar los pensamientos sobre Kurt de su cabeza.
- Buenas, ¿Troiann, Troiann Marshall?
- Sí, esa soy yo. - Dijo la joven con un hilo de voz casi imperceptible.
- Vale, te explicaré con rápidez de lo que trata el puesto. -Siguió.- Es un puesto de camarero, tu función era servir y mantener a nuestros clientes contentos y felices para que tengan ganas de volver a nuestro local. Aparte, por supuesto, que deberás de dar una atención al cliente de primera clase. Cuéntame sobre ti.
- Bueno, estoy estudiando en la Universidad, he trabajo anteriormente en un bar parecido a este y la verdad es que me fue muy bien, pero a los pocos meses, el bar cerró y no volví a buscar tampoco ningún trabajo más, por lo que me centré en la universidad...
Después de una típica charla de trabajo, el dueño del bar le propuso a Troiann que empezase a trabajar el fin de semana, como modo de prueba, para ver que tal se desenvolvía en el bar, a lo que ella aceptó.
Al salir de la entrevista, el móvil de Troiann, no paraba de sonar, por lo que no le quedó otra que mirar la pantalla y ver quien le llamaba, era su hermano, Jacob.
- ¿Jacob?
- Joder, Troiann, no se porque respondes así, ni que no me conocieses...
- Cállate, imbécil. Dime, ¿Qué te hace falta esta vez?
- Nada, simplemente ha venido un chico preguntando por ti a casa, se llama Marcus, dice que va contigo a la universidad y que tenéis que hacer un trabajo juntos, tampoco le presté mucha atención. ¿Tú dónde estás?
- ¿Marcus? En fin, estoy cerca de casa. Voy en nada.
Después de esa llamada colgó y resopló. ¿Qué quería ahora ese tal Marcus? ¿No se da por vencido?
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"Cuando el fuego encuentra la gasolina"
Ficção AdolescenteTroiann Marshall es una chica que cualquiera consideraría normal, tiene 20 años, trabaja en un pequeño bar de su ciudad y dedica su vida a la Universidad y al amor de su novio, Kurt, y sus amigos, como serían Berlía y Daeny. No tiene ni idea del...