#01: "HIM"

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Enero 01, 2004. Los Ángeles, California.

Las coloridas luces de los fuegos artificiales iluminaron la playa, donde una pareja sellaba su unión con un apasionado beso. Los aplausos y exclamaciones de alegría no se tardaron en ser escuchados. Y las guitarras empezaron a sonar acompañando el ambiente. 

Despidiendo el 2003 y recibiendo el 2004 con una boda. 

Se armó una fiesta en las orillas de la playa Santa Mónica con la celebración de los residentes por el año nuevo, tanto como los invitados de la boda y los recién casados. 

—  ¡Por P.J y T! — exclamaron los guitarristas y los invitados repitieron con emoción, aplaudiendo, chillando y silbando a la pareja. 

Los recién casados se miraron entre ellos, y el más bajo se colgó de su cuello para volver a besar a su ahora esposo. 

Jimin había llegado a USA con 13 años. Y a los 16 conoció a quien sería el amor de su vida. Tony tenía 20 años cuando se conocieron en aquella playa celebrando el año nuevo del 98. Tony vio a Jimin con una guitarra y una corona de flores, cantando frente a una fogata junto a otros cinco chicos. No pudo apartar la mirada del asiático. Escuchando su melodiosa voz, y la sonrisa que se formaba en su rostro cuando cantaba. Y cuando sus miradas se encontraron, el calor en sus pechos se hizo notar. 

Unas horas mas tarde, casi al amanecer, Tony volvió a chocar con Jimin mientras iba al cubículo del sanitario. Vio que la corona de flores permanecía en su cabeza, mezclándose con sus cabellos castaños, ondeados y revueltos. Vio sus escasas prendas, Tony se preguntaba como el chico no se moría de una hipotermia al estar tan desabrigado en invierno. Pero lo que le distrajo de aquel pensamiento fue la risa del chico. 

Tony estaba dentro del cubículo, sin haber llegado a cerrar la puerta cuando la mano de Jimin se interpuso en la puerta. 

—  Solo quiero lavarme las manos.

Jimin sonrió cuando vio que el más alto iba a salir para cederle el cubículo, pero no lo logró. Jimin lo había empujado suavemente dentro del cubículo y cerró la puerta tras él. Abrió el grifo y lavó la arena de sus manos, las sacudió quitando un poco del agua de su piel, y se giró a mirar a Tony, quien aún no salía de su impresión de estar en el pequeño espacio junto al pequeño asiático. 

—  Soy Jimin, pero mis amigos me llaman P.J. — se presentó con una sonrisa, muy coqueta al parecer de Tony. —  Te he visto mirarme antes. ¿Cuál es tu nombre?

El alto ni siquiera se molestó cuando sintió las manos de Jimin secarse en su camiseta. Normalmente aquello le habría jodido, pero no podía pensar en otra cosa que no fuera el chico frente a él. Tan cerca por el escaso espacio. Pudiendo sentir su cabello rozar su barbilla cuando el chico agachaba la mirada. Olía las flores que tenía en la corona y el perfume del chico. Tan delicioso.

—  Tony. Me llamo Tony. 

Jimin sonrió al oír su nombre, y fue atrevido. Se puso de puntillas y besó la comisura de los labios del más alto. Tony no se alejó, pero sonrió por el atrevimiento del chico, y lo acercó por la espalda baja para inclinar su rostro y besar sus labios. 

Ninguno de los dos pensó que ese momento sería el inicio de una relación amorosa, rompiendo sus planes de romance de año nuevo.

El resto del año, Tony frecuentó a Jimin, conociéndolo. Sabiendo que el chico vivía en un piso compartido con sus otros cinco amigos de intercambio estudiantil. Aunque Jimin se había retirado de la escuela tras la muerte de sus padres en un accidente cuando fueron de vacaciones a Alaska. Jimin al ser menor de edad terminó en el servicio social, pero fue acogido a los meses por la familia de unos de sus compañeros de clase. También supo que Jimin amaba la música. Y que con sus cinco amigos, tocaban en las calles, bares, incluso en restaurantes y ganaban una propina. Tony descubrió que Jimin era un chico bastante atrevido en la vida. Le gustaba arriesgarse siempre, sin dudarlo porque vamos Tony, hay que disfrutar la vida. Él sabía mucho de Jimin en esos 6 años de relación. Pero Jimin no sabía mucho de Tony, sin embargo, Jimin se decía que su amor por Tony era suficiente para querer pasar a su lado el resto de su vida. Porque Jimin lo amaba. Realmente lo hacía. Y era capas de cualquier cosa por Tony. 

Un chorro helado en su camiseta fue lo que le hizo dar un sobresalto y regresar al presente. Tony vio que uno de sus amigos había derramado la cerveza en un tropezón, y estaba por renegar cuando Jimin apareció a su costado, riendo divertido por su desgracia y tomó la camiseta separándola de su torso. 

—  Que conveniente que la mojara, deberás quitártela —  la sonrisa coqueta de Jimin le recordó lo travieso que era su pequeño y torció una sonrisa cuando le sintió elevar lentamente la camiseta y escuchó los silbidos de sus amigos. 

—  ¡Esperen a llegar al departamento! ¡Exhibicionistas!  —  gritó un amigo de Jimin. 

Jimin rió y se mordió el labio inferior metiendo las manos sorprendentemente calientes por la camiseta mojada y tocó sus abdominales. 


✰✰✰


Octubre 31, 2005. Vero Beach, Florida.

Jimin apoyó las manos en el borde de la piscina y se impulsó para salir de esta con el agua escurriéndose por su cuerpo desde su cabello hasta sus pies. Se pasó la mano por el cabello quitando los mechones mojados de su rostro. Sonrió al ver a su esposo en la puerta que separaba la casa de la zona de la piscina, con un vaso de licor en la mano. Se acercó y sin importar el mojarle el traje apoyó las manos en sus hombros para ponerse de puntillas y besarle. 

—  ¿A qué hora llegaste? — preguntó Jimin deslizando las manos desde sus hombros hasta su cintura, pasándolas tentadoras por su pecho y luego las pasó a su espalda mientras se pegaba a su cuerpo, sintiendo la costosa tela contra su húmeda piel. 

—  Acabo de hacerlo. ¿Preparado para esta noche? —  habló pasando la mano libre por sus húmedos mechones de cabello rubio.

—  Los pantalones de mi disfraz te van a encantar — elevó el rostro y lo giró un poco para rozar la piel de la muñeca de Tony con la punta de su lengua antes de reír bajo y quitarle el vaso de licor para bebérselo él mismo. 

Desde que se habían mudado a Florida, hace unos seis meses, Tony había notado cómo Jimin mostraba ciertos cambios en su manera de ser, pero claro, siempre manteniendo su escencia atrevida. 

Tony había rodeado de lujos a Jimin, a pesar de que este le había dicho que no era necesario. 

Pero Jimin había pasado de vivir en un piso compartido por cinco personas a un amplio departamento, para luego terminar en una enorme casa lujosa en la playa de Vero Beach. Una casa diseñada por uno de los amigos de Tony, y que sabía que había costado un dineral. Pero Tony podía permitírselo. A sus 27 años, Tony mostraba tener mucho éxito en lo que fuese que hacía. Porque Jimin seguía sin saber exactamente quién era Tony. 

Pero no le había importado, ni siquiera cuando Tony había aparecido repentinamente una noche comentándole sus apresurados planes de mudanza. 

Jimin sabía que aquella mudanza no había sido planeada con tiempo. Y que todo el asunto era extraño, pero no había preguntado mucho. Porque veía en la mirada de su esposo que no quería darle detalles del tema. Y Jimin lo amaba, tanto que haría lo que fuese por estar a su lado. Incluso accedió a mudarse a aquel lujoso lugar. Digno de un millonario. 

A Jimin le gustaba acariciar la cadena de oro que brillaba sobre el pecho del más alto. El contraste del dorado con su piel morena le era excitante. Y debía admitir, que le había gustado  vivir como un millonario. Porque Tony le daba todo. Literalmente, todo. 

Al inicio no se había sentido muy ubicado, menos cuando su esposo lo había presentado a sus socios en una cena amistosa, y le había susurrado un No te cohíbas amor. Sé el atrevido que eres. Y Jimin había actuado como tal. Actuando como lo haría un hombre con costosos diamantes y oro en las joyas que llegaba puestas. 

Esa noche, Tony le había propuesto a Jimin el ir a la fiesta de Halloween que realizaba la recepción de uno de los hoteles de la ciudad. Jimin, un tanto confuso porque su esposo no era de celebrar esos días, accedió. 

Y unas horas mas tarde, ya se encontraba retocando su maquillaje frente al espejo de su tocador. 

Pero tenía una opresión en el pecho mientras miraba su reflejo. 

—  ¿Listo? — el reflejo de Tony apareció en el espejo detrás de él. Jimin sonrió y asintió. 



Liar  Liar {YOONMIN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora