Liar Liar {YOONMIN}

#02: "Man Down"

Octubre 31, 2005. Vero Beach, Florida.

—  ¿Quieres un vodka, cariño? 

Jimin se giró a ver a su esposo mientras le sujetaba de la cintura. Llevaban una hora en la fiesta y ambos admitían que se estaban divirtiendo. 

Habían llegado también algunos de sus amigos y habían ocupado una apartado en la zona de invitados VIP que daba vista a la pista de baile y la barra. El lugar estaba lleno. Y los amigos de Jimin bromeaban con él y hacían comentarios sobre los disfraces de los invitados. 

Tony había bailado con Jimin, sujetándolo de la cintura contra su cuerpo y pasando los labios por su cuello cuando este envolvió sus brazos alrededor de su cuello obligando al más alto a que de inclinase un poco hacia adelante. El montón de gente en la pista hacía que ambos estuviesen más juntos. Sonriéndose cómplices, compartían uno de otro desliz de sus manos por el cuerpo ajeno, a veces colándose por las prendas. Y Jimin amaba sentir el calor de su mano junto al frío de su alianza de oro sobre su piel.

Compartieron besos. Pero a cada beso que se daban, Jimin sentía que la opresión en su pecho crecía. Y quiso decírselo a Tony, pero este le había ofrecido un trago cuando él iba a sacar el tema y pensó que mejor era algo que podían hablarlo  después. 

—    Ya vuelvo —  Tony besó a Jimin una vez más antes de separarse de él y dirigirse a la barra a por las bebidas. 

Jimin sintió entonces una mano en su hombro y se giró encontrando a su amigo. 

—  Hey, P.J. ¿Vamos a bailar? — ofreció picandole la costilla haciendo que se encogiese un poco y riera.

—  Voy a esperar a Tony, me está trayendo una bebida.

—  ¿Sabes? No creí que venir aquí sería idea de T. Más bien lo veía venir de ti, ¿y ese milagro que T. se anima primero a venir a fiestas de Halloween?

Se encogió de hombros concordando con su amigo. Su amigo estuvo por hacer un comentario más pero no pudo cuando se escuchó un fuerte disparo por sobre el alto volumen de la música.

Jimin sintió su cuerpo estremecerse y su mente alarmarse. Los gritos de la gente se hicieron escuchar, y empezaron a revolotear alarmados por querer salir y se agachaban pegandose al suelo para comenzar a golpearse entre ellos en lo que intentaban moverse.

Un nuevo disparo. 

Buscó alarmado a su esposo. Y tras unos segundos de búsqueda, pudo visualizar a Tony, con un arma en la mano apuntando hacia una parte superior del lugar. 

Otro disparo.

Y esta vez Jimin sintió su alma gritar cuando Tony se sacudió y se llevó una mano al hombro herido.

—  ¡Tony! — gritó y comenzó a moverse entre la gente queriendo llegar a su esposo. — ¡Tony! ¡No!

Su garganta se anudó y su pecho dolió. No pudo alcanzar moverse más adelante porque unos brazos lo sujetaron. Jimin se removió pero lo sujetaron más fuerte y comenzaron a alejarlo. Notó entonces que era uno de los amigos de Tony quien lo sujetaba y lo llevaba fuera del lugar. 

—  ¡Suéltame Patrick, Tony está herido! — jadeó exasperado e intentó soltarse. Mas solo consiguió que el hombre cubriese su boca y lo sacase a rastras del lugar. 

Lo metieron al asiento trasero de un coche y Patrick entró con él. Jimin vio que otro de los amigos de Tony conducía el automóvil. Acelerando por alejarse del hotel. Jimin chilló ofendido porque lo habían alejado de su esposo herido, y las lágrimas salieron de sus ojos.

—  ¡¿Qué mierda se creen que hacen?! ¡Hay que ayudar a Tony! — gritó enfurecido en medio del llanto. 

Patrick miró hacia atrás y volvió a callar a Jimin, quien no entendía nada de lo que estaba pasando. Estaba asustado, enojado, sintiéndose impotente, y adolorido por haber visto como su esposo recibía un disparo. 

—  ¡Me van a decir qué mierda está pasando ahora mismo! 

— ¡Jimin, cállate, joder! Tony me dijo que te sacara de ahí en cuanto esto pasara.

— ¿Qué? ¿De qué estás hablando? ¿Cómo que en cuanto esto pasara? ¿Acaso sabían que alguien vendría a atacar? ¿O qué? Demonios... Tony...   — llevó ambas manos a su rostro y los sollozos no le permitían respirar tranquilo. 

—  No podemos decirte mucho Jimin, Tony solo nos dijo que te lleváramos lejos. 

—  ¿Qué esta pasando?¿Tony va a estar bien?

No recibió respuesta. Pero cuando el auto se detuvo, Patrick lo sujetó del brazo y lo sacó a rastras del auto. El otro hombre, Stan, llevaba consigo una maleta enorme que sacó del maletero. Jimin pudo reconocerla como una de las maletas que Tony utilizó en la mudanza. 

Había un jet privado preparándose para despegar. Y Jimin se preguntó qué rayos pasaba y por qué todo parecía estar tan preparado. 

Lo subieron al jet y Stan subió con él esta vez. Dejando a Patrick fuera. 

—  ¿Stan? Por favor... ¿Qué está pasando? ¿Dónde está Tony, qué va a pasar con él?

Stan solo le indicó que se sentase y dejó la maleta a un lado. La puerta se cerró y no pasó mucho para cuando el jet empezó a moverse. Y Jimin pudo ver que despegaban. 

—  ¡Stan, joder! ¿A dónde estamos yendo? 

—  Por Dios, Jimin, dame un momento.

Stan se alejó con el celular pegado a la oreja. Cuando minutos después le escuchó maldecir varias veces y llevarse las manos a los cabellos, Jimin supo que nada estaba bien. El rostro afligido de Stan decía demasiado. Y Jimin solo quiso llorar. 

—  ... ¿Stan?

Jimin vio a Stan guardar el móvil. Le miró, y su mirada no fue la más tranquilizadora del mundo, al contrario. Solo hizo de las lágrimas de Jimin volvieran a caer por su rostro. 

—  Lo siento Jimin. Tony... Tony esta muerto.