Liar Liar {YOONMIN}

#09: "Secrets"

Octubre 31, 2017. Seúl, Corea del Sur.

Las hojas de gingko ya estaban teñidas de rojo y amarillo. Cayendo lentamente dando vida al otoño. Jimin había dejado Francia hace un mes, para regresar a Seúl, y pasar sus días junto a Yoongi. 

En su corta estancia en Francia, mientras hacía los arreglos de mudanza y su papeleo correspondiente, Belmont le había comunicado alegremente que su fotografía había sido comprada. Y a pesar de que insistía en darle un porcentaje de la ganancia, Jimin se negó rotundamente y le dio que no era necesario. 

Sus amigos del grupo le desearon un buen viaje, y quedaron en seguir comunicándose para hacer funcionar su trabajo con el grupo. Porque aunque estaría la distancia de por medio, los chicos no quisieron desintegrar el grupo. 

Marion lo había despedido con lágrimas y buenos deseos. Diciéndole que siempre tendría un lugar para quedarse cuando decidiera volver a Francia, ya sea para darles una visita o tener nuevos planes de vivienda. 

Pero ahora se encontraba en Seúl. Junto a un nuevo hombre en su vida. Uno que amaba con tanta pasión. 

Sin embargo, aunque Yoongi formaba parte de su vida ahora. Jimin tenía presente el recuerdo de Tony. Más aún en esa fecha en específico. Sabía que su amor por Tony era muy distinto al que sentía ahora por Yoongi. Y aunque Tony ya no formaba parte de su amor actual. Seguía llevando las alianzas en su cuello. Porque estaba agradecido con él, por haberle brindado un momento increíble e incomparable. Ahora llevaba un anillo de plata en su mano, uno con el nombre de Yoongi en su interior grabado con letra cursiva. 

Y Jimin sentía su corazón palpitar gustos cada que veía el anillo en su dedo. 

Esa noche Yoongi dijo para ver una maratón de películas temáticas a la fecha. A Jimin le pareció muy buena idea. 

Y mientras preparaba las palomitas en el microondas, tarareaba una canción. Yoongi estaba en la sala preparando las películas que verían esa noche. 

Jimin se rascó la nuca esperando al pitido del microondas, y al chocar sus dedos con la cadena en su cuello, deslizó estos con cuidado hasta llegar a las alianzas. Tomó ambas y acarició la que le pertenecía a Tony. Hoy era el aniversario de su muerte. Y Jimin empezó a sentirse nostálgico. 

—  Te fuiste muy rápido, Tony ... —  murmuró. 

—  ¿Aún piensas en él?

Se sobresaltó cuando escuchó la voz de Yoongi tan cerca. No le había oído entrar. Quiso reír por el susto que le había dado. Muy irónico a la fecha. Pero entonces cayó en cuenta de lo que había dicho y su sonrisa se borró lentamente.

—  ¿Cómo has dicho?

Jimin nunca le había contado sobre Tony, es más, aún recordaba el haberle dicho que las alianzas eran de sus padres. Nunca había hablado de su pasado en América. Pero entonces se preguntaba a qué se refería Yoongi. 

—   Tony. ¿Aún piensas en él?

—  ¿C-cómo tú? ¿Quién te lo ha dicho?

No supo por qué, pero sintió un enfado empezar a recorrer su cuerpo sin explicación alguna. Jimin quiso pensar que había descubierto su mentira por algún hecho como, haber visto accidentalmente los nombres grabados en las alianzas pero que apenas eran visibles. Esperaba tanto que fuese aquello. Pero cuando Yoongi habló, entonces no supo qué pensar.

—  Hoy se cumple un año más. 

—  ¿Qué tanto sabes tú de eso? y ¿Desde cuándo lo sabes?

—  Lo supe desde siempre, Jimin. 

Su ceño fruncido empezaba a dolerle. Pero su confusión era tanta que sentía sus ojos comenzar a escocer. 

—  ¿Cómo? 

Yoongi suspiró y bajó la mirada. Se frotó el rostro con ambas manos y miró a Jimin. 

—  Yo... lo siento tanto, pero tenía que hacerlo. 

—  ¿De qué estas hablando?

—  Esa noche, en Vero Beach. Yo... Jimin, tú no sabías quién era él. No sabías nada de él. 

—  No estoy entendiendo nada, Yoongi. 

Un nudo se comenzó a formar en su garganta. Ese mal presentimiento que sintió hace doce años regresó. Su mente recordó cada momento de esa noche. Cómo había visto a Tony ser disparado. 

—  Jimin... Tony no era quien tú creías que era. 

—  ¿De qué mierda estas hablando, Yoongi? ¿Qué tiene que ver todo esto? ¿Por... Por qué nunca habías dicho nada?

—  ¿Qué querías que hiciera, Jimin? ¿Que me presentase contigo y te soltase todo esto en el primer encuentro? ¿Después? ¿Querías que te dijera el adefesio que era tu ex esposo? 

—  ¿Qué?

El rostro de exasperación no era realmente lo que Jimin esperaba de él. Pero Yoongi se acercó a él y le tomó por los brazos. Se sentía tan débil repentinamente. Y no podía procesar tanta información junta. 

—  Jimin ... Tony... Tony no era una buena persona. Te engañó. No de ese engañar —  aclaró — pero te mintió en cuanto a quién era. ¿Creías que era un simple chico de Los Ángeles? ¿No te preguntaste nunca... cómo obtenía tanto dinero? Vamos, ¿Por qué esa noche hizo que te fueras a Francia sin explicación alguna? Jimin, ¡Despierta! ¡Todo fue un engaño! Y yo... yo... 

—  ¿Tú qué? ... —  la mirada de Jimin se posó en Yoongi. 

Jimin sabía que no conocía a Tony lo suficiente. Que solo se enfocaba en el amor que sentía por él. Y por el amor que recibía de Tony. Pero nunca cuestionó el cómo Tony parecía ser una persona tan exitosa. Nunca cuestionó el por qué no le hablaba mucho sobre su trabajo. Porque a Jimin no le importaba entonces. No le era relevante saberlo siempre y cuando él estuviese ahí para él. Para amarlo. 

—  Tuve que hacerlo, Jimin. Tony... él... él había matado a mi hermanita. Y no solo a ella. Él mató a muchas niñas. Las dejó morir... él... Dios, Jimin. Lo siento tanto. Pero no podía dejarlo ir. No podía quedarme ahí sentado cuando la policía no hacía nada, y mi madre lloraba desconsolada por su pequeña hija. 

Las lágrimas de Yoongi hicieron que las suyas también cayesen. Porque ver el dolor en los ojos de Yoongi también le dolía a él. Le dolía aún más que escuchar todo lo que estaba diciéndole. 

Porque Jimin... seguía amando a Yoongi.