Ya era de mañana, desperté a causa de la alarma y de los malditos rayos del sol que iluminaban en toda mi cara, no he parado de pensar en todo lo que ocurrió ayer, espero y todo se le haya olvidado a Bradley, en este momento, no quiero a nadie a mi lado, ni mucho menos una relación, siempre he sido de esas chicas que no son ni muy santas ni muy diablas con los chicos, simplemente soy intermedio.
En este momento me encuentro haciendo la limpieza en la sala junto con Yoko, otra señora de limpieza. Aunque a mi parecer no es una señora sino una chica, porque es muy joven, para trabajar en esto, de hecho, creo que es más joven que yo.
—Creo que terminé Sunshine, ya acabaste?— Dijo para ir a donde estaba limpiando, que era la mesa de la sala.
—No, aún no, me falta el cuarto de Bradley —Le respondí con una sonrisa.
— De quien? — me respondió con un tono de confusión en su voz.
— Del señor Bradley, solo que el me dijo que lo llamara así —
— Pequeña, te aconsejo, no confíes mucho en ese señor, cuando te hable no lo mires a los ojos, ni siquiera trates de agarrar confianza, créeme, te lo digo yo que tengo más experiencia que tú. — Dijo algo seria
Y esta que se cree?
Mi madre o que mierda?
Oh Nonono
Ni se crea.
— Escuche, yo no le he faltado al respeto, ni a él, ni a usted, él me dijo que para sentirme más cómoda con él, me pidió que lo llamara Bradley —
— No seas estúpida niña —
alcancé a oír entre sus murmullos y sus maldiciones hacia mí, para luego irse en dirección a la cocina.— El señor ha llegado — escuché decir a otra chica que estaba limpiando las enormes ventanas.
— Sunshine, abrele la puerta, por favor — me pidió una chica rubia que podría jurar que si no se vistiera tan niña, juraría que era una prostituta.
-Abrí la puerta y me hice a un lado para que entrara Bradley-
—Sunshine, no piensas saludar?—
La verdad, quiero cortarle la boca a Yoko en este preciso momento.
— Pero por supuesto, Buenas tardes señor, como le fue hoy en el trabajo — Respondí con una sonrisa tierna.
Debo admitirlo, este hombre es tan atractivo que con tan solo mirarte tu caes a sus pies, y por supuesto, si él lo quisiese a su cama.
— No me gusta que me llames señor, como te dije que me llamaras? — Dijo para luego apretar mi nalga derecha con disimulación.
Ahora no por favor.
— D- D- Disculpen, iré a mi habitación, si me necesitan en algo sólo llámenme — dije para luego retirarme e ir a mi habitación.
mientras tanto en el comedor.
— Yoko no crees que esa chica es rara? — me preguntó lina, una chica rubia, con apariencia de niña y con vestimenta de esta.
— De quien hablas? —
— Hablo de Sunshine—
— Por dios lina, no te metas, si es rara es su jodido problema —Estoy enojada con esta plástica.
— Cómo sea, ya se nota que ya le agarraste cariño, ojalá y ya sabes... —
— Ya se de que lina? — Pregunté nerviosa, si, no se de que habla, pero tengo miedo y no sé ni el porqué.
—de que te quite al chico que te gusta, al señor Bradley— y esta como lo sabe ay maldición! Ya vali mierda
— E- E- E- el no me gusta lina, no digas estupideces — de esto tenía miedo, a que alguien supiera de mi romance con Bradley.
—Por dios Yoko, Hace 5 días exactamente, antes de que Sunshine llegará, pase cerca de la habitación de Bradley, y sabes que escuché? -negué- así es, gemidos, UNOS MALDITOS GEMIDOS QUE NO ME DEJABAN DORMIR —Dijo alterandose y gritando por toda la mesa.
— Cállate, que quieres que te de para mantener tu boca cerrada? dólares? Si es así, de cuanto estamos hablando —
— No quiero tu asqueroso dinero zorra barata, lo único que quiero es que Bradley se acueste conmigo, y así no ser virgen.
Guao.
Guao.
Y triple Guao.
Y Sunshine y yo creíamos que era una santa del señor, de esas que leen la biblia, y van a misa todos los domingos.
No tengo ni la menor idea que haré.
Maldición.
♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡
Aquí el Capítulo #2.
No es muy bueno que digamos pero para no subir cap JAJA.
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Esclava sexual.©
RandomSunshine una chica de 17 años, trabaja en una mansión de un millonario chico, lo que no sabe Sunshine es que este "millonario" la querrá más que su empleada, causandole problemas en el trabajo, pérdida de amistades, y por supuesto, lo que nadie esp...