Capítulo 5

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Me dices soy un ser especial

Pero me haces sentir como un vil souvenir.

Un vil souvenir,

Tu tesoro, un pedazo de ayer.

León Larregui —Souvenir

A Poli le había gustado aquella chica sin dudas. Le agradaba esa sexi confianza en sí misma que había demostrado en aquellos breves encuentros. No había nada escrito sobre las decisiones, que podían ser acertadas o erradas simplemente, así que se atrevió a pedirle una cita, a la que Sonia aceptó de una manera bizarra.

Eso extrañó mucho a la Betancourt, porque Sonia estaba diciéndole con su lenguaje corporal que no quería salir con ella, pero eso era bastante raro, porque verbalmente hasta se había mostrado entusiasmada.

En fin, la cita era en Fresnillo, Zacatecas, la ciudad más grande e importante del estado. Fresnillo era el municipio con mayor actividad económica del estado, dónde había muchas fábricas textiles y una de las plantas cerveceras más grandes del país. Si te tomas una Corona, tienes altas probabilidades de estar probando un producto hecho en fresnillo.

La final de futbol era ese día, en una unidad deportiva de fresnillo, final que ya narré en una ocasión anterior, ese era el 50% de las causas de nerviosismo de Sonia, a parte del hecho de que estaba a punto de tener una cita de verdad en toda su vida.

Sonia llegó temprano a la ciudad, se había ido en el transporte público por la mañana, acompañada de su siempre socio en el crimen Alekséi, en su maleta dónde solía guardar su uniforme y equipo habitual metió discretamente ropa casual (una camisa blanca, pantalones de mezclilla ajustados, una chaqueta negra y tenis negros), aparte de ropa extra para después de las duchas. A su madre le dijo que tenía que realizar una encuesta sobre el consumo de quesadillas por parte de la escuela (Sonia estaba muy metida en el debate social que cuestionaba el hecho de si era aceptable pedir quesadillas sin queso [Ella defendía fervientemente que si se llamaba quesadilla forzosamente tenía que llevar queso]), y cuando ella le respondió que esa encuesta se podía realizar en Villanueva Sonia le respondió que toda la gente de Villanueva estaba corrompida por la ignorancia, y que seguramente saldrían con la sandez de que una quesadilla puede efectivamente no llevar queso.

Una vez en la ciudad Sonia decidió caminar un poco a solas. No es que de pronto Sonia fuera a una ciudad y se supiera de memoria la Geografía del lugar, pero todas esas antiguas ciudades coloniales tenían en común que siempre estaban distribuidas de forma parecida: eran como los árboles, que en el centro son más viejas que el tiempo, pero conforme te acercas a la orilla encuentras lugares más recientes. En el centro de fresnillo, como en casi cada ciudad de zacatecas, encontrabas una catedral de torres y cúpulas bastante altas, de manera que si sabías como llegar a un sitio partiendo desde la catedral, podías ir a dónde querías, porque si te perdías bastaba con divisar a lo lejos el edificio religioso y andar hasta él, ya que podías verlo desde casi cualquier punto de la ciudad.

La joven despidió a su amigo, aunque este se quedó con el pendiente y se resistió bastante, pero Sonia le dijo que no pensaba alejarse mucho del centro y que de todas formas llevaba consigo una navaja Suiza en el bolsillo por si las dudas. Sonia no era una muchacha violenta, pero con el ambiente de inseguridad que se respiraba en el país toda precaución era poca.

La Joven Robles necesitaba su espacio, estaba preocupada por el resultado del partido, sí, pero también estaba preocupada por sus sentimientos. La joven tenía claro que empezaba a sentir algo además de una fuerte atracción por la chica de los hoyuelos, pero aun así tenía que pensar muy bien lo que iba a hacer. Sí seguía viéndola, caería enamorada sin remedio, pero no sabía si eso era lo más conveniente.

El Peón Negro (Trebejos Negros Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora