#04: "Lies"

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  — Las redes sociales no siempre tiene información confiable — había respondido. No quería hablar de Tony. Recordarlo más de la cuenta lo ponía emocional. Y no quería que el pasado reviviera o saliera a la luz. — Son las alianzas de mis padres. Ambos fallecieron hace muchos años.   

Jimin no pudo evitar soltar una mentira y una verdad. Tampoco se detuvo a ver la expresión ajena por si le había creído o no.

— Ya veo. Lamento mucho lo de tus padres. ¿Fue por eso que dejaste Corea?

Yoongi era una persona demasiado curiosa, al parecer de Jimin.
Pero ve algo extraño en sus ojos. Algo que no puede explicar, pero le atrae, demasiado.
Asintió ante la pregunta y se encogió de hombros. Se terminó el capuccino con crema irlandesa y pidió que le envuelvan lo que quedaba de su trozo de tarta.

— ¿Te vas ya? — Yoongi le miró con duda, y cierto arrepentimiento — No debí hacer esas preguntas ¿verdad? Discúlpame. Sólo... Sólo no te vayas aún.

Cuando Jimin vio su muñeca sujetada por la mano más pálida sintió un ardor, y un cosquilleo. No quería quedarse, pero una parte de él, disfrutaba secretamente el estar sentado a su lado compartiendo algo que nunca pensó que haría con otra persona después de tantos años. Porque Jimin no había sido capas. De mirar más allá de las personas en todo ese tiempo.
Y la extraña e inesperada atracción se palpaba en el aire. Jimin lo sabía. Yoongi también lo sabía. Ambos lo hacían.
Y Yoongi sonrió un poco tirando de su muñeca para que se sentara nuevamente.
Jimin lo hizo, y aclaró su garganta pidiendo un vaso con agua.

La conversación cambió entonces, y Yoongi se permitió hablar más que Jimin. Contándole que era un compositor y productor en Seúl, y que también había escuchado el trabajo de Jimin. Que fue por su música que lo admiró en un inicio, y que luego descubrió que también pintaba cuadros bajo las iniciales de P. J.
Jimin sonrió por el entusiasmo con el que el hombre hablaba. Descubrió entonces que él solo le llevaba un año de diferencia, y que solía venir a Francia seguido para visitar a sus padres adoptivos que vivían en Marsella.

— Sabes... Va a haber un festival de artistas independientes en Seúl. A mediados de Abril, cuando florecen los cerezos. Sería... Sería bueno que tu grupo se presentase, y podrías exponer y vender tus cuadros también, tienes muchos administradores allá en Corea también. Además así... Podríamos vernos de nuevo.

Jimin escuchó en silencio. No sabía por qué sintió una especie de ilusión al oír que podrían volver a verse, o más bien, que el hombre le hubiese propuesto volver a hacerlo.
Sabía de ese festival, pero aún no se habían inscrito, porque uno de los miembros estaba de vacaciones con su esposa en Hawaii y no habían podido conversarlo bien. Pero Jimin recordó también su llamada con Taehyung.

— Un amigo vendrá a Francia al iniciar la primavera para casarse. No se aún la fecha. Pero... Si no se cruza con la del festival, puede que entremos también.

No lo entendía. Pero al estar con ese hombre, volvía a sentirse como un adolescente.
Cómo la primera vez que conoció a Tony.
Y sentía las ansias y los nervios inundar su ser. Porque había algo en el hombre a su lado que lo hacía sentir así. Y admitía que le gustaba esa sensación.

— Genial. Ojalá puedas ir, con el grupo, claro. Sería asombroso poder verte ahí. A tus admiradores les va a fascinar. Y estoy más que seguro que venderás muchos cuadros, así que ve preparado.

✰✰✰

Tras haberse despedido de Yoongi hace unas horas. Había regresado a la pensión y saludo a Cecilia, la hija de los dueños, quien estaba con varios amigos e iban de salida hacia la fiesta de año nuevo para ver los fuegos artificiales.
Marion saldría con su esposo a cenar, y verían los fuegos también, habían tres jóvenes estudiantes que irían a una fiesta en una de las discotecas de la ciudad, pero solo un inquilino se quedaría, aparte de él.

Su nombre era Belmont, y era un fotógrafo. Era joven, soltero, y un antisocial. No salía mucho de la pensión, solo para trabajar.

Y esta noche tocó la puerta de Jimin para invitarle a ver los fuegos desde el balcón de la pensión.

Jimin accedió porque no era común en el chico invitar a tener compañía, y porque se sentiría muy mal de rechazarle cuando el muchacho quizás lo había pensado demasiado.

Y ahí estaban los dos sentados frente al balcón, escuchando el entusiasmo de los vecinos y la población de Marsella. Belmont había traído consigo unas cuantas botellas de cerveza. Destapó dos, y le tendió una a Jimin.

Ambos miraban hacia las luces que animaban el ambiente en la playa. Al estar la pensión cerca del mar, podían apreciar la celebración a lo lejos.
Faltaban solo unos pocos minutos para que el reloj marcase las 12 y entonces el mundo se volviese loco de celebrar el nuevo año.

Jimin miró con nostalgia el mar. Recordando claramente el momento en que rodeó el cuello de su difunto esposo a una edad tan joven y besó sus labios demostrando todo el amor que tenía hacia él. Podía escuchar las canciones que sus amigos tocaban e incluso sus exclamaciones felicitandolos.
Sintió las lágrimas acumularse en sus ojos y su pecho dolió.

—... ¿Estas bien?

Jimin no llegó a responder porque los fuegos artificiales comenzaron a estallar iluminando todo con brillantes colores. Y el entusiasmo de la gente llegó a ellos.

Ambos miraron los fuegos artificiales. Y cuando Jimin se giró a ver a Belmont, este sostenía su cámara enfocandolo. Sus orejas se pusieron rojas al verse descubierto. Y sonrió avergonzado.

— Perdona, te veías muy bien mirando los fuegos artificiales que no me pude contener.

— ¿Puedo verla?

Belmont asintió y le mostró la fotografía. Su perfil estaba iluminado por las distintas tonalidades de colores, su cabello se movía un poco por el viento. Pero la imagen había capturado ese preciso momento dándole la impresión de que se movía. Podía ver un brillo por sus mejillas, el vago resto de una lágrima. Pero sus ojos brillaban, y Jimin juraba que su prestaba mucha atención, podía ver los fuegos artificiales en sus pupilas.

Jimin le devolvió la cámara.

— Puedo borrarla si lo deseas. Aunque preferiría que no.

— Tranquilo. Me gusta. Puedes conservarla.

Jimin limpió suavemente sus mejillas y le dio un trago a su cerveza.

— Feliz año nuevo, Jimin.

—... Feliz año nuevo, Belmont.

Liar  Liar {YOONMIN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora